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Tras la conmemoración en 1964, en toda España, de los XXV años de paz al cumplirse cinco lustros de la finalización de la guerra civil (1936-1939), la ciudad de La Coruña acarició la idea de tributar, al año siguiente, un cariñoso y sentido homenaje a los tres Ejércitos. Tras la realización de las gestiones pertinentes aquella idea fue tomando forma, poniéndose a trabajar en su desarrollo las Autoridades civiles y militares.

Finalmente, el proyecto se hizo realidad fijando la fecha del martes 30 de abril de 1965 para su celebración en la que se volcó toda la ciudad que abarrotó las calles para sumarse a los diversos actos que tuvieron lugar en aquella memorable jornada, que fue declarada como festiva, cerrando sus puertas todo el comercio local al igual que los centros docentes.

Desde días antes La Coruña se engalanó para la ocasión; fueron muchos los establecimientos comerciales que adornaron sus escaparates con temas castrenses y las calles de la ciudad se vieron «tomadas» por Soldados y Marineros venidos de otras guarniciones para sumarse a la parada militar que tuvo lugar aquel día.

La Armada, con su representación más genuina en la Región en la vecina localidad de Ferrol, sede de la Capitanía General de la Zona Marítima del Cantábrico, aportó una serie de unidades navales, destacando los buques del Mando Anfibio, procedentes de la Base de Puntales, así como un importante contingente de Infantería de Marina del Grupo Especial con base en San Fernando que por vez primera visitaba la ciudad.

El puerto se llenó de animación con la presencia del Crucero «Canarias» (C-21), buque insignia de la Flota; los Destructores «Oquendo» (D-41); «Liniers» (D-51) y «Alava» (D-52); la Fragata «Vicente Yáñez Pinzón» (F-41) y el Minador «Júpiter» (F-11), buque estrechamente vinculado a La Coruña ya que fue en su puerto donde recibió la Bandera de Combate en junio de 1955: Junto a estos buques, todos viejos conocidos de la ciudad, llamaron especialmente la atención las unidades integradas en el recientemente creado Mando Anfibio con las dos unidades del Grupo de Transporte, los TA-11 y TA-21, procedentes de los acuerdos hispanoamericanos en materia de defensa, dados de alta en la LOBA en fechas inmediatamente anteriores, que aun no habían sido bautizados como «Aragón» y «Castilla», luciendo sus dotaciones todavía en las cintas de los «lepantos» las denominaciones alfa-numéricas ya que no sería hasta finales de ese año en que recibirían los nombres de los dos viejos Reinos españoles, y parte de la Flotilla de Desembarco con las LSM «1», «2» y «3».

En estos buques embarcaban tanto el personal como el material del Grupo Especial de Infantería de Marina, creado en 1957, que fueron objeto de especial atención en nuestra ciudad por ser, como queda dicho, la primera vez que visitaban la plaza.

De estos cinco buques, las tres LSM fueron las primeras en ser transferidas a España por la Marina de los EE.UU., el 23 de marzo de 1960; por su parte el TA-11 había causado alta en la Armada el 19 de diciembre de 1964, en tanto que el TA-21 lo había hecho el 2 de febrero de 1965, tan solo cincuenta y seis días antes de recalar en La Coruña. En consecuencia, eran buques, al menos los dos grandes transportes, con pocos meses de alta en la LOBA, provocando su presencia una mayor expectación si cabe entre los coruñeses. 

Durante la campaña de Ifni-Sahara de 1957-1958 se pusieron de manifiesto las carencias en materia anfibia que se limitaba casi en exclusiva a dos LCT, la «Foca» (BDK-1) y la «Morsa» (BDK-2), construidas en Gran Bretaña y adquiridas por la Armada en 1948 a la Empresa Nacional Elcano que previamente las había comprado en Inglaterra a la finalización de la II Guerra Mundial.

Igualmente, la firma del tratado de cooperación con Estados Unidos en 1953 permitió que la Infantería de Marina se viese beneficiada con la llegada de diferente armamento y material, destacando camiones M-35, jeeps willys con capacidad de vadeo y vehículos anfibios DUKW.

El inicio de la campaña en los territorios del África Occidental Española (AOE) y la necesidad de proyectar fuerzas en dicho escenario hizo necesario, ante la negativa de Estados Unidos a permitir el empleo en estas operaciones del material procedente del tratado de cooperación mutua ni tampoco facilitar su venta, recurrir a Francia para lograr la cesión de una LST, la «Odet», que estuvo de alta en la Armada desde el 25 de enero de 1958 hasta el 25 de abril siguiente, así como 19 LCM (Mike) -algunas fuentes señalan que 13 de estas barcazas fueron cedidas por Estados Unidos y desembarcadas en Cádiz en diciembre de 1957- y 5 LCPL (Lima); estos medios se incrementaron en 1959 con la construcción de tres nuevas LCT (BDK-3, BDK-4 y BDK-5) en la factoría ferrolana de Bazán; incluso por parte francesa, en la fase crítica de las operaciones,  se cedió un buque dique de desembarco, el «Foudre» (F-143), ex USS LSD-12, que operó en las aguas saharianas desde el 13 de enero al 15 de febrero de 1958 bajo bandera española manteniendo su dotación francesa.  

Conscientes de la necesidad de contar con Unidades especializadas, potenciando las capacidades anfibias de la Armada, con el fin de poder asumir con garantías un conflicto en cualquier parte de nuestro territorio, provocó que el 3 de octubre de 1957, casi coincidiendo con el inicio de las hostilidades en Ifni-Shara (noviembre de 1957), se crease el Grupo Especial Anfibio, antecedente del Tercio de Armada, sobre la base del Tercio Sur, la Escuela de Aplicación y el Grupo de Apoyo y una Compañía de fusiles de cada uno de los otros Tercios (Norte, Baleares y Levante), además de la Compañía de Escaladores del Tercio del Norte, antecedente de la UOE.

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Concluidas las operaciones militares y pacificado el territorio se logró, por medio del tratado de colaboración hispano-norteamericano, la cesión de los buques necesarios para formar el Grupo de Transporte y la flotilla de desembarco, ya mencionados, quedando constituido el Mando Anfibio cuya presencia tanta expectación despertó en La Coruña.

Para el recuerdo aquella animada calle Real llena de infantes en cuyos brazos ostentaban los parches de la «A.D.» (Agrupación de Desembarco), en cuyo emblema resaltaba un brazo armado sujetando un machete que rivalizaban en atención con los integrantes de la C.O.E. nº 81 (los Guerrilleros), venidos de su base del Cumial (Orense), con boina verde y uniforme mimetizado, creada en 1961 e integrada administrativamente dentro del Regimiento de Infantería «Zamora nº 8», perteneciente a la entonces denominada División Galicia nº 81, y con los Soldados de Aviación de la Capitanía General de la Región Aérea Atlántica con sede en Valladolid cuyos uniformes tampoco eran habituales en La Coruña.

Incluso en los días previos fueron muchos los coruñeses que se dieron cita en la calle de Manuel Murguía, al pie del Estadio de Riazor, para presenciar los ensayos del gran desfile, contando con la participación de todas las fuerzas intervinientes, lo que provocó que más de un mozalbete coruñés, en edad escolar, hiciese «novillos» para no perdérselos.   

En la mañana del día 30, tras celebrar una Misa de campaña y un acto de exaltación patriótica en la plaza de María Pita a la que concurrieron, junto con el público, varios miles de ex combatientes, se celebró un magno desfile que fue presidido, en la tribuna instalada en el Obelisco, por los Ministros de Marina, Almirante Nieto Antúnez, y Secretario General del Movimiento, Solís Ruiz, y que recorrió la Avda. de Montoto, la de la Marina y los Cantones, abarrotadas de público que no dejó de vitorear el paso de las tropas.

El Grupo Especial aportó a la columna motorizada, entre otros elementos, los DUKWs; varios vehículos ligeros arrastrando lanchas neumáticas y los cañones autopropulsados contracarro M-56 «Scorpión», de origen británico, recibidos por esas fechas. El personal vestía con uniformes mimetizados, usando algunos de ellos el casco modelo Z-42, reglamentario en los tres Ejércitos, y otros el modelo M-1 o incluso el M-1965 OTAN, fabricado en España por aquellos años para dar relevo al viejo M-1, de origen norteamericano, recibido tras la firma de los acuerdos con aquel País. Junto a ellos participaron en esta columna motorizada Baterías del Regimiento de Artillería nº 28 con obuses 105/26, material antiaéreo del Regimiento Mixto de Artillería nº 2 de Ferrol, así como Unidades de Ingenieros, Intendencia y Servicios.  

En cuanto a la columna a pie, participaron fuerzas del Grupo Especial con uniforme mimetizado; una Brigada de marinería de la Flota, otra del Cuartel de Instrucción de Ferrol y una Compañía del Tercio del Norte, con Bandera, Escuadra de Gastadores, Banda y Música, junto con otras fuerzas de la VIII Región Militar, entre las que destacaban la COE nº 81 y Compañías de Infantería del Regimiento «Isabel la Católica nº 29», Artillería e Ingenieros, y una Escuadrilla del Ejército del Aire perteneciente a la Base Aérea de León. 

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El desfile lo cerraban sendas Compañías de la Comandancia de la Guardia Civil y de la Circunscripción de la Policía Armada que precedían el paso de 15.000 excombatientes.

El componente aéreo estuvo integrado por doce aviones T-6 del Ala de Caza nº 3 de Valladolid y por Helicópteros de la ALET (Aviación Ligera del Ejército), antecedente de las FAMET.

La edición del NODO nº 1162C, correspondiente al 12 de abril siguiente, emitió un amplio reportaje sobre los actos celebrados con motivo de este popular homenaje a los Ejércitos.

Tras el desfile, aquella misma tarde, aunque el estado de la mar impidió que se celebrase como estaba previsto un simulacro de desembarco en la ensenada de Riazor-Orzán, las aguas del Puerto fueron escenario de unos ejercicios en los que participaron buceadores lanzados y recogidos desde lanchas neumáticas cuyas evoluciones fueron seguidas por miles de coruñeses que se apostaron en la zona portuaria.

Por lo que podemos recordar tuvieron que pasar veinte años para poder ver desfilar, en este caso a fuerzas y material del TEAR, por las principales avenidas coruñesas; fue en 1985 con motivo de la celebración del Día de las FAS que estuvo presidido por S.M. el Rey.

En la memoria de muchos coruñeses queda el recuerdo de aquella inolvidable jornada de finales de marzo de 1965 y la presencia de efectivos del Grupo Especial de Infantería de Marina y de buques del Mando Anfibio en nuestra ciudad.

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".