21/11/2024 19:50
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La actual Colombia, bajo el prudente liderazgo del Presidente de la República, Gustavo Petro (al que algunas pérfidas hienas se empeñan en desprestigiar hablando de forma sesgada su pertenencia a organización política armada(M19) o de forma más cínica y siniestra diciéndonos que »él no es Jesucristo e incluso a Jesucristo lo mataron», para dar a entender que no puede hacer lo que dijo) como digo, nuestra querida Colombia tiene un objetivo político esencial que va de frente contra las élites globalistas:
Unidad Nacional de Frente Amplio.
Fue ya una sorpresa, para »las adoradoras de matrias y pachamamas que se mueven por la colombianidad» que en la Toma de Posesión de Petro estuviese presente, entre las más importantes autoridades, el Nuncio o Embajador de la Santa Sede en Colombia, y junto con él varios obispos colombianos y de la CELAM.
Uno de estos obispos fue Mons. Juan Carlos Barreto, Obispo de Soacha en la Provincia Eclesiástica de Bogotá, y que recientemente hizo un Informe enfocado al principal objetivo político del Presidente Petro:
Unidad de Colombia frente a las élites globalistas y usureras.
A continuación pasamos a publicarlo y a analizarlo:

»Constatar que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo, y que el 39 % de la población colombiana vive en la pobreza, invita a pensar en las verdaderas causas del empobrecimiento del país y en las soluciones que se deben dar para transformar las condiciones de vida del pueblo colombiano».
Dentro del Programa de Unidad Nacional frente a las élites, el aspecto socioeconómico es esencial y Mons. Barreto, bien informado y comprometido con las necesidades de su pueblo, lo sabe y lo analiza.

»Es de conocimiento público que los megaempresarios colombianos siempre han estado en contra de las reformas tributarias que les toquen el bolsillo y afecten sus abundantes dividendos y sus tradicionales exoneraciones».
En su segundo párrafo, Mons. Barreto, ya señala una de las primeras causas del empobrecimiento de Colombia y de su Pueblo:
Los megaempresarios colombianos, algunos de los cuales están asentados física y jurídicamente fuera de Colombia, en Londres, Berlín o París (curiosamente no en ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla) y dedicándose a la finanza o sectores como la seguridad y las telecomunicaciones.

»Recientemente, el Presidente de la ANDI ha tenido a su disposición amplios espacios en diversos medios de comunicación hablando de la catástrofe que significaría que el actual Gobierno realizase una reforma tributaria en la que se recaudasen 25 billones de pesos.
En este contexto, se puede afirmar que la propuesta de reforma tributaria que se realizó el año 2021 produjo un estallido social, y la actual propuesta de reforma está produciendo un estallido de las élites».
¡Qué frase más magistral la de este Obispo de la Santa Iglesia Católica!:
La actual reforma está produciendo un Estallido de las Élites.
Esto es lo que a los traidores, a los que no tienen sentido alguno de Pueblo ni Patria, a los que sólo les preocupa su bolsillo y el »Qué hay de lo mío» les molesta, y por eso pretenden ahora, o ya antes, boicotear el Gobierno Petro manchando su imagen y la de la Colombia fuera de Colombia, en especial en España.

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»El punto de vista aquí presentado no pretende ser un análisis sobre toda la reforma tributaria, sino sobre la posibilidad de aporte de los sectores económicos con mayores posibilidades. Bien sabemos que la sola reforma tributaria no es suficiente si no se logran atacar la corrupción, la elusión y evasión».
Algunos de los antiguos socios del Presidente Petro, y de aquellos que esperan »una recompensa» en forma de empleo gubernamental, diplomático o consular, se encuentran ahora con que no sólo no la tienen sino que han de seguir trabajando por su prójimo colombiano. Así han informado a este Digital empresarios colombianos y venezolanos, y personal diplomático con experiencia.

» Para un análisis objetivo es absolutamente necesario tener en cuenta los datos de la Superintendencia de Sociedades, la cual ha informado que las mil empresas más grandes del país obtuvieron utilidades por 98 billones de pesos en el año 2021, y que esas mil empresas han obtenido utilidades por 370 billones de pesos en los últimos seis años (la ganancia en billones, según el año, ha sido: 2016: 45, 2017: 45, 2018: 68, 2019: 69, 2020: 45, 2021: 98).
Por consiguiente, se quedan sin fundamento las falsas alarmas del sector empresarial, al cual Petro no le pide que deje de recibir utilidades. Lo que se requiere del alto empresariado colombiano es que sean leales y amen a su Pueblo, aunque algunos no estén en Colombia».
Una vez más, Mons. Barreto deja clara la actitud que debe tener todo el empresariado colombiano, tanto en Colombia como fuera, de ser leal.
Además, Mons. Barreto mostra un profundo conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia, de gran utilidad para los pueblos.

»En el caso del sector financiero, según la Superintendencia Financiera de Colombia, a cierre de mayo de 2022, los activos del sistema financiero alcanzaron $2.461,5 billones.
De este valor $1.221,5 billones (49,6 % del total) corresponden a recursos propios de las entidades vigiladas, mientras que los recursos de terceros, incluyendo activos en custodia, alcanzan los $1.240 billones (50,4 % del total).
Respecto a los terratenientes, según un estudio realizado por Oxfam (ONG internacional que trabaja para combatir la desigualdad) con base en las informaciones del DANE correspondientes al censo agropecuario del año 2014 (los datos más actualizados de los que dispone el país) en Colombia el resultado es dramático: el 1% de las explotaciones agrícolas de mayor tamaño ocupa el 81% de la tierra, mientras el 99% ocupa tan solo el 19%.
De otra parte, los grandes (de más de 500 Ha) ocupaban 5 millones de hectáreas en 1970 y en 2014 pasaron a ocupar 47 millones.
En el mismo periodo su tamaño promedio pasó de 1.000 a 5.000 hectáreas».
Visto esto último escrito por el Obispado de Soacha, indudablemente, Colombia es un país de terratenientes y usureros, anglosajones y afrancesados, que en los últimos dos siglos se han dedicado a amasar fortunas, a acaparar propiedades por Bogotá y en otros Departamentos como Santander, y a montar negocios en Colombia y fuera, a costa de los colombianos.

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»Otros ricos, dentro de los cuales están empresas que no hacen parte de las mil más grandes del país, son los grandes comerciantes, los herederos de grandes fortunas, algunos profesionales y otras personas naturales que también gozan de generosos beneficios, y podrían hacer un aporte significativo al país».
Poco más hay que añadir a lo último mencionado salvo que si algún colombiano con empresas y propiedades »modestas y medias» piensa que todo lo anterior no le afecta, pues él no es megaempresario, se equivoca, sea que esté en Colombia o fuera de ella.
Como conclusión, hago mías parte de las últimas palabras de Mons. Barreto:
No escribo este artículo como economista, ni como un Defensor del Gobierno de Colombia, pues me identifico más con el asesoramiento propio de un hijo de la Iglesia Católica al servicio de los suyos. Además, tengo una posición crítica, de entrada, frente a todos los gobiernos, valorando lo positivo y rechazando lo injusto. Mis reflexiones surgen del análisis de los datos oficiales y del contacto con colombianos en diversas provincias hispanas. Me preocupa la desinformación que difunden muchos medios de comunicación, los sectores político-económicos al servicio de esas élites de empresarios, banqueros y terratenientes, y la intoxicación o subversión de determinados »agentes y agentas» de servicios de espionaje sometidos a esas élites globalistas anglosajonas.
De este tema, Dios mediante, hablaremos en próximos artículos para los que este Digital está manteniendo muy interesantes entrevistas por diversas localidades de nuestra geografía hispánica… Y lo está haciendo a pesar de determinadas zancadillas y amenazas cada vez menos veladas.

Autor

Daniel Ponce Alegre