Ha sido una Operación de Falsa Bandera para justificar nuestra ilegalización. Por Daniel Ponce Alegre

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Esta es la conclusión a la que han llegado, tras haber efectuado un análisis de la situación y considerando su experiencia previa en acciones de sabotaje o provocación similares como falangistas, requetés, miembros de la Hermandad de la División Azul, varios hermanos y camaradas con los que he podido conversar y, dicho sea de paso, aprender en gran manera. Parte de su conocimiento y experiencia es lo que voy a tratar de transmitir ahora por medio de este artículo que espero sea útil en la militancia.

Dicho “Acto de Homenaje” fue organizado la semana pasada en el Cementerio de la Almudena (calificado de indigno y vergonzoso en las formas, y falso en el fondo o contenido, no sólo por las expresiones provocadoras allí vertidas relativas “al judío” sino por las inexactitudes históricas y falsedades políticas relativas al motivo que llevó a constituirse a la División Azul y a lo que supuso la II Guerra Mundial, el nacionalsocialismo y el III Reich) por el grupo “neonazi” Juventud Patriota vinculado a la formación política de reciente creación, e igualmente “neonazi”, Bastión Frontal y de la que la señora Isabel Peralta es portavoz o cara más visible.

Varios han sido los hechos determinantes acontecidos durante el Acto, y después, que han llevado a concluir que este “homenaje” no sólo es una provocación dirigida hacia la sociedad en general (que se ha escandalizado al escuchar semejantes barbaridades irracionales de corte étnico-religioso, contra el pueblo o raza judía, y no de corte político o social contra determinados grupos de presión sionistas, sinárquicos o incluso contra el Cabal) sino también la acción provocadora que justifique la ilegalización o “neutralización ideológica” de La Falange, del Requeté, de la Comunión Tradicionalista Carlista como milicia anti globalista y contrarrevolucionaria, de la Hermandad Nacional de la División Azul e incluso a la misma Fundación Nacional Francisco Franco u otras afines a la Unidad Nacional Católica de España, y a las que aún (a Dios Gracias pues suponen un reducto y dique de contención nacional frente al globalismo) no se ha podido hacer caer por vías legales, y a las que se quiere tumbar falseando “los hechos delictivos” o provocándolos.

Los hermanos y camaradas consultados también consideran que el acto organizado este año (a diferencia de los que otros años se hicieron y pasaron desapercibidos e ignorados por los medios de comunicación) ha sido un anzuelo especialmente seleccionado y que se esperaba picasen los verdaderos patriotas “objetivo a pescar” de La Falange, el Requeté y la Hermandad de la División Azul (aunque no estaban en el Acto pues no fue organizado por ellos y no quieren asistir) mediante un pronunciamiento a favor del “Acto de Homenaje” o de la señora Peralta, pero ella no tiene ni ha tenido ningún tipo de vínculo con las mencionadas organizaciones sino con el colectivo antes mencionado de Juventud Patriota, sesgado y monitorizado hace unos años para contraprogramar (haciéndole un favor al sistema capitalista y a la oligarquía) las acciones de las organizaciones políticas y culturales que muchos españoles seguimos teniendo como referencia política y social, y no estas “neoformaciones” que bajo la apariencia de patriotismo son en realidad tan del sistema, tan paganas y tan perniciosas para España como lo son aquellos grupos de presión política y social que dicen odiar.

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Además de todo lo dicho hasta ahora, también se ha prestado atención y análisis a las palabras generales vertidas en el Acto, a los gestos de los intervinientes (en especial de la señora Peralta “imagen señuelo”), a la presencia de agentes ya conocidos de otros actos, a las escenificaciones y al interés inmediato que desde gran parte de la prensa y medios al servicio del Gobierno, pusieron en ella y en sus palabras concretas: “el judío es el culpable”, una expresión que ni siquiera es propia del pensamiento político del nacionalsocialismo y que no aparece como tal ni en declaraciones de Hitler o Goebbles.

A juicio de los observadores del Acto, estas declaraciones tan provocadoras buscan crear el efecto inverso y dar coartada a toda acción política, económica o empresarial bajo la apariencia de “judaísmo” o efectuada por algunos judíos prominentes y darles así carta blanca o patente de corso a dichos elementos sionistas, sinárquicos o cabalistas (que no fueron tratados como el verdadero problema de fondo en dicho Acto). Así siempre quedará la muletilla: “esa crítica que haces, la haces porque eres antisemita o antijudío”.

Casos verdaderamente injustos como el llamado Caso Blanquerna, en el que desde La Falange se defendió la unidad territorial de España frente a la impunidad del independentismo golpista (financiado, no “por el judío” sino por determinados grupos empresariales sionistas y cabalistas de naturaleza judeo-masónica) o el caso de Pedro Varela (editor y librero que fue encarcelado por la venta de libros nacionalsocialistas y dar conferencias) no han ocupado espacio mediático, como sí ha sucedido en este caso reciente, en el que se han centrado en la expresión concreta que la conferenciante Peralta se encargó de reiterar y enfatizar, con pausas y repeticiones: “el judío es el culpable”.

Antes de terminar este artículo quedan por destacar unos asuntos, algunos de los cuales se mencionaron en los Comunicados Oficiales de La Falange y de La Hermandad de la División Azul:

La División Azul fue creada y enviada para defender el Ideal Superior de La Cristiandad y para ello luchó contra el comunismo, como hicieron antes en España durante la Cruzada de Liberación Nacional también frente al comunismo y la judeo-masonería.
La II Guerra Mundial fue vista por falangistas y requetés como una extensión de la guerra que antes había asolado España como Nación Católica, ya debilitada por la influencia del liberalismo y de una Monarquía Borbónica, ambos de raíz igualmente judeo-masónica.
El General Francisco Franco les envió (tras el Acuerdo con el Führer, Adolf Hitler) con el propósito de defender el resto de la Cristiandad Europea frente al Comunismo y ellos fueron con ese fin no para la defensa de un continente llamado Europa, de una Raza en el sentido étnico o “contra el judío”.
La miserable y malintencionada expresión de “la astuta, bien adoctrinada y juvenil” oradora relativa al Caudillo: “el señor Franco les impidió ir” no sólo es mentira y tan absurdo que da carcajadas, sino que de ser verdad la División Azul no habría existido, y punto, como no habrían existido tantas otras instituciones y organismos falangistas, requetés, tradicionalistas o de naturaleza castrense y eclesial.
El Caudillo, D. Francisco Franco, con todos sus defectos y errores (como no abordar con la misma decisión la amenaza liberal que la comunista, ambas crías de la judeo-masonería, y su infiltración en la dinastía borbónica) buscó defender la Unidad de España como Estado Nacional-Católico siguiendo el modelo de los Reyes Católicos. Este proyecto aún lo tenía más claro el Pte. D. Luis Carrero Blanco, y por eso (junto con su intención de iniciar el proyecto nuclear y mantener la estrecha alianza con los países árabes e Irán frente al sionismo) fue asesinado, como magistralmente describe y demuestra en su libro La Constitución Incumplida nuestro querido y admirado Javier Barraycoa.
Este odio al Caudillo, que es típico del Cabal, del Paganismo y de la Secta Judeo-Masónica, emanaba del discurso de la citada señora Isabel Peralta, junto con las barbaridades históricas de la lucha “contra el judío, de la defensa de la raza y de Europa”
Una cuestión les ha quedado por saber a mis interlocutores, queridos y admirados camaradas, para los que ha sido un honor escribir este artículo a su servicio, de la Memoria de los Caídos y de España:

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¿Quién estaba tras el auricular que la señora Peralta tenía en la oreja derecha y que le permitió no leer ni tener papel alguno? Uno dijo: “Estaba escuchando música antes y no se lo había quitado”. Y otro le respondió: “¿Escuchando música durante el Homenaje a los Caídos y mientras el pater Bendecía sus tumbas y hacía la Oración de Responso?”. Tras esta respuesta hubo un silencio de pasmo y se zanjó la cuestión sin obtener, de momento, respuesta sobre la verdad tras el auricular.

La cuestión que no hemos tratado en este artículo, y que se hará Dios mediante en otro, es: ¿Quién era el sacerdote de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X que estaba ahí? ¿Quién le tendió esa red y le hizo esa encerrona con el fin de vincular a la FSSPX a un antijudaísmo pagano y étnico no fundado en las Escrituras ni en la Tradición o Magisterio de la Iglesia?.