El eufemismo es un recurso muy utilizado cuando pretendemos ocultar una realidad, recurriendo a la utilización de una expresión más amable para definir una idea que, de por sí, resulta indecorosa y malsonante.
El otro día, en una cadena televisiva de esas que, todavía, se pueden visionar, me topé con la estúpida esa de la “MEMA”, otra inteligente, tratando de arremeter, una vez más, contra Muface y la sanidad de los funcionarios, su guerra particular más enconada.
Posteriormente, una representante del CSIF argumentaba para el partido de la “MEMA”, el putrefacto “sumar”, al igual que la miserable “podemía”, ambos en trance serio de desaparición, como le sucedió a su marca blanca gallega, “la marea”, que se la llevó por delante, por el bien de todos, su propio tsunami de agua sucia y pestilente; llevaban estas propuestas en sus genes ideológicos y no mentía. Sin embargo, volvió a omitir quién es realmente toda esta gentuza venida a más, merced al engaño de los tontos, ya que suena mejor, asusta menos, la nomenclatura de “podemos” o “sumar”, incluso “la marea”, cuando, en realidad, habría que referirse a ellos como comunistas bolchevique-bolivarianos, que es lo que realmente son todos estos y estas impresentables y miserables.
Eso sí, cambiaron la ropa y el aspecto poco aseado y zarrapastroso por vestiditos de última moda a estrenar cada día; incluso, a cuenta de todos, financian sus peinados y maquillados. Eso, sin olvidar en qué quedó aquella promesa de seguir viviendo en los barrios más humildes, de tal suerte que, en cuanto pisaron moqueta, se fueron a chalets con piscina en las más caras urbanizaciones, domicilios de 400 metros o áticos con vistas al Paseo del Prado madrileño. Es decir, comunistas de salón, cuya única pretensión es la de romper la convivencia entre los españoles de bien, algo que ellos no lo son.
No podemos olvidar el viejo dicho de que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, y nadie mejor que estos para comprobarlo, que son los fieles herederos, al igual que los sociatas, de aquellos otros que en el Madrid rojo crearon las siniestras “checas” -Bellas Artes, Fomento, San Bernardo, Narváez, etc.- en las que miles de buenos españoles fueron torturados y asesinados por no pensar como ellos ni comulgar con su perversa ideología totalitaria.
Por ello, ahora pretenden cambiar la historia, reescribirla para tratar de tapar sus crímenes y desmanes y, para ello, montan este siniestro aquelarre rojo en torno al cincuenta aniversario del fallecimiento, en la cama, del General Franco, al que no le perdonan que los hubiese derrotado y echado a patadas de España, salvándonos así de más asesinatos y a Europa entera de caer en las manos del comunismo estalinista más despiadado y criminal.
Resulta asqueroso y vomitivo escuchar hablar a cualquiera de ellos, una casta de ignorantes e ignorantas, incluso más de estas que de los otros, y, en especial, a la “MEMA”, una auténtica botarate que destila maldad, o a su jefe de filas, la “tucán” de al lado de Ferrol, otra que tal baila, al igual que resulta odioso oír a la otrora “favorita del macho alfa” que buscó su acomodo en Europa y que, tuteladas por los sociatas, igual de miserables que ellas, son las responsables de una buena parte de los males que aquejan a nuestra Patria actualmente.
Sin embargo, no hay que olvidar, y eso ha sucedido tanto con los sociatas como con los comunistoides en general, que suelen presentarse cubiertos por una piel de cordero y con las caras tapadas con caretas amables de jóvenes universitarios, muy preparados, que entran en política para redimir la perversión de la casta y que muchos, tontos y tontas, compran sus mensajes y corren a votarlos hasta que se dan cuenta de que todavía son peores que los otros, ya que, valiéndose de la mentira y de todo aquello que sea necesario, se aferran a lo que sea con tal de no perder el momio y la mamandurria, pues de lo contrario, volverán a no tener donde caerse muertos.
A toda esta nueva casta comunista, presentada bajo siglas incluso amables, le debemos, con el aval, claro está, de los sociatas, todas esas barbaridades que tenemos que soportar y que nos están destruyendo moral y culturalmente: el haber convertido el llamado cambio climático en una suerte de nueva religión; que un tío con toda la barba se declare mujer y, encima, manifieste, con total naturalidad, ser lesbiana, ya que solo le gustan las mujeres; que se trate de colocar, en el mismo plano de igualdad, a una mascota que a una persona incluso paseándola por las calles en un cochecito de bebé; que una buena parte de los violadores hayan salido de las cárceles; que a nuestros jóvenes se les deforme intencionadamente; que traten de cambiar, deliberadamente la historia, con el fin de ocultar sus fechorías; que pretendan someternos a una dictadura férrea en la que ellos marcan las pautas de conducta; etc.
Por tanto, es hora ya de que dejemos de usar eufemismos y a cada cosa le llamemos por su nombre: al traidor, traidor; al cobarde, cobarde; al corrupto, corrupto, y a toda esta casta malvada, comunistas, que es lo que son.
Eugenio Fernández Barallobre
Autor
-
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.
Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.
Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.
Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.
Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022
Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).
Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
"En el silencio de la noche. Relatos Relatos frente al fuego" (SND Editores 2024)
Últimas entradas
- Actualidad30/01/2025A vueltas con los eufemismos. Por Eugenio Fernández Barallobre
- Actualidad27/01/2025El final de una era sociopolítica perversa. Por Eugenio Fernández Barallobre
- Actualidad24/01/2025Perversa y estúpida ignorancia sobre el pasado de España. Por Eugenio Fernández Barallobre
- Actualidad18/01/2025Un delincuente, prófugo de la Justicia, decide los destinos de España. Por Eugenio Fernández Barallobre