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El Correo de España inicia un cuestionario a diferentes personalidades de la vida política y social española con motivo de la concentración de protesta contra Ley de Memoria Democrática frente al Congreso de los Diputados el pasado 14 de julio

Entrevistamos al historiador Rafael María Molina.

¿Cómo valora la concentración de protesta contra la Ley de Memoria Democrática frente al Congreso de los Diputados del 14 de julio?

Me parece una iniciativa absolutamente encomiable y necesaria. Permitirá visibilizar simbólicamente que la gran mayoría de los españoles se opone a una ley tan destructiva desde el punto de vista de la convivencia.

No obstante coincide con el Pleno Extraordinario en el que, inicuamente, se aprobará la ley, toda vez que socialistas y comunistas cuentan con el apoyo de Bildu y otras fuerzas secesionistas con representación parlamentaria. Resulta muy significativo -concluyen los convocantes- que vaya a salir adelante dicha ley gracias al apoyo de la marca electoral de la banda terrorista ETA -en referencia a Bildu- y que vaya a ser ETA la que determine el relato histórico oficial”.

Se trata de un hecho extraordinariamente grave desde el punto de vista simbólico. Algunos venimos advirtiendo desde hace tiempo de que la llamada «Memoria histórica» nunca se detendrá en el ámbito temporal de la Guerra Civil y el Franquismo, sino que más pronto que tarde se ampliará al ámbito del terrorismo etarra.

La nueva ley supone un claro paso adelante en esa dirección. Corremos un evidente riesgo de que dentro de poco la «historia oficial» de la izquierda en España nos hable de los etarras como heroicos jóvenes luchadores antifascistas, contra una monarquía post franquista y de los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado como asesinos y torturadores.

Ya se dan claros pasos hacia la fijación de ese relato. Si no lo impedimos, es muy probable que más pronto que tarde, la izquierda intente que las víctimas de ETA caigan en el olvido . En Cataluña, por ejemplo, ese relato ya se ha instalado casi oficialmente. Admirar a ETA es lo políticamente correcto en Cataluña hoy en día y defender a las víctimas del terrorismo te convierte en un fascista.

La realidad es que actualmente el militante socialista medio en España, sobre todo los militantes más jóvenes (no hablo de los votantes sino de militantes) y ya no digamos de Podemos, siente más simpatía por los miembros de ETA que por sus víctimas, a las que ve como un montón de fachas.

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Tanto es así que han dado en llamar a la nueva ley “Ley de Memoria Batasuna”.

En realidad, en la práctica la llamada ley de memoria democrática va dirigida no ya tanto contra el Franquismo sino contra la Transición, la Monarquía y la Constitución. Extender supuestamente el Franquismo hasta 1983 supone una novedad muy importante y significa la deslegitimación de toda la Transición, considerada ahora con esta ley, al menos simbólicamente, como una mera continuación del Franquismo. Incluso aunque parezca increíble queda deslegitimado en gran medida el propio PSOE de la época. No es exagerado afirmar que esta ley significa un paso importante hacia una III República, siempre dominada por la izquierda.

Cuando Felipe VI la firme habrá firmado su propia ilegitimidad. Por otra parte no olvidemos que esta nueva ley obligará a todos los españoles a indemnizar como «víctimas» a un gran número de simpatizantes proetarras, cuando no de militantes etarras, que ahora serán considerados como las auténticas víctimas supuestamente de asesinatos y torturas. Desde el punto de vista simbólico el cambio de paradigma es total.

Los convocantes entienden que la Ley de Memoria Democrática viene a endurecer la vigente Ley de Memoria Histórica. ¿Qué consecuencias prácticas considera que va a tener?

Vamos a ver qué consecuencias legales concretas tiene esta nueva ley. Hay que tener en cuenta que el Consejo de Estado advirtió al Gobierno de Pedro Sánchez hace un año que pretender socavar o directamente acabar con la libertad de imprenta o cátedra es abiertamente ilegal, así como que no se puedan escribir libros que valoren y expliquen con rigor la política económica, social o de infraestructuras del Franquismo. También advirtió que pretender ilegalizar la Fundación Franco de un plumazo, sin que medie un proceso judicial, es inaceptable.

¿Por qué supone un gran atentado contra los derechos y las libertades fundamentales de los españoles como son el derecho de asociación, la libertad de cátedra, la libertad religiosa, la libertad de imprenta, la libertad de expresión y difusión de ideas, etc. ?

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Supone un claro riesgo por lo menos a priori en todos esos ámbitos. Pero al margen de las consecuencias legales concretas, es evidente que la monarquía de Felipe VI queda muy tocada. Si se pretende establecer que todo lo que hicieron los Gobiernos de Franco fue ilegal e ilegítimo, no tiene mucho sentido que se haga una excepción precisamente con la disposición legal más importante de toda la historia del Franquismo; la que nombraba a Juan Carlos de Borbón, sucesor de Franco a título de rey, instaurando una monarquía que llega hasta hoy en día.

No obstante, PP y VOX tampoco deberían renunciar, mientras la ley esté en vigor, a aprovechar los huecos legales de la misma en los territorios que gobiernan. Por ejemplo dignificar el monumento a las víctimas de Paracuellos será legal, así como exhumar a víctimas de la represión republicana y eliminar a nivel municipal las calles y monumentos a figuras comunistas. Todo ello no se debe descuidar.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.