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Solo dos Naciones, cuando eran las más importantes del mundo, como lo fue Roma, con su Imperio, durante más de 400 años y como lo fue Castilla, junto a sus reinos, antes de la integración de España, como Nación unidad, han sido conquistadoras, respetadas, temidas y admiradas, dejando huellas imperecederas.

España, no solo ha respetado su gran Legado, como el que dejaron los árabes, sino que lo ha reconstruido, lo ha cuidado y lo ha dejado ha mantenido, para generaciones venideras y para la Historia futura mundial.

A diferencia de otras conquistas, por otros Países, en los que solo les valía el robo, la rapiña y la destrucción, caso más siniestro el que esquilmaban los gabachos, en España, Rusia y Países que intentaban conquistar. Francia, junto a Inglaterra, han sido durante toda su historia, los más ladrones y destructivos sobre la tierra.

Los gabachos, han esquilmado en España todos los monumentos y luego los h. de p., los han quemado o destruido totalmente.

Éstos dos Imperios únicos, no solo se limitaron a la conquista, sino que dejaron un enorme Legado cultural y monumental. Dejaron su idioma, como el Latín o el Castellano, pero algo más, mucho más, asumieron que eran pueblos propios y por tanto, los llenaron de todo tipo de edificaciones, además de la cultura, el desarrollo y la modernidad de cada época.

Es cierto, que ambos Imperios, también sacaron de la tierra conquistada, lo valioso que pudieron. No olvidemos, que el Imperio Romano, sacó todo el oro, con cientos de minas al noroeste de Hispania, que constituyó una riqueza mineral sin igual, también sacó plata, cobre, plomo, cinabrio, hierro, estaño, ..

Hispania, era una tierra rica y muy apreciada. Antes fueron los fenicios, griegos y cartagineses, en particular explotaron las riquezas argénteas del área de Qart Hadsht, Cartagena y Cástulo (actual Linares, Jaén)

Estrabón describió en su “Geografía” las explotaciones de plomo argentífero de la primera de ellas, en la que trabajaban 40.000 obreros y ocupaba varios kilómetros cuadrados, de la que se extraía cada día el extraordinario beneficio de 25.000 dracmas, 80 kilogramos. Los mineros trabajaban noche y día, quedando sus turnos marcados por las lámparas de aceite que les servían de iluminación. De la mina de Baebelo en Cástulo se extraían al día 100 kilogramos de metal argénteo, y la moneda acuñada en Gadir, Cádiz, que hasta ese momento se batía en cobre, comenzó a emitirse en plata, y famosas por su belleza y su calidad fueron las acuñadas en Cartagena.

Las villas, termas, templos, murallas, anfiteatros, puentes o acueductos que salpican todo el territorio español son parte de un patrimonio inmortal, que ha sobrevivido al paso de los siglos y que hoy sigue maravillando al mundo.

También dejaron cultura y monumentos los árabes en España, siendo los más emblemáticos la Alhambra de Granada. y la Mezquita de Córdoba, aunque en este caso, destruyeron una iglesia visigoda, valiéndose de sus materiales.

La Mezquita de Córdoba, hoy catedral cristiana, no ha sido destruida, sino que la han mantenido, introduciendo y mezclando Catedral cristiana con Mequita árabe.

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.


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