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Las cosas van cambiando de tal manera y de modo tan rápido que, sin el menor periodo de transición que lo suavizara, aquello que ayer les era molesto, y lo consideraban pernicioso para la convivencia pacífica, hoy les parece una aparición positiva e integradora; en definitiva, algo agradablemente cercano que se aproxima una barbaridad a lo que los católicos recibimos como una bendición divina que desde el mismísimo Cielo -sin la colaboración de Amazón- ha bajado a la Tierra para vencer al Maligno.

Eso es lo que parece que la derechita blandengue, v. gr el PP, está pensando que es VOX (la «fuerza bruta» que necesita Pablete para llegar a la Moncloa ¡qué poco conocen a VOX!) en estos momentos en que el régimen Sanchista, con alicatado «bolivariano» en proceso degenerativo, que nos está gobernando absolutamente alejado de la Justicia y a golpe de decretazo (es el pensamiento «pepinero»; yo no pienso, señor fiscal), para tapar las grietas que empiezan a hacer visible su imparable resquebrajamiento que, el PP cree que sería inminente, desde el momento en que el hasta hace poco considerado retrógrado, intransigente y odiado representante de extrema derecha, VOX, aceptara la generosa invitación a implicarse en el proyecto.

Es cierto que esa «solución» se está barajando con muchas posibilidades de alcanzar el éxito en varias encuestas que se emiten en emisoras de radio y televisión y por periodistas próximos a los intereses de los aún inquilinos del esquinazo de la calle Génova, dando por hecho que siendo para el desalojo del Sánchez y su numeroso ejército de incapacitados, Santiago Abascal y el resto de su muy capacitado equipo, en el que va incluido mi camarada Jorge Cutillas, llegaran rápidos y juguetones como mi gato «Rambo», cuando le ofrezco un boquerón crudo.

Estoy seguro que no será así, porque la diferencia entre lo que el PP nos ha venido mostrando, sacando una media de lo que ha sido capaz de hacer en estos últimos 46 años, y aquello por lo que desde su aparición el 17 de diciembre de 2013, cada día que amanece se dispone a luchar VOX por alcanzar, son cosas tan distintas que sería inútil querer encontrar entre las 23 parejas de cromosomas, una tan solo del genoma político de VOX, que coincidiese con las 23 parejas de cromosomas de genoma político del PP.

Para VOX las cosas importantes no se discuten, se defienden y, si es necesario, se lucha, hasta físicamente: la integridad de la Patria y los derechos de los españoles; mientras, como lo estamos viendo cada día, para el PP, siempre se intenta buscar acuerdos, que siempre resultan vergonzosos porque los otros van logrando lo que ellos van perdiendo a cada paso que van dando atrás, dejando terreno propio para que la «otra parte» lo pise hasta arruinarlo; hasta el destrozo total.

Esa actitud, siempre intentando conservar su posición, es lo que ha permitido que personas con tan poco que ofrecer como Zapatero y Sánchez, hayan podido alcanzar metas tan altas.

Esa actitud es la que permitió que los separatistas catalanes y vascos hayan alcanzado el nivel de descaro y desvergüenza en el que se muestran.

Cuando no hace tanto el PP alcanzó a gobernar con una amplísima mayoría, debió dejar claro que nadie, desde una institución del Estado, tiene reconocida, como ocurre en estos momentos, la posibilidad de hacer campaña contra el Estado del que cobra sueldo por formar parte de su representación.

Autor

Eloy R. Mirayo
Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en  las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.