Los golpistas ya están en libertad riéndose de todos los españoles y preparando su nuevo ataque a España. Por Jesús Muñoz

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La puesta en libertad prácticamente total de los golpistas-separatistas catalanes, recordemos que también hay otros golpistas-separatistas catalanes que están en libertad fuera de España desde hace casi tres años, en lo que ellos le llaman exilio, siendo en realidad unas vacaciones pagadas con nuestros impuestos, esta libertad de la que gozan los enemigos de España, estos y otros enemigos de España, es tan injusta e indignante como esperada y previsible, y hasta lógica en este sistema injusto, corrupto y antiespañol.

Algunos advertíamos hace casi tres años que todo esto iba a ocurrir, como siempre comento, no porque seamos muy listos, sino porque simplemente nos hemos negado a taparnos los ojos, los oídos y obstruirnos el cerebro desde hace décadas como parece que sí que ha hecho la inmensa mayoría de los españoles, y lo han hecho, lo de vivir en una realidad paralela muy democrática y tolerante, con un entusiasmo y un fervor digno de mejor causa.

Lo advertíamos hace casi tres años, ojo, con el Partido Popular en el poder, Pedro Sánchez entonces simplemente estaba en la oposición, cuando se volvió a frenar al pueblo como cuando el asesinato de Miguel Ángel Blanco, la semana pasada hablamos de ello, un pueblo al que de nuevo se le envió a su casa cuando estaba a punto de hacer justicia, esa justicia desaparecida en España durante la democracia.

En ambos casos, el de Miguel Ángel Blanco y el del separatismo catalán, con un golpe de estado ya dado, se hizo lo mismo y tras aparentar que se había llegado al “san se acabó” y que a partir de ese momento todo sería distinto, lo que realidad se hizo es una nueva obra de teatro para que todo quedara igual. Teatro pactado entre todas las instituciones del régimen del 78 con el manejo de los que mueven los hilos desde fuera de España, esos enemigos seculares de España que han dejado su sello y su mandil en el aquelarre masónico del pasado día 16, en lo que han presentado como un homenaje a las víctimas del coronavirus, y en el que sólo ha faltado a un gran maestro de la logia de turno arrojando un bebé al pebetero en esas ceremonias satánicas.

Los golpistas ya están en libertad riéndose de todos los españoles y preparando su nuevo ataque a España o, mejor dicho, su nueva etapa en el continuo ataque a España que se inició hace 45 años de manera institucional. Están en libertad porque intencionada y exclusivamente se dejó en manos de unos tribunales prevaricadores e injustos la resolución de este golpe de estado, un Tribunal en este caso el Supremo que es el que ha deliberado y el que emitió la sentencia, Tribunal Supremo, que, recordémoslo, condenó a cuatro años a los patriotas de Blanquerna por reivindicar la unidad de España en un acto separatista. Tribunal Supremo que tiene que dictar una nueva sentencia para este caso Blanquerna, tras el varapalo que le dio el Tribunal Constitucional (como sería de injusta la sentencia que hasta el Constitucional se la removió), pero que visto lo visto no esperemos que sea justa tampoco.

Están en libertad estos golpistas-separatistas porque no se les acusó de lo que se les debería haber acusado, ya que el delito de rebelión se cayó del menú desde el primer momento, pese que el PP tricolor (el azulito, el naranja y el verde) insistían en que se confiara en los tribunales.

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Están en libertad porque se aplicó tarde y mal el artículo 155, y es que se aplicó para lo que se aplicó, para acallar al pueblo que se había rebelado contra la injusticia y estaba en la calle indignado y con una respuesta general patriota como jamás se había visto en los últimos 40 años y que había que mandarlo a casa con un caramelo para que se callara, y ese caramelo era el artículo 155.

Está en libertad porque no se legalizó a los separatistas tras el golpe, antes, por supuesto, mucho menos, pero ni siquiera tras el golpe. Y se les dejó presentarse a las elecciones y lógicamente las ganaron con el apoyo de sus medios de comunicación, que tampoco se cerraron, y de todas las instituciones del régimen del 78.

Están en libertad porque se ha permitido que esos golpistas, primero, formarán gobierno otra vez en Cataluña y, segundo, que desde ese gobierno hicieran todo tipo de tropelías y no se destituyera ese gobierno separatista pese a continuar su actitud reiterada y contundente de ataques a la unidad España, de no cumplir las leyes ni las sentencias de los tribunales.

Están en libertad porque se ha permitido que la Generalidad de Cataluña mantenga, entre otras, las competencias en materia penitenciaria.

Y están en libertad, sobre todo y ante todo, no porque los separatistas sean unos chulos indecentes, que obviamente lo son, sino porque desde 1975, por no retrotraernos a movimientos políticos antiespañoles anteriores y previos a la muerte de Franco, a los separatistas y demás enemigos de España se les ha concedido absolutamente todo en materia legal, educación, social, orden público, financiación, cultura, de la administración de justicia, manipulación de los medios de comunicación, el desmantelamiento absoluto de las fuerzas armadas, convertir a un pueblo ejemplar en una manada borreguil que salvo contadas excepciones no reaccionan ni cuando les violan, ni cuando les roban, ni cuando les matan…

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Y están en libertad porque frente a los enemigos de España se enarbola como única bandera y como único escudo la Constitución del 78 y este régimen democrático, cuando han sido esta democracia y esta constitución, precisamente, las causantes de esta situación, han sido esta constitución y esta democracia unas armas magníficas e imprescindibles, y si me apuran, de destrucción masiva para la destrucción de España.

Por eso, algunos estamos continuamente en la calle, no hay que esperar a septiembre a ver si alguien nos saca, algunos estamos continuamente en la calle y allí donde sea necesario. Mañana mismo, lunes 20 de Julio a las 9 de la noche. tenemos nuestro tradicional acto de homenaje a los caídos del Cuartel de la Montaña, aquí en Madrid, en el Templo de Debod de la calle Ferraz, que lejos de ser un acto nostálgico es un acto de rebelión ante todo lo que está ocurriendo. Pero, por supuesto, también es un acto de construir un futuro unidos, porque no nos podemos quedar exclusivamente en lamentarnos, hay que salir a la calle, hay que rebelarnos, porque somos los patriotas los únicos que podemos proponer y encontrar soluciones a la situación actual, es decir, conseguir una España unida, en orden, por la justicia social y sin miedo a sus enemigos.