14/05/2024 23:39
Getting your Trinity Audio player ready...

En esta España en demolición, en esta España en guerra consigo misma y contra sí misma que ya no pone picas en Flandes, que pone el culo y el lamento limosnero donde el Duque de Alba ponía la espada y la Cruz de San Andrés, nada hay tan pomposamente ridículo como los mandarines autonómicos hostigándose unos a otros por los muertos, con y sin mascarilla, y por los rebrotes de la pandemia, y echándole la culpa a España, esa suerte de ectoplasma que en los pupitres de sus escuelas aldeanas no existe, pero que en el decálogo de sus quejas es la encarnación del mal, del robo a lomos del saqueo y de la tiranía jacobina a la grupa de la democracia.

Todos ellos son como la célebre Gata Flora, que si se la meten chilla y si se la sacan llora. Cuando el Gobierno decretó el Estado de Alarma y centralizó el poder, no para salvarnos de la pandemia sino para paladear, un poquito y un ratito, el Centralismo Democrático de Lenin, los mandarines aldeanos de las taifas chillaban como ratas de mazmorra porque les arrebataban el derecho constitulegal al aurresku y la sardana. Ahora que les han devuelto la alpargata y la barretina para que vuelvan a gobernar como los sátrapas persas en los territorios que señorean con su incompetencia, lloran como boabdiles sin Alhambra porque el Gobierno no les manda recursos y les colma de leprosos españoles con coronavirus, de españoles apestados que viajan a sus aldeas nacionalistas para contaminar las aguas de sus arroyos y los bosques de sus montañas con el aliento mesetario de sus pútridos pulmones.

LEER MÁS:  Resistiré, ante tanto imbécil como anda suelto. Por Ramiro Grau Morancho

Como dijo Estanislao Figueras, uno de los cuatro nefastos presidentes de la disolvente I República, “me voy porque estoy hasta los cojones de todos nosotros”. Sí, la tragedia irrevocable de España somos nosotros. Todos nosotros. Ellos, los que hubieran corregido nuestra incuria y castigado la traición de nuestros elegidos en las urnas, ya no están.

Autor

Eduardo García Serrano
Eduardo García Serrano
Eduardo García Serrano es un periodista español de origen navarro, hijo del también periodista y escritor Rafael García Serrano. Fue director del programa Buenos días España en Radio Intereconomia, además de tertuliano habitual de El Gato al Agua en Intereconomia Televisión. Desde el 1 de Febrero del 2019 hasta el 20 de septiembre del 2023 fue Director de El Correo de España y de ÑTV España.