25/11/2024 00:39
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La Comisión Europea ya ha advertido de que no va a consentir que haya más corrupción en España con las vacunas.

¿Qué pasa con estos chicos del Gobierno que arrasan con cuanto tocan? No se conforman con los ‘atracos’ efectuados en los 35 años de desgobierno andaluz y de los cientos de casos de corrupción; el robo del dinero de los parados; los 960 millones de los ERE; Invercaria; el fraude con la formación; Mercasevilla; las casi diarias orgías con y sin mujeres de moral distraída… ¡Cuánto malhechor suelto, Señor!

Y ahora aparece el caso de las vacunas. Éramos pocos… Existe un desfase de casi 30.000 dosis con respecto a las recibidas. Sanidad no sabe dónde están ni quien las ha podido desviar. El descuadre entre los informes de Sanidad y las dosis recibidas es monumental y muy sospechoso, además del retraso de varios envíos y el recorte. La Comisión Europea ya ha advertido de que no va a consentir que haya más corrupción en España con las vacunas como presunto negocio.

Pensábamos que sólo faltarían las de los alcaldes socialistas que se creían indispensables; la del arzobispo balear; las de los políticos que creían estar por encima del bien y del mal; la del secretario de la Conferencia Episcopal Española; las de los trabajadores de algunas consejerías de Sanidad… Hoy son conocidos como los “VACUNAJETAS”. ¿Y entre todos esos aprovechados y caraduras suman 30.000 dosis? ¿Las ha revendido el Gobierno? ¿Estamos ante nuevos casos de corrupción y latrocinio? ¡Cuánto degenerado ha tocado pelo y alfombra roja!

Lo que sí es cierto es que vamos muy retrasados vacunando. ¿Quién ha autorizado a vender vacunas a Andorra? ¿Quién se ha embolsado el importe? Hasta ahora paga Europa y España no ha soltado ‘castaña’ alguna. ¿Quién decide las tropelías que se están cometiendo? Ha pasado un año desde que el Gobierno bicéfalo se tomó posesión y esto ya me recuerda al estraperlo. Lo sorprendente es que las CC.AA. tampoco se quejan siendo las más perjudicadas. ¡Lagarto, lagarto…!

Espero que no acaben diciendo que se extravían porque las dosis son muy pequeñas. Estos gobernantes son capaces de todo, menos de hacer las cosas bien; incluso, si tiene que salir Simón a hacer chistes con el tema, sale y asunto concluido. A muchos españoles nos gustaría saber cuántos ‘vacunajetas’ ha habido y cuántos se desconocen aún. “¡Ande Andarán!”, como diría José Mota. Visto lo visto, las más formales han sido las infantas, Elena y Cristina, que han pagado sus 12€ por vacuna en otro país y no han gastado de casa. Tenemos dos dosis más. Cualquiera hubiéramos hecho lo que ellas.

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Estaría de ver que ya estuvieran vacunados los ‘peces’ del Consejo de Ministros, los diputados del Congreso y los altos cargos y cargas de otras instituciones. También sería desagradable sorpresa que se hubieran vacunado quienes mucho han ‘ladrado’ contra las infantas. Duele comprobar que los medios de comunicación no han sido claros con el tema de las dosis extraviadas porque hace pensar en un control férreo y amenazador a los medios que ya ni siquiera existía en el tardofranquismo. ¡Cuánta ‘rata’ y cuánto ratero hay mangoneando las arcas del Estado y campando a sus anchas!

Creo que ya no nos sorprende tanto mangoneo. Ese ADN está incrustado en el histórico de las ideologías del actual Gobierno. Precisamente esas siempre dejan su huella por donde pasan: bien arramplan, o bien destrozan. Nunca es una huella en positivo. En ese descuadre de dosis huele a podrido, y mucho.

Hay sinvergüenzas que siempre hacen negocio; da lo mismo que sea con el hambre, la miseria, la guerra… o la salud. ¡Qué bien ha venido la pandemia a algunos! Desde la venta fraudulenta de test, mascarillas y respiradores por parte de Salvador Illa, unido al caos permanente de encargos y llegada de material sanitario, siempre ha olido a albañal y a reventa. En fin, ya tenemos otro ministerio más: el Ministerio de Vacunas Perdidas.

Autor

Jesús Salamanca Alonso
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