22/11/2024 01:00
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Antes de que salieran al mercado, como “única solución de la pandemia” y apoyándonos en ciencia básica, un grupo de profesionales sanitarios de diversos países advertimos de los posibles peligros para la fertilidad de estas inoculaciones. Por supuesto, los “verificadores” al servicio de farmaindustria y los medios vendidos nos tacharon de propagadores de bulos. Sin embargo, la evidencia nos empieza a dar una vez más la razón. Me explico:

Hace poco, el 7 de  marzo de 2022, apareció una publicación de la American Chemical Society titulada traducida  “La proteómica del semen de los hombres convalecientes de COVID-19 revela la interrupción de las vías biológicas clave relevantes para la función reproductiva masculina”

https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acsomega.1c06551

En el citado estudio se compara el semen de varones sanos y convalecientes de covid (por cierto, no nos dice si vacunados o no) y se encuentran diferencias muy significativas en cuanto a su calidad y fertilidad. Alguien podrá alegar que se refiere a personas que han pasado covid, no específicamente a vacunados, lo cual es verdad, pero a esto hay que alegar que el síndrome covid está más que demostrado que es producido igualmente  por la proteína espiga o proteína de punta del virus y que no es necesaria la presencia del virus completo para dar lugar a los principales problemas fisiopatológicos del covid como los trombos y la desregulación inmune, debido a la interacción de dicha proteína viral o incluso solo su subunidad S1, con el receptor ACE2 de amplia localización en órganos genitales, tanto masculinos como femeninos, incluida la placenta.

Recordemos que las “vacunas” génicas para covid, se basan todas ellas en la proteína espiga y que dichas vacunas están diseñadas para obligar a nuestras células a producir grandes cantidades de esta proteína y durante un tiempo indeterminado: los creadores no saben decirnos cuánto, pero a juzgar por lo que los investigadores han encontrado en la sangre de los vacunados, al menos hasta cuatro meses después de la inoculación.

Volvamos al estudio del semen. Se investiga el impacto del síndrome covid en el proteoma del mismo, mediante espectrometría de masas, en varones sin síntomas, es decir, clínicamente sanos y se encuentran 48 proteínas expresadas diferencialmente respecto a varones no covid, es decir, desreguladas, en el semen de los varones expuestos a covid. De ellas 21 proteínas fueron reguladas a la baja: las principales vías involucradas en las funciones reproductivas, como el reconocimiento de espermatozoides y ovocitos, la respuesta a la testosterona, la regulación de la motilidad de los espermatozoides, la regulación de su adhesión o la actividad endopeptidasa, imprescindibles para logar una fecundación exitosa. Mientras que 27 proteinas estaban reguladas al alza: entre ellas la semenogelina 1 y la prosaposina, dos proteínas cuya desregulación es clave para alterar la fertilidad masculina.

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Además, en otro estudio del proteoma testicular de pacientes que sucumbieron al síndrome covid, se informó que un biomarcador de células de Leydig similar a la insulina 3 (INSL3) y cinco proteínas vinculadas a la biosíntesis de colesterol se redujeron significativamente, lo que indica una participación de las células de Leydig y sus funciones esteroidogénicas. Es decir no sólo se altera el semen y los espermatozoides sino también la síntesis de testosterona que define los caracteres sexuales secundarios del varón y es imprescindible además para su fertilidad

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33503446/

 

Principales proteínas desreguladas en el semen en el estudio de American Chemical Society.

Las características del semen, incluido el volumen de semen, el recuento de espermatozoides (mill/mL), la motilidad (%), el pH y la morfología de los espermatozoides, se evaluaron tanto para el grupo de control como para el de los recuperados de covid. La mediana de la concentración de espermatozoides en control fue de 42,5 millones/ml, mientras que se redujo significativamente a 24  millones/ml en la cohorte recuperada. Se observó una tendencia similar en la motilidad de los espermatozoides, donde los controles tenían un 50%  de espermatozoides móviles, pero fue significativamente menor al 10%  en el grupo recuperado. Los datos también muestran una diferencia significativa en la morfología de los espermatozoides entre el grupo control (8,5%) y el grupo recuperado (2,5%). El pH y el volumen de semen, es decir, lo que se puede apreciar a simple vista, no mostraron ninguna diferencia apreciable entre los dos grupos.

 

En cuanto a la fertilidad femenina el caso es aún más dramático, en un estudio publicado el 1 de enero de 2022 en la revista Molecular Basis of Disease,  por un equipo argentino que investigaba especialmente para clínicas de fertilidad y reproducción asistida, encontró en el líquido folicular ovárico, en un 91,3% de casos, anticuerpos IgG contra la proteína espiga (los mismos que induce la vacuna covid) lo que se acompañaba de un menor número de ovocitos viables además de la disminución del receptor de estrógenos Erβ  y del factor de crecimiento endotelial vascular. Este perfil afecta negativamente al microambiente folicular desregulando así la función ovárica lo que, además de la disminución de la fertilidad, podría explicar las hemorragias anormales que experimenta un gran número de mujeres vacunadas de covid, incluso postmenopáusicas.

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“Es muy poco común observar inmunoglobulinas contra patógenos en los fluidos foliculares. Además, las pacientes con niveles más altos de anticuerpos presentaban un menor número de ovocitos recuperados y maduros” indicó una científica del Conicet.

Aunque el estudio se refiere siempre a anticuerpos contra el Sars-CoV-2, el test usado en el mismo para detectarlos es el kit “COVIDAR IgG” un test serológico argentino que permite medir la presencia de anticuerpos contra la proteína espiga o spike del virus Sars-Cov-2, causante del síndrome covid.

En conclusión podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la proteína espiga afecta negativamente a la fertilidad, tanto masculina como femenina, debido a su interacción con los receptores para la misma ampliamente distribuidos en los distintos órganos de los aparatos genitales. Que no se sabe durante cuánto tiempo se producirá esta desregulación y alteración de la fertilidad y que es preciso seguir haciendo estudios de este tipo, esta vez específicamente en personas inoculadas con la terapia génica para covid, mal llamada vacuna y que está más que demostrado que no inmuniza pero que sí puede causar lesiones persistentes en las personas y en la especie.

 

Autor

Doctora Albarracín
Doctora Albarracín
Estudió Medicina en la Universidad de Murcia, España. Es catedrática de Procesos Diagnósticos Clínicos, así como profesora de Bioquímica, Inmunología y Técnicas Instrumentales de Laboratorio. Tiene posgrados en medicina alternativa como homeopatía. Considera que todos los médicos deben unirse para combatir las supuestas falsedades de la pandemia y forma parte del grupo Médicos por la Verdad.