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La Ley de La Memoria Histórica del socialista Don José Luis Rodríguez Zapatero del año 2007 se puede considerar la versión “1.0” de la Memoria Histórica. 

Una versión imperfecta, apresurada, con muchos errores e incongruencias legislativas, una chapuza legal típica de un mandato tan esperpéntico como su principal mandatario político, el “Mister Bean” de la política internacional, objeto de absoluta burla fuera de nuestras lindes.

Posteriormente vino otro gobierno socialista, impulsado por la “expertitud” de la Vicepresidenta Doña Carmen Calvo en esta materia y de la mano de la inoperancia y complicidad del PP, para imponernos en el momento presente una versión más perfecta y depurada de la Memoria Histórica, versión “2.0”, con la llamada “Ley de Memoria Democrática”, entre cuyas principales aportaciones se pueden considerar las siguientes:

Creación de un Banco Nacional de ADN que servirá para identificar a los represaliados (exclusivo para los simpatizantes con el Frente Popular)
Retirada de toda simbología “franquista” de los espacios públicos
Intensificación de las medidas en materia de educación y del lavado de cerebro de masas
Creación de los llamados “Lugares de Memoria” como foco de atracción turística (como si España los necesitara para atraer turistas)
Derecho absoluto de acceso a los fondos de los archivos públicos y privados
Destrucción del Valle de los Caídos como fue concebido y su “travestización” forzosa
Ilegalización de fundaciones o asociaciones que se resistan al dictado histórico

Sin embargo, esa versión de “Memoria Histórica 2.0” no es más que un paso intermedio hacia la Dictadura Histórica o “Memoricidio”, que es hacia donde vamos, con su versión “3.0”, y que se denominará “Ley de la Memoria Final”, cuyos principales ejes vectores serán los siguientes, extraídos en parte de las recomendaciones más salvajes de las Asociaciones Memorialísticas a la actual Ley en tramitación “2.0” (a las que he tenido acceso gracias a La Ley de Transparencia) y del comportamiento de las actuales autoridades memorialísticas: 

Llevar la guerra jurídica de la Memoria Histórica a los cementerios, al objeto de retirar aquellas lápidas y monumentos funerarios que lancen mensajes contrarios a su Memoria, bajo la base de que el duelo sólo les pertenece a ellos
Invención de lo que ellos denominan “Campos de Esclavitud” donde los presos republicanos fueron “esclavos” (ya no prisioneros o reclusos) de la España Nacional
Creación de listas negras de los que ellos llaman “victimarios” del Bando Nacional en la Guerra Civil, sin ninguna garantía para los afectados de esas Listas Negras y sus familias
Negación del Dolor que sufrieron millones de españoles simpatizantes de la España Nacional y alargamiento infinito del Dolor que sufrieron los simpatizantes de la España Roja
Consolidación de una Justicia alocada que sirva fiel y rápidamente a los delirios electoralistas – memorialísticos, tal y como ha pasado con las sentencias judiciales sobre la exhumación de los restos mortales de Don Francisco Franco y con el Pazo de Meirás en La Coruña
Dietas y Subvenciones sin límite a los Directivos de los chiringitos memorialísticos
Afianzamiento de la Mentira y la Calumnia Histórica en películas y documentales subvencionados generosamente (como los recientes de Don Alejandro Amenábar y Don Manuel Menchón)
Colaboracionismo del PP y de parte de la Jerarquía de la Iglesia Católica que se manifiesta en no oponerse a ninguna medida de esta naturaleza en una primera fase y en una segunda fase en directamente desobedecer aquellas sentencias judiciales que se opongan a medidas memorialísticas ilegales (lo que está pasando ya en Madrid, donde el actual Alcalde se niega a ejecutar las sentencias que obligan a reponer los nombres de las calles, manteniendo los recursos que interpuso en su cargo la anterior Alcaldesa, la comunista Doña Manuela Carmena)
La Memoria Histórica como un ámbito de impunidad y descontrol en el campo de la investigación y de los presupuestos, donde haya cabida para cualquier mentira, del tipo que sea
Expropiación, secuestro y destrucción de archivos disidentes: como ha pasado con el del General Yagüe y como querrán hacer con el de la Fundación Franco
Indemnizaciones millonarias para asesinos del Frente Popular que fueron después de la guerra juzgados y condenados por sus crímenes

Y todo lo anterior se hará sin ninguna resistencia efectiva por parte de los dispersos grupitos patrióticos, más alimentados por su ambición en mantener su ridículo terruño de pureza ideológica y electoral que en organizarse y coordinarse para hacer frente a esta nueva marea roja.

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Los grupitos falangistas, incapaces de defender a José Antonio Primo de Rivera en los Tribunales de Justicia, y por permitir que su nombre sea vilipendiado sin ni siquiera llevar su caso a la Justicia, donde sería fácilmente defendible, por su carácter de indudable víctima de la Guerra Civil Española e inútiles a la hora de actualizar y vigorizar al momento presente el inmortal mensaje de José Antonio; los carlistas, aferrados al sable de Don Carlos VI, en pleno siglo XIX aún; los patriotas ejecutivos, más prestos a hacer negocios y a estafar entre los rescoldos de las viejas ricachonas del derechismo patrio que a poner sus capacidades al servicio de una Causa elevada; las asesorías jurídicas de la jerarquía católica, centradas en el encubrimiento de los desfalcos de las fundaciones presididas por el Cardenal de Madrid Don Carlos Osoro; los patriotas de las SICAV y de los Fondos Buitre, que acaparan riquezas y plusvalías de noche mientras que de día hacen apostolado rancio-franquista; la mayoría de nuestros compatriotas, mareados por mensajes conspiranoicos que reducen nuestra capacidad de reacción a un bombardeo de tweets, whatsapps y de mensajes apocalísticos que nos hacen vivir en un estado de estupor continuo; los palmeros de VOX, que se han dedicado a vilipendiar a aquellos que nos hemos resistido a rendirnos a su cúpula liberal, y que ni siquiera cuando les han traicionado en privado y escarnecido en público han reconocido su papel de “tontos útiles”; y, por supuesto, los inútiles de siempre, ocupando espacios donde aparentar y fingir que se está luchando denodadamente, cuando en realidad están como meros espectadores de un proceso que avanza hacia nuestra destrucción irreversiblemente por nuestra propia complicidad como colectivo.

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Mientras tanto, en la acera de enfrente, ya hemos visto los pocos escrúpulos que han tenido para aliarse políticamente los socialistas, comunistas, independentistas y etarras. Ninguno, como tampoco lo tuvieron bajo las banderas asesinas del Frente Popular. 

Les mueve el odio a España y el afán de depredación de la riqueza nacional. Y además, tampoco esconden sus ansias destructoras hacia los que no piensan como ellos; para muestra un botón, el mensaje cariñoso que me dedicó Carlos Mulet, senador de la extrema izquierda.

Pero no siempre durará esta inoperancia entre nuestros colectivos patrióticos; cuando las obras y los esfuerzos de los patriotas mejor preparados y activistas, que de forma transversal y generosa demuestren, como se está demostrando en los últimos años, que es posible una resistencia victoriosa primero y una ofensiva demoledora segundo, ese torrente de bravos españoles que se mantienen al margen de cualquier parcelita de los colectivos descritos, o que engañados o confundidos militan en organizaciones inoperativas como las descritas, se adherirán a los que sepan llevarles de nuevo hacia la victoria y el orgullo de ser un patriota español.

Ese día acabará el largo Invierno que sufrimos y volverá a reír la Primavera en nuestra Patria.

Autor

Guillermo Rocafort