Mí querido amigo y compañero articulista, mi admirado D. Julio:
Sé que como yo eres un luchador nato por la salvación de España, nuestra amada Patria. Se tú malestar, como el mío y unos pocos más de la situación crítica por la que pasa nuestra amada nación. Pero debo recordarte que este mal no es nuevo, ni propio de este canalla que padecemos. El mal de España, empezó con la mal llamada Transición, que no fue nada más, ni nada menos que «la gran traición».
Desde la muerte de Franco, todos los cobardes, traidores, perjuros y vividores, han trepado hasta conseguir llegar a lo más alto para enriquecerse, destruyendo a la nación. El coronado con sus múltiples traiciones manifiestas, sentaron la base para la destrucción de la España católica, unida, fuerte y respetada. La historia está para contarla y recordarás con tu memoria privilegiada, que el coronado, actúo de espía con los norteamericanos y su jefe supremo Henry Kissinger.
Tú bien sabes de la gran traición que ya estaba cocinando, mientras en el lecho de muerte su mentor agonizaba. Esa entrega de una tercera parte de las tierras de España a nuestro enemigo fue la mayor traición, pero no la única.
También es conocido por ti, la salida de la cárcel, en masa, de todos los criminales de la Eta, del Grapo, de Terra Lliure, en el año 1977. Y con el sin par colaborador y perjuro Adolfo Suárez, que dijo:
“A la muerte del dictador, debemos sacar de las cárceles a todos estos presos, para que ellos en un Estado democrático puedan exponer sus ideas libremente y dejen de matar”. (O algo así).
Y vaya si las expusieron y ratificaron, asesinando a más de 1,300 inocentes (los listos dicen que fueron 800, pero no meten en esta lista macabra a los muertos que democráticamente consideraron como accidentes). Entre ellos 24 niños.
También recordarás cómo el traidor abrazó efusivamente al mayor genocida y criminal del siglo XX español, el criminal de los inocentes de Paracuellos del Jarama, entre otros. Y no sólo eso, sino que autorizó a crearse el Partido Comunista, ese partido que asesinó a tantos españoles inocentes y además, en igualdad de condiciones con los demás Partidos “democráticos”. Esa fue la cesta que construyeron con mimbres, para que por ella se salieran todos los valores intrínsecos de los españoles, con Dios, la Familia y la Patria.
Luego vino la elaboración, redacción y aprobación del mayor folletín de la historia: “el panfleto del ´78”, la mal llamada “Carta Magna”, que no era más que un marchamo y una Visa para que todos los canallas pudieran hacer trizas a la religión, a la familia y a España.
Pues bien, retomando tu patriota pero ingenuo proyecto, te preguntaría:
¿Quiénes apoyarían la defensa legal de España frente a las aberraciones inconstitucionales de ahora, ciñéndonos a una estricta legalidad?
¿El actual monarca, dedicado a la masonería y a sus visitas con “amigos”?
¿El Partido Popular, que es la principal parte del problema?
¿Los incautos votantes de ese Partido Popular, masón y colaborador siempre con la izquierda?
¿Al 50% de la población, que es de izquierdas, separatistas y proetarras?
¿A esa Guardia Civil, que ya de Benemérita poco tiene, quizás nada, profanando la Basílica del Valle de los Caídos, entrando armados hasta las trancas en ese Recinto religioso, paseando por los laterales en plena celebración de la Santa Misa. ¿Impidiéndonos entrar al Recinto, como la Guardia Pretoriana fiel y obediente a la izquierda más soez? ¿A un Ejército, en donde los generales activos en su mayoría están politizados y viven agachando el espinazo? ¿A unos partidos y a un “Jefe Supremo”, enfermizo, inclinado a la izquierda, que aprobó a un Gobierno apoyado por separatistas y etarras?
¿Quiénes son Don Julio amigo, los que romperían las urnas y se echarían a las calles?
Mi querido y admirado amigo, seamos claros y dejemos a un lado nuestra inocencia, porque gracias a ella nos han dado palos y nos han descuartizado el pellejo, el corazón y hasta el alma
¡Dios te conceda muchos años!
Un abrazo, gran escritor, patriota y hombre de fe
Tu amigo incondicional,
Miguel Sánchez
Autor
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Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún. Aficionado a la escritura y a la historia de España.
Caballero Legionario que fue del IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.
Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas
Luchador nato por el Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.
Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.
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