Orgullo colectivo o colectivo de orgullo. Por Carlos Zarco

Llega el día, como cada 27 de junio, en que se recuerda a las víctimas del terrorismo con una serie de actos en el Congreso y en distintas Instituciones del Estado, de los que se desmarcan algunas asociaciones de las mismas y queda empobrecido por ello, en un cada día más descafeinado acto institucional, que pasa más inadvertido para los españoles de a pie.

Orgullo es el que deberíamos sentir por todos aquellos que persiguieron la derrota del terrorismo y han dado su vida, han sufrido secuelas que de una manera u otra han lastrado la misma o recuerdan con dolor estos hechos sufridos por tantos compatriotas y que nos hace víctimas a todos los que así lo sentimos.

Por esos mismos recuerdos dolorosos y por la necesidad de justicia ante la dejación, abandono, traición o cobardía de quienes lo debieron seguir haciendo con ahínco y que por acción u omisión no lo hicieron, no deberíamos olvidar. Esto es por lo que ellos pasan a ser tan criminales como los que protegieron y ahora son los actuales represores de las ideas que ya “no se llevan “y que vienen a perpetuar lo que ahora llaman “la verdad, la memoria y la reconciliación”, una filfa de nueva verdad y nueva memoria, como si a esas dos palabras se las pudiese adjetivar sin cambiar su sentido.

Pero esta España que duele, cuando oye la palabra “Orgullo” solamente piensa en escudos, grabados, símbolos, grafitis, fotografías, fiesta, tacones enmarcados en una bandera y como para muestra vale un botón, hoy he descubierto que ésta es utilizada, por primera vez, por el Organismo Público en el que he desarrollado mi vida laboral durante 43 años y del que me acabo de jubilar, Patrimonio Nacional, el que “cuida los bienes de la Corona y otros más”, enmarcando la Corona en esta bandera y que será el inicio de incluir todos los colectivos, supongo. Colectivos en España hay información de unos 3.370, no va a haber días para todos, desde presos a familiares de los mismos, desde víctimas del terrorismo a personas sin hogar, por ello hay que ser escrupulosamente cuidadoso para resultar imparcial, cuando menos desde los organismos públicos.

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Orgullo es según la RAE:

“Sentimiento de satisfacción por los logros, capacidades o méritos propios o por algo en lo que una persona se siente concernida.”

No me estoy refiriendo a los logros, capacidades o méritos propios de los que lucharon y luchan contra el terrorismo, sentimiento con el que estoy absolutamente de acuerdo, y cuyo orgullo es algo personal, si no a ese algo en lo que toda persona se debe sentir concernida y esto debe ser la lucha contra el terrorismo, lucha y orgullo colectivo, que debe concernirnos a todos, terrorismo no sólo del que atenta contra los derechos humanos, como nos quieren decir ahora, si no también el que por dejación u omisión no luchó contra él, el que lo financió, por el que robó, prevaricó o colaboró, ahí está la lucha colectiva del pueblo. ¿O no es un derecho humano el vivir o intentarlo al menos en paz?

Carlos Zarco Ibáñez