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El 24 de octubre de 1971 el violoncelista y director de orquestra Pau Casals recibía la medalla de la Paz de la ONU, por haber consagrado su vida a la belleza y a la paz, y ser por tanto un símbolo de los ideales de esta medalla. Casals tenía 95 años y, para muchos era una leyenda. Otros lo consideraban -los muy cafeteros- el verdadero sucesor de Lluís Companys como presidente de la Generalitat de Cataluña. Siempre expresó su catalanidad, aunque no todos sabían quién era. Nadie niega si virtuosismo musical y como violoncelista, pero si que podemos poner en entredicho su vinculación política con Cataluña. Evidentemente desde el punto de vista que estaba a favor del poder establecido al estallar la guerra civil y los actos llevados a cabo por las patrullas de control. Recordemos que se exilió a Francia poco ante de la entrada de las tropas nacionales a Barcelona. Durante esos años “no consagró su vida a la paz” para salvar la vida de los 8.352 catalanes fusilados en la retaguardia.

 

Apuntan algunas biografías que, a lo largo de su vida, lucho constantemente por la paz, la justicia y la libertad. Como es de esperar, dentro de un pensamiento vinculado con el de Casals. Nunca pronunció ninguna frase de repulsa por lo que se había vivido en Cataluña durante los años de la guerra civil. No pidió justicia por esos 8.352 asesinados. La paz era para los suyos y no para aquellos. Aquel 24 de octubre de1971 -hoy hace 49 años- pronunció el siguiente discurso:

 

Éste es el mayor honor que he recibido en mi vida. La paz ha sido siempre mi mayor preocupación. Ya en mi infancia aprendí a amarla. Mi madre – una mujer excepcional, genial -, cuando yo era chico, ya me hablaba de la paz, porque en aquellos tiempos también había muchas guerras. Además, soy catalán. Cataluña tuvo el primer Parlamento democrático, mucho antes que Inglaterra. Y fue en mi país donde hubo las primeras naciones unidas. En aquel tiempo -siglo XI- se reunieron en Tolouges -hoy Francia- para hablar de la paz, porque los catalanes de aquel tiempo ya estaban en contra, en CONTRA de la guerra. Por ello, las Naciones Unidas, que trabajan únicamente por el ideal de la paz, están en mi corazón, porque todo lo referente a la paz le llega directamente (…) Hace muchos años que no toco el violonchelo en público, pero creo que debo hacerlo en esta ocasión. Tocaré una melodía del folclore catalán: El cant dels ocells (El canto de los pájaros). Los pájaros, cuando están en el cielo, van cantando:”Peace, peace, peace” (paz, paz, paz) y es una melodía que Bach, Beethoven y todos los grandes habrían admirado y querido. Y, además, nace del alma de mi pueblo, Catalunya”.

 

Un conmovedor discurso marcado por varias mentiras. Como todo movimiento nacionalista catalán, basó su discurso en una gran mentiras que todos creyeron. Aquellos que lo hicieron fue por ignorancia, pues no sabían colocar Cataluña en el mapa. También por un sentimiento de amabilidad hacia aquel anciano que balbuceaba unas palabras en un marco como la ONU. ¿qué mentiras dijo Pau Casals? Vamos a especificarlas:

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Cataluña tuvo el primer Parlamento democrático, mucho antes que Inglaterra.

 

Fue en mi país donde hubo las primeras naciones unidas. En aquel tiempo -siglo XI- se reunieron en Tolouges -hoy Francia- para hablar de la paz, porque los catalanes de aquel tiempo ya estaban en contra, en CONTRA de la guerra.

 

No es cierto que el primer Parlamento democrático se constituyera en Cataluña. Tampoco en Inglaterra. Mal que le pese a Pau Casals, Cataluña nunca ha sido l cuna del parlamentarismo. Este honor lo tiene León desde el 1188. Desde el 2013 la UNESCO -la cual como miembro de la ONU desmintió a Casals- dio a León el título de Memoria de la Humanidad como Cuna del Parlamentarismo. Los Decreta (decretos) atribuidos a 1188 reúnen la confirmación de decretos de carácter general como, por ejemplo, el no atentar contra la propiedad ajena, resolver las querellas ante la justicia o la promesa del rey de no entrar en guerra sin contar con todos los que le deben dar su consejo. Se promulgaron nuevas leyes destinadas a proteger a los ciudadanos y a sus bienes contra los abusos y arbitrariedades del poder de los nobles, del clero y del propio Rey. Este importante conjunto de decretos ha sido calificado con el nombre de Carta Magna Leonesa. Fernando de Arvizu, catedrático de la Universidad de León declara que “sin necesidad de que la Unesco lo hubiera dicho, los documentos que algunos historiadores del Derecho hemos estudiado desde hace años han concluido que en 1188 asistieron, por primera vez en la Historia, ciudadanos a una reunión de la Curia Regia extraordinaria, plena o pregonada. Así nacieron las Cortes”. Y añade sobre quienes siguen defendiendo al Reino Unido, aunque sea sin documentos que “venir ahora con auténticas monsergas -y perdón por lo crudo de la expresión- de que cuando se habla de Parlamentos no se hace en sentido propio -pues que no se haga- o que se alude a su influencia en el mundo, cosa más que discutible y esto sólo para expertos, no es más que reivindicar una siempre supuesta supremacía de lo británico, o de lo inglés, sobre cualquier otra institución política. A mí eso me parece pueril”.

 

En el concilio de Toulouges se intentó limitar los días de la semana y las épocas del año en que la nobleza podía participar en acciones violentas o de guerra. En 1027 en Toulouges se reunieron bajo la presidencia del abat Oliva. En este sínodo se establecieron:

 

El deber de todos los habitantes del Condado de Rosellón y de la diócesis de Elna de abstenerse de participar en combates entre el sábado y el lunes. De esta manera podían cumplir el precepto dominical.

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Se prohibía asaltar a los clérigos, iglesias, bienes de la Iglesia, bienes propiedad de la Iglesia o de los Monasterios o personas que se dirigieran a un lugar de culto.

 

Los que incumplieran serían condenados a excomunión.

 

Este sínodo o asamblea de Paz y Tregua se llevó a cabo como consecuencia de la fuerte escalada de violencia contra agricultores y clérigos llevada a cabo en aquel condado del Languedoc-Rosellón. Era necesario encontrar una solución. ¿fue efectivo el sínodo? No. Los condes continuaron con sus ataques sin hacerle caso al Abat Oliva, hasta que ramón Berenguer I lo ratificó y los condes se vieron forzados a aceptar las disposiciones del conde de Barcelona.

 

En resumen, un grupo de cóndes y clérigos se reunieron en Toulouges para no matarse los domingos y no robar los bienes de la Iglesia. Si Pau Casals consideraba que esto era el origen de la ONU es para hacérselo mirar.

 

El simbolismo para los cafeteros catalanistas de aquellas palabras es que habló en catalán y toco “el cant dels ocells”. Aquí se acaba todo. Porque evidentemente se tragaron el discurso de que Cataluña inventó la ONU y el parlamentarismo. Y lo peor de esto es que hoy hace 49 años de aquellas palabras y muchos se las siguen creyendo. Han mitificado aquel discurso y, por mucho que se les explique, siguen considerando al totem Casals como un hombre de paz, el benefactor de Cataluña y el mejor candidato para presidir la Generalitat de Cataluña. Y así vamos. Tampoco, como dice, Cataluña fue la nación más grande del mundo. Esto era un invento de la factoría Renaixença, que los hombres y mujeres de finales del siglo XIX y principios del XX se creyeron, propagaron y ha llegado hasta nuestros días.

 

Lo peor de todo esto no es el discurso y las mentiras o falsedades que pronunció aquel 24 de octubre de 1971. El hecho deleznable es que ese “hombre de paz” permitió que 8.352 catalanes fueran asesinados en la retaguardia catalana y no moviera un solo dedo para salvarles la vida. Eso sí, se movieron para salvarle la vida al arzobispo de Tarragona Francisco de Asís Vidal i Barraquer, porque era de los suyos. Sin embargo, al obispo auxiliar de Tarragona, Manuel Borrás Ferré, detenido junto al arzobispo, dejaron que lo asesinaran, mientras este fue liberado y trasladado a Italia. Esta es la manera de funcionar de este rancio nacionalismo catalán y como actuaba aquel “hombre de paz” llamado Pau Casals.

Autor

César Alcalá