20/09/2024 11:49
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Caravana de mujeres es una estupenda película estadounidense, creo que del año 1951, dirigida por William Wellman y protagonizada por el guapísimo Robert Taylor, el siempre solvente John McIntire y un amplio conjunto de actrices no muy conocidas (Hope Emerson, Julie Bishop, Denise Marcel, etc.). La historia es relativamente sencilla, en un valle de California la población que ha colonizado el lugar es mayoritariamente masculina y el fundador decide viajar al este para traer mujeres con las que dar continuidad a esa comunidad, para lo cual contrata a un guía que las conduzca, bajo innumerables peligros y retos, en un trayecto de miles de kilómetros. 
 
Empecemos con las curiosidades «ajenas» a la película.  Resulta que en Plan un pueblo altoaragones un grupo de mozos vieron esta película (no se si en el teleclub, o en un bar del pueblo) y se les ocurrió la idea de que para paliar la abundancia de mozos solteros organizar una especie de fiesta a la que acudieran mujeres casaderas con el fin de coadyuvar a la formación de matrimonios que dinamizaran, a nivel generacional, el municipio. La idea tuvo una repercusión mediática tremenda y fue luego imitada en muchos otros lugares con similar problemática. 
 
Tal fue su popularidad que hasta un conjunto musical aragonés «Puturru de fua» saco una canción «Los chicos de Plan» que, en su tono habitual humorístico, narraba, a su modo, el suceso del pueblo oscense. 
 
Respecto a mis impresiones sobre la película, no pueden ser más favorables. Se visualiza el endurecimiento, y hasta cierto embrutecimiento, en el carácter de las mujeres ante las penalidades y rigurosidad del trayecto. Se transmite en la cinta como las severisimas condiciones del trayecto condicionan una notable evolución psicológica, en el carácter, y en la actitud de las mujeres. Robert Taylor esta imponente en su papel de Buck Wyatt, el guía de la caravana, y después de haberla visto resulta muy difícil ver a otro actor en ese papel. El conjunto final artístico y técnico es de primer nivel conteniendo escenas de gran intensidad dramática junto a otras que muestran las penurias soportadas durante tan extenuante viaje. Hay algunos toques de humor para aligerar la carga emotiva general de la película. 
 
Por último, y a modo de despedida, no citaré en esta ocasión un diálogo, aunque los tiene de gran calidad, si no mencionaré una escena de enorme intensidad dramática y emotiva, de esas que te ponen un nudo en la garganta. En la caravana viaja una mujer de origen italiano con su hijo, que vendrá a tener 10 o 12 años, la cuestión es que por un desafortunado accidente, mientras están aprendiendo a disparar las mujeres, el chico muere. Siendo este hecho dramático el que quiero resaltar sucede mucho después, prácticamente al final del viaje: resulta que una de las mujeres lleva gafas y mientras se las quita para asearse otra a mala leche las tira al suelo y se las rompe, automáticamente empiezan a pelearse a puñetazo limpio (de una manera que muestra esa evolución del carácter de las mujeres que indicaba antes), como si fueran dos hombres a lo bruto. El resto de las mujeres hace el clásico corro y nadie es capaz de hacer nada para separarlas, en ese momento la mujer italiana, que llevaba sin hablar desde la muerte de su Hijo, se interpone y en italiano (no sabe inglés) les habla con enorme emoción sobre su Hijo, de la pérdida tan gran grande que ha sufrido motivo por el cual se encuentra con el corazón roto y totalmente desdichada (yo como no se italiano no les puedo detallar exactamente lo que dice, y relato mi impresión personal). Automáticamente cesa la pelea y todas callan. 
 
Ánimo a quien no conozca esta excelente película a su visionado, y para quien ya la conozca seguro que encontrará justificado «alistarse» de nuevo a la Caravana de mujeres. 
 
P.D.: Disculpen cualquier imprecision, porque escribo solamente con la ayuda de mi memoria y hace casi dos lustros que la vi por última vez. 

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REDACCIÓN
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