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Este 30 de noviembre se conmemora el 82 aniversario de la muerte de Corneliu Codreanu, el dirigente de la Guardia de Hierro rumana, y quizá el caso más claro de los líderes que escribieron con el ejemplo.

Merece la pena recordar al «Căpitanul» («el Capitán»), como era conocido Codreanu en su vida, el gran líder de la organización nacionalista rumana Legión de San Miguel Arcángel, más conocida como Guardia de Hierro, que fue el fascismo rumano.

Corneliu Zelea Codreanu nació en Huşi, Rumania, el 13 de septiembre de 1899. De ascendencia campesina, Codreanu era hijo del profesor Ion Zelea Codreanu, un profesor universitario nacionalista, y de Elizabeth Brunner. A los trece años ingresó en el Liceo Militar «Minastire Dealului»; intentó alistarse voluntario en el ejército al entrar Rumania en la Primera Guerra Mundial en 1916, pero al no tener la edad reglamentaria fue rechazado. Se unió al 25 Regimiento de Infantería de Vaslui, donde su padre servía con el grado de Capitán. A la firma del armisticio con los poderes de la Triple Alianza, Codreanu regresó a Moldavia para terminar su formación en el Liceo. El 1 de septiembre de 1917 fue admitido en la Escuela Militar de Botoşani, y en otoño de 1919 ingresó en la Universidad de Iaşi para estudiar Derecho.

Bajo la influencia del político y académico Alexandru C. Cuza, el ideólogo de la organización nacionalista ortodoxa Liga de la Defensa Nacional Cristiana, Codreanu fundó un movimiento estudiantil de inspiración similar, llamado Guardia de la Conciencia Nacional. A diferencia de otros movimientos de corte fascista que se desarrollaban en aquel entonces en Europa, la Liga y la Guardia adoptaron una postura fuertemente religiosa, con tintes de misticismo, centrada en la defensa de la Iglesia Ortodoxa Rumana. Su anticomunismo y su antisemitismo garantizaron el apoyo sobre todo de los campesinos. En junio de 1922 Codreanu obtuvo su grado, y se trasladó brevemente a Jena (Alemania) para estudiar Economía política.

El 4 de marzo de 1923, Cuza dio forma final a la Liga, y ésta se convirtió en un partido político del cual Codreanu sería el segundo a cargo. El 14 de junio de 1925 contrajo matrimonio con Elena Ilincu; poco después marcharía a Grenoble para proseguir su doctorado. A su regreso, el 24 de julio de 1927, rompió sus relaciones con Cuza para organizar un nuevo partido político, la Legión de San Miguel Arcángel o Legión del Arcángel Miguel (Legiunea Arhanghelul Mihail), organización conocida más adelante como Garda de Fier (Guardia de Hierro), que fue un activo movimiento nacionalista de carácter religioso que se convirtió en un partido político rumano, pero que fue mucho más que un partido. Organizada militarmente, a la manera de otros movimientos fascistas, la Legión tenía en Codreanu su «Capitán»; y el sentido religioso y la disciplina se sumaban a la organización de milicia para dar forma a un movimiento sumamente compacto. Así, los adeptos y miembros del movimiento eran llamados «legionarios». Sus miembros llevaban uniformes verdes (considerados un símbolo de renovación y rejuvenecimiento, y por sus uniformes se ganaron el apodo de “los camisas verdes”, en rumano “Cămăşile verzi”), y se saludaban entre ellos con el saludo romano. El símbolo principal utilizado por la Guardia de Hierro fue una cruz triple, representando barras de prisión (como escudo del martirio), a veces llamada «la Cruz del Arcángel Miguel«.

 La doctrina del movimiento legionario en Rumanía fue «la creencia en Dios, la Nación y el País». Su objetivo era la renovación espiritual y moral y la creación de un nuevo individuo. Querían modificar la estructura espiritual de los individuos en el sentido de hacer del individuo una mejor persona, más inteligente y más honesta. Al liderazgo carismático de Codreanu se sumaba el don natural de un hábil propagandista. Escribió varios libros y manuales, entre ellos el “Manual del Jefe”, destinado a la orientación espiritual y política de los jóvenes legionarios, expresándose así:

«La Legión es una organización basada en el orden y la disciplina.

La Legión está guiada por un nacionalismo puro, que surge del amor ilimitado de Nación y País.

La Legión quiere despertar todas las energías creativas de la Nación para la batalla.

La Legión defiende los altares de la Iglesia que nuestros enemigos quieren derribar.

La Legión se arrodilla ante las cruces de los valientes y mártires de la Nación”.

Organizó una amplia red de actividades, enlazando las procesiones religiosas, las marchas militares, el trabajo voluntario en áreas rurales y la elaboración de himnos religioso-políticos para difundir el ideario de la Legión, opuesto al comunismo, al judaísmo, al liberalismo político y al gobierno parlamentario, al que acusaban de corrupto y clientelista.

En marzo de 1930, Codreanu formó la «Guardia de Hierro» como una rama paramilitar y política de la Legión para liberar Besarabia, invadida y ocupada por Rusia; y así este nombre llegó a aplicarse para la Legión entera. Su activismo cruzó la frontera hacia la lucha armada en la Pascua de 1930, cuando la Guardia de Hierro comenzó a ejercer actividades de hostigamiento contra la oposición. Para los jefes de la Guardia de Hierro se aplicaba un voluntario estilo de austeridad; los mismos no debían nunca mostrarse en público divirtiéndose en teatros y fiestas profanas. No debían hacer ostentación de lujo y de riquezas. Tampoco se veía bien el mismo matrimonio, puesto que debía disponerse de sí mismos hasta el fondo.

Uno de los rasgos característicos de todos los fascismos es el culto a la acción, la filosofía de la acción. Así, Giovani Gentile, ideólogo oficial del régimen fascista italiano, escribió en un artículo suyo que “En el fascismo, pensamiento y acción coinciden perfectamente”. Pues bien, en esa misma tónica, los “hombres del Capitán”, los legionarios rumanos de la Guardia de Hierro, en su cosmovisión fascista, en sus “leyes fundamentales”, aún sin conocer posiblemente las opiniones de otros movimientos similares, escribían: “Habla poco, di lo que sea necesario cuando sea necesario. Que tu oratoria sea la de los hechos. Actúa: deja que los demás hablen. Camina únicamente por la senda del honor. Lucha, no incurras nunca en la vileza”. En otro de sus textos básicos, el “Manual del Jefe”, completa este criterio: “El legionario no polemiza con nadie. Desprecia a los politicastros y no se deja arrastrar a discutir con ellos (…) Ama la muerte porque su sangre servirá para la edificación de la Rumanía legionaria”.

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En diciembre de 1930 estas actividades llevaron al Consejo de Ministros a tomar la resolución de disolver ambas organizaciones.

Debido a su crecimiento, la Legión fue prohibida en enero de 1931, y Codreanu y un numeroso grupo de afiliados fueron detenidos, y el local de la organización clausurado en febrero de 1931. Sin embargo, los cargos no pudieron probarse, y todos los acusados fueron absueltos, aunque la organización debió cambiar de nombre para evitar la proscripción. La organización actuó en política, y en junio de ese año la Legión se presentó a elecciones parlamentarias con el nombre de Grupo de Corneliu Zelea Codreanu, obteniendo 35.000 votos en algunos distritos de Moldavia y Besarabia. En el mes de agosto, y en las elecciones parciales de Neamt, el movimiento resultó primera fuerza en el distrito, consiguiendo 11.300 votos.  Codreanu fue así elegido diputado por primera vez en Neamt County el 31 de agosto de 1931.  La Guardia de Hierro fue disuelta por segunda vez en marzo de 1932 por el gobierno Iorga-Argetoianu. Muchos legionarios fueron arrestados. A pesar de todo, el padre de Corneliu llegó a ser el segundo diputado legionario que ganó en las elecciones de Tutova.

El 17 de julio de 1932, la Legión (llamada ya oficialmente Guardia de Hierro) obtuvo 70.000 votos y cinco escaños en las elecciones generales. Codreanu, el 4 de diciembre de 1933, distribuyó un memorándum en el cual criticaba el terror del gobierno liberal de I.G. Duca contra la Guardia de Hierro. Las proclamas de la Legión llevaron al Primer Ministro de Rumania, Ion Duca a decretar el 10 de diciembre de 1933 la disolución de la misma. La Guardia de Hierro era prohibida por tercera vez y excluida de participar en las elecciones. Aproximadamente 18.000 legionarios fueron arrestados y encarcelados sin una orden de arresto. Muchos de ellos fueron asesinados. Como reacción por prohibir la Guardia de Hierro, el 29 de diciembre, Duca fue asesinado mientras esperaba un tren en la plataforma de la estación de tren de Sinaia. En el escándalo subsiguiente, el gobierno creó un Comité Nacional Antifascista, y disolvió todas las organizaciones vinculadas a la Guardia de Hierro. Codreanu fue absuelto de los cargos por asesinato, y en 1935 refundó el movimiento con la creación del partido Totul pentru Tara («Todo por la Patria»), bajo la presidencia del General Gheorghe Cantacuzino.

El 24 de noviembre de 1936 un grupo de siete comandantes legionarios viajaron a España para luchar con los españoles del bando nacional contra el comunismo. Dos de ellos murieron allí, en el frente de Madrid el 13 de enero de 1937: Ion Moţa y Vasile Marin.

En los años siguientes, Codreanu y su organización entraría en un complejo juego de alianzas con el Partido Nacional Agrario, el Partido Nacional Campesino y la LDNC de Cuza, obteniendo buenos resultados en las elecciones de 1937. Durante esos dos años redoblaría su acción de base, creando campos de trabajo y abriendo cadenas de pequeños comercios vinculados al partido como medio para obtener fondos y vincular a posibles miembros. En 1937, con más de un 15% de los votos, TpT sería el tercer partido más importante de la nación.

En la creciente situación de tensión en Europa Central, a comienzos de 1938, el rey de Rumania, Carol II se entrevistó con Hitler, quien le sugirió que se alinease con la política del Tercer Reich otorgando poderes de gobierno y policía a la Guardia de Hierro. A su regreso, el 18 de febrero, el rey abolió la Constitución y asumió todos los poderes de gobierno, dando lugar a una dictadura. El 21 de febrero de 1938 Codreanu se vio forzado por las circunstancias a disolver el partido Totul pentru Ţară. El profesor Nicolae Iorga (1871-1940), el 30 de marzo de 1938 inició un proceso contra Codreanu debido a una carta en la que Codreanu denunciaba la actitud del profesor Nicolae Iorga como injusta. En vez de una respuesta, el profesor Nicolae  Iorga abrió un proceso contra Codreanu, que acabaría en el asesinato de éste. Por ello, dos años después, el 27 de noviembre de 1940, Iorga será asesinado por un comando de legionarios de la Guardia de Hierro, puesto que el proceso que abrió el profesor Iorga contra Codreanu terminó con el asesinato de éste, si bien en años recientes, los apologistas de la Guardia de Hierro han supuesto que el asesinato del profesor Iorga fue llevado a cabo a las órdenes no de los fascistas, sino de Stalin, dado que Iorga se opuso a las cesiones territoriales de 1940.

Tras la disolución del Parlamento y el establecimiento de una monarquía dictatorial por el rey Carol II en 1938, el 28 de abril, Codreanu, junto con casi todos los comandantes legionarios, fue detenido y encarcelado, siendo condenado el 27 de mayo a 10 años de trabajos forzados por «el crimen de traición y humillación contra el orden social y por crimen de rebeldía».  Conducido a la fortaleza-prisión de Jilava, se le trasladó poco después a la cárcel de Rimnicul-Sarat. Durante su encierro practicó la oración y la lectura del Evangelio, logrando una gran conexión con lo trascendente, como él mismo narra en su diario:

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“Acabo de leer ahora las Epístolas del apóstol San Pablo, de donde he sacado pruebas decisivas sobre la existencia de la resurrección y el poder del Redentor Jesucristo. Casi en cada Epístola empieza diciendo: “Yo, el encarcelado, que me hallo entre cadenas por la fe en Cristo, Señor nuestro”. En otra escribe a Timoteo: “Date prisa en venir pronto a mí”. También él sentía deseo de ver a alguien. “Cuando vengas tráeme el abrigo”. También él tenía frío en su celda”.

En la noche del 30 de noviembre de 1938, Codreanu y otros 13 legionarios fueron asesinados por los gendarmes en el bosque de Tâncăbeşti, aparentemente en el curso de un intento de fuga, en el que fueron asesinados por los guardias bajo la orden directa del Ministro del Interior, Armand Calinescu. Y seguidamente comenzó una serie de asesinatos contra miembros de la Guardia de Hierro. La explicación oficial fue que cayeron en un tiroteo al intentar escapar, pero la mayoría de las fuentes confirman que la acción y el asesinato de Codreanu y sus camaradas encarcelados con él fue orquestada y ordenada por el rey Carol II. Los disturbios consecuentes llevaron al asesinato del Primer Ministro rumano Armand Calinescu el 21 de septiembre de 1939, y a violentas acciones contra los legionarios.

En setiembre de 1940 se instauró el Estado Nacional Legionario, basado en la ideología de Codreanu, con Antonescu como Conducator (Caudillo), y con Horia Sima como Comandante del Movimiento Legionario y Vicepresidente del Gobierno. Conflictos internos entre el ejército y la Guardia de Hierro llevaron a que el 15 de febrero de 1941 el Estado Nacional Legionario fuera abolido.

El sucesor de Codreanu como jefe de la Guardia de Hierro fue Horia Sima (1906-1993), que fue Vicepresidente del Consejo de Ministros de Rumania en 1940-41, y que al finalizar la guerra logró llegar a España, donde vivió el resto de su vida, falleciendo en Madrid el 29 de noviembre de 1993. La importancia de Horia Sima está en que fue el sucesor de Codreanu y el líder de la Guardia de Hierro de 1938 hasta 1945.

En 1940, el jefe de gobierno y Primer Ministro en Rumania fue el Mariscal Ion Antonescu (1882-1946), el cual había sido nombrado Mariscal por el rey, por la recuperación de Bucovina y Besarabia. Gobernó en Rumania de 1940 a 1944, en alianza con el Eje, y por tal motivo fue fusilado en 1946.  Antonescu fue el que decidió la entrada de Rumania en la Segunda Guerra Mundial, que él llamó «la santa guerra para la reintegración territorial», siendo las potencias del Eje los únicos que ofrecieron garantías a Rumania para la devolución de los territorios anexionados por la Unión Soviética en 1940.

Codreanu fue elevado, con toda justicia, al status de mártir. Moralista más que político, Codreanu veía la revolución sobre la única base de la renovación del hombre mismo, y no de la infraestructura económica. Por eso decía: “El país muere por falta de hombres, no por programas políticos… No debemos crear programas nuevos sino hombres nuevos”. Trabajador incansable, sufrió toda clase de persecuciones junto a sus camaradas de la Guardia de Hierro. Escribió una apasionada autobiografía de su lucha, que no tiene desperdicio, así como algunas notas y mensajes desde la prisión de Jilava, antes de ser asesinado por orden del rey Carol II. Codreanu sufrió tortura, fue apaleado y tuvo que soportar ver incluso sufrir a su propia familia, a la que adoraba. Por todo ello, su mejor obra fue sin duda su propia vida. Seguramente por eso, fue Codreanu y su Guardia de Hierro, el jefe y el movimiento que más vivamente impresionaron a Julius Evola, el principal exponente del pensamiento tradicional. Julius Evola encontró en Codreanu al líder místico que establecía una comunicación supranormal entre él y las bases; la organización del partido era más la de una Orden guerrera que la de un movimiento político; la fidelidad de Codreanu hacia las ancestrales tradiciones rumanas y su concepción racista-espiritual le hacían la imagen ideal del conductor de una élite a través de las ruinas del mundo moderno. Evola conoció personalmente a Codreanu y le entrevistó, publicando sus conclusiones en un pequeño ensayo sobre la Guardia de Hierro.

Los ideales legionarios de Codreanu siguen vigentes en la Rumania actual con el partido político nacionalista rumano denominado “Noua Dreapta”, fundado en el año 2000 y liderado por Tudor Ionescu, como heredero de Codreanu y la Guardia de Hierro, del legionarismo y de los más altos valores de la Legión, con una fuerte convicción religiosa ortodoxa, y opuesto a la intoxicación foránea a la herencia europea de Rumania. Otra organización que también se dice seguidora del Movimiento Legionario es “Legea Străbună” (“La Ley de los ancestros”), una organización nacionalista y cristiana rumana fundada en el año 2006, y cuya ideología y doctrina es idéntica a la del Movimiento Legionario.

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