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Lo recuerda en su blog, el mejor historiador de la Policía Nacional, Eugenio Fernández Barallobre.  Hace casi un siglo, en 1922, tuvieron lugar importantes y violentos disturbios en Madrid, sobretodo y en otras ciudades de España donde miles de jóvenes patriotas se enfrentaron a la Policía y hubo numerosos heridos y detenidos. Vamos a repasar estos interesantes hechos, contextualizando las circunstancias políticas de la época.

El motivo de la ira popular era la dubitativa y cobarde forma de dirigir la guerra colonial de Marruecos, que llevaba empantanada, desde 1911, por parte del gobierno de la época y la mezquina persecución que éste llevaba a cabo contra los militares «africanistas», los oficiales de la recién fundada Legión española, entre los que se encontraba Franco y el más destacado de los cuales era entonces, D José Millán Astray, fundador del Cuerpo.

En julio de 1921 se había producido el desastre de Annual, en el que murieron a manos de los rebeldes marroquíes 10.000 soldados españoles. A partir de entonces, la Legión, junto con los Regulares, se habían hecho cargo del peso de la guerra, durante 1922, en lo que se conoció como «Campaña del Desquite», donde se recuperó el territorio perdido después de Annual, aunque a costa de fuertes bajas.

El expresidente del Gobierno Antonio Maura, que se había hecho cargo del poder justo después de Annual, en agosto de 1921, había querido poner fin a la guerra definitivamente con un gran desembarco en la bahía de Alhucemas, pero el desacuerdo con esa arriesgada operación por parte de los demás partidos, sobretodo de la Lliga de Cambó, hizo fracasar su gobierno de coalición y Maura dimitió en marzo de 1922.

Se hizo cargo del poder un gobierno conservador presidido por José Sánchez Guerra, político opuesto a la guerra, y poco amigo del Ejército. Sánchez Guerra era afecto a la influencia de las Juntas de Defensa, una especie de sindicato militar semioficial, compuesto por militares de guarnición en la Península que mantenía una gran rivalidad con los militares africanistas, y que quería prohibir los ascensos por méritos de guerra, que fueron la base para el rápido ascenso de militares como Franco.

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Las Juntas de Defensa, se oponían realmente a la guerra. En las Juntas abundaban los militares de izquierdas. Muchos de los militares que años más tarde apoyaron a la República, durante la Guerra Civil, procedían de las Juntas de Defensa.

Toda esta situación estalló en noviembre de 1922. Millán Astray, considerado un héroe militar, por sus hazañas en Marruecos, por millones de españoles, anunció que se retiraba del Ejército, ya que consideraba que las Juntas de Defensa saboteaban los esfuerzos del Ejército y hacían imposible la victoria en Marruecos.

El 10 de noviembre de 1922, miles de jóvenes, se manifestaron en el centro de Madrid, dando vivas a España y a Millán Astray. Le vitorearon en su domicilio de Madrid y después se manifestaron en la Puerta del Sol y en la plaza de Colón, que ya empezaba a convertirse en lugar de referencia para actos patrióticos.

Muchos de ellos eran miembros de las Juventudes Mauristas, organización muy activa en aquella época. Vitorearon a España, a Millán Astray y a Maura, como salvador de España y pidieron la dimisión del gobierno. Se empezaron a producir incidentes cuando muchos jóvenes empezaron a tirar piedras, la policía cargó y se produjeron numerosos detenidos y heridos.

El 12 de noviembre, tres mil estudiantes se enfrentaron a la policía en la Facultad de Medicina de Madrid.  Y los incidentes más graves tuvieron lugar el día 1 de noviembre, cuando miles de jóvenes se enfrentaron a los miembros del Cuerpo General de Policía (antecedente de la Policía Nacional ) en la Puerta del Sol, produciéndose de nuevo numerosos heridos y detenidos. Además las protestas se extendieron a otras ciudades de España, como Valencia, Cádiz, Salamanca, Oviedo, entre otras.

Fue muy significativo que la izquierda de la época, como el PSOE o los republicanos, tan aficionados siempre a las algaradas callejeras, en cambio condenaron estos disturbios y pidieron contundencia al Gobierno para reprimirlos. La izquierda de entonces se oponía totalmente a la Guerra de Marruecos y no soportaba las manifestaciones patrióticas. ( Y ello a pesar de que actualmente los miembros socialistas del Gobierno, como la ministra de Defensa, Margarita Robles, han participado hipócritamente en actos por el Centenario de la Legión, en los que se ha alabado a D José Millán Astray, conociendo o no, que el PSOE de entonces se oponía frontalmente a cuánto significaba la Legión).

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Finalmente, debido en parte a la presión provocada por estos incidentes, el gobierno prohibió las Juntas de Defensa, en el mismo mes de noviembre de 1922, pero el Gobierno de Sánchez Guerra dimitió en diciembre y el enfrentamiento entre izquierda y derecha no se resolvió, ya que le sustituyó un gobierno del proizquierdista Partido Liberal, que mantuvo una línea hostil contra el Ejército y el Jefe del Estado, Alfonso XIII.

Todo terminaría en septiembre de 1923 con el golpe de Estado, del General Miguel Primo de Rivera, cuyo Gobierno llevaría finalmente a concluir con éxito la guerra de Marruecos, llevando a cabo el desembarco de Alhucemas, en 1925.

Interesantes sucesos, pues, los de noviembre de 1922, poco conocidos hoy en día.

Autor

Rafael María Molina