22/11/2024 00:43
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Es sabido que las dictaduras comunistas aparte de ser máquinas de matar son también instrumentos para controlarlo todo y poner precio a ese todo con el fin perverso de quedarse con cualquier bien al precio que ellos pongan. Al no creer en la libertad del individuo lo sojuzgan hasta convertirlo en un paria dentro de una maquinaria monstruosa que lo tritura. Esta reflexión viene a cuento de la última tropelía llevada a efecto por este gobierno de delincuentes que tan sumisamente consentimos sin apenas un pequeño aspaviento de rabia. Lo del récord de la subida de la luz, podría haber sido el detonante de una reacción violenta en masa de esta nuestra cada vez más conformista sociedad, pero ni una protesta medianamente contundente Ellos saben que no pasa nada y siguen tensando una cuerda que por suerte para ellos no se rompe.

El último hecho que es un robo con sumo descaro es la terrible ley de alquileres. Esta ley es un atentado flagrante contra la propiedad privada intentando controlar el precio de los alquileres de todos aquellos ciudadanos que compraron con su esfuerzo y trabajo una segunda vivienda como inversión para un futuro, o una ayuda para complementar los bajos sueldos que un ciudadano medio percibe por su trabajo. Atentar para que ese ciudadano dentro de una sociedad de libre mercado no fije un precio de alquiler de su vivienda y lo hagan estos analfabetos es una barbaridad de muy graves consecuencias. Intervenir en un mercado inmobiliario hasta ahora razonablemente flexible para que estos comisarios comunistas sean los que impongan los precios que ellos dentro de su incapacidad estimen oportunos, es acabar con el mercado de alquiler de una forma gratuita y salvaje. Ellos no entienden el concepto de liberar suelo para edificar viviendas sociales. Eso se hacía en la oprobiosa dictadura de Franco. Estos indeseables entienden de okupas y robos, de delincuencia institucionalizada dirigida desde sus propios organismos. Un ejemplo ¿Recuerdan aquel fraude de la UGT llamado PSV? Son unos cuatreros que saben que su proyecto social de dejarnos a todos en la absoluta ruina va a buen ritmo En los tiempos de la URSS el estado fijaba para sus súbditos hasta el precio del papel higiénico y estos si no reaccionamos de una puñetera vez van a hacernos lo mismo.

En el pacto por aprobar los presupuestos generales del próximo año, presupuestos absolutamente falsos e increíbles, había una condición implícita para apoyarlos que era la ley de alquileres por parte de Podemos y de su responsable ágrafa, a la sazón, la tal Yolanda, ese apoyo daba cuerpo a un gasto disparatado basado en unos índices de previsión de gasto no solo imposibles de cumplir, sino poniendo a este país en una senda de endeudamiento de difícil vuelta atrás con unas leyes ideológicamente infames que nos siguen llevando al caos total.

La ley de reforma de alquileres era pieza importante para el compadreo de los comunistas ayudando con su beneplácito a la aprobación de estos presupuestos de la mentira. Quien iba a pensar solo hace unos pocos años que iban a entrar a gobernar este barco medio hundido ya, esta tropa de delincuentes y además consentido con el voto de una parte de la sociedad desnortada. Yo me pregunto ante esta nueva ley ¿Quién teniendo un piso para alquilar va a dejarlo en manos de esta tropa para fijar el precio que ellos quieran? Creo que muy pocos y de esto al «Exprópiese» del criminal Chávez hay solo un paso. Están arrasando todo y ahora toca acabar con uno de los pilares basados en el ahorro propiciado por el esfuerzo y el trabajo que son los alquileres como pequeña ayuda económica de la gente trabajadora. De eso que conocemos como clase media ya moribunda y que estos se esfuerzan día a día en aniquilar.

Autor

Alejandro Descalzo
Alejandro Descalzo
Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.