La verdad de Feijóo: ni sube ni baja las escaleras ni refunda el PP; lo que quiere es otro partido. Por Julio Merino

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O sea, el sueño de una noche de verano.

Aunque sé que a mi «profe» vivo, el profesor Valbuena, no le gustan, y las critica espada en mano, las frases hechas, yo voy a citar hoy una de las más utilizadas en los últimos tiempos, por muchos mindundis y personajes.

«El gallego es ese vecino que cuando te lo tropiezas

en las escaleras no sabes si sube o baja.»

Y la cito porque hoy, ayer, no tengo más remedio que hablar del gallego don Alberto Núñez Feijóo ya que mi meiga preferida, la «Valerita», me ha descubierto la verdad que esconde en su mente al estilo don Pío Cabanillas. (Fraga era el ímpetu, a lo hecho pecho, caiga quien caiga, y don Pío era el sibilino señor Cabanillas, el que nunca sabía quiénes eran los suyos, porque nunca sabía dónde estaba y si cambiaba él de Partido o cambiaba el Partido hasta de nombre).

Pues hablemos de don Alberto Núñez Feijóo y concretamente de lo que adelanto en los títulos.

El señor Feijóo no ha venido a Madrid a reflotar del fango de la corrupción y de los cobardes al PP… el señor Feijoó ha venido a Madrid a cargarse al PP y fundar un nuevo partido con el que sí pueda triunfar y apoderarse de la Moncloa.

Y eso es lo que ya está sembrando, desde la «noche de marras», en Génova 13, cuando le dieron la patada en el culo al cobardica Casado.

Feijóo no quiere de este PP,

ni la Marca,

ni sus empleados, (que votan a los de enfrente)

ni sus líderes

ni sus militantes (que no pagan ni la cuota)

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Feijoó sólo los quiere a todos como votantes.

Quiere a su Derecha, porque de ahí puede sacar 5 millones de papeletas (pero sin VOX)…por eso está ya, incluso, mimando a la Señora Ayuso, la necesita ahí para que no se le vaya su gente de la Derecha y de su España. Quiere el Centro-Derecha porque de ahí puede obtener 2 millones en las urnas (pero sin el CS de la Arrimadas). Quiere al Centro-Izquierda, porque de ahí puede sacar 1 millón de desilusionados) y quiere a los «descamisados» y a los «cabreados»… y a los de la LGTBI+ y a los de Chueca… porque ahí puede incluso sacar petróleo y rebañar 3 millones más… y quiere a la Iglesia, porque a pesar de todo, la Iglesia tiene votos, tal vez otros dos millones.

Y quiere a las «Nacionalidades» históricas, porque sabe que sin votos en Cataluña, ni en el País Vasco, ni Valencia, ni en Baleares se puede llegar a la Moncloa….Y OJO CON ANDALUCÍA, la presencia de la «Macarena del Pueblo», la de Salobreña, se lo va a poner difícil, quizá el «sorpasso» le espabile.

Por tanto está claro que, al señor Feijóo no le vale este PP (al que todavía le esperan 12 juicios por corrupción y tendrá que fundar otro Partido).

Un partido en el que pueda moverse subiendo y bajando a su capricho.

O sea, un partido como el que tiene el señor Sánchez, disciplinado, sumiso y de rodillas.

Claro que los españolitos no son tan tontos y ya empiezan a darse cuenta de lo que van a vivir con el señor Feijóo. Ojo, andaluces, y esto va por vosotros que sois los primeros en las urnas. Os pedirá vuestro voto con cien promesas y anunciando lo que hará con Sánchez y sus «Alí-babá», pero antes pactará incluso con el mismo Sánchez para evitar que VOX entre en el Gobierno de Andalucía. ¡¡¡Eso ni hablar y menos con la Macarena suelta por las calles y dispuesta a comerse el Palacio de San Telmo con sus “chiringuitos” y sus alfombras!!!. “Vosotros dadme vuestros votos que yo sabré lo que hay que hacer con ellos”

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.