27/09/2024 08:21
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No asumo el credo de la vacuna ni me la pondré. Dicho lo cual, reflexiono: Produce hilaridad, por no decir vergüenza, cómo un Estado vacío de contenido y troceado en 17 taifas como el nuestro fracasa en la vacunación al haberse supeditado, como plañidera desvaída, a la burocracia mamona de la Unión europea encargada de contratar las dosis de vacunas, comprarlas y distribuirlas y a la que han tomado el pelo, dejándola con el culo al aire, los fabricantes Pfizer y Astrazeneca. 

Para eso les sirve a los españoles pagar decenas de miles de millones de euros para mantener la Comisión europea, el Consejo de Europa, el euro Parlamento y toda esa tramoya institucional: para nada; para el fracaso ante los asuntos cruciales de la vida y la salud. 


La Unión europea, tan hábil y diligente para imponer a los Estados la «economía verde», las cuotas de inmigrantes o los programas de «género»; tan hábil para extorsionar a Estados como Polonia o Hungría cuando no renuncian a su Soberanía; tan hábil para blindar al prófugo Carlos Puigdemont y regalarle escaño y sueldo público; la Unión europea tan hábil para tantas empresas malignas contra las Patrias, es un fracaso mercadeando sobre nuestra salud y un fracaso a la hora de comprar en el mercado libre una vacuna. El mercado libre es la ley de la Selva, y la Unión europea es un caniche imbécil en medio de leones.

Reino Unido, que supo reconocer lo taimado y grotesco de la Unión europea se fue de ella para impartir a los suyos la Soberanía nacional que les fue hurtada, y tienen sobradamente vacunas y autonomía nacional. 


Mientras tanto, todos los partidos políticos españoles salvo Vox, acordaron delegar en la Unión europea la compra de las vacunas; el PP como C´s, a los que llaman «derecha», defienden el derrochador sistema autonómico fracasado en la gestión sanitaria así como a la Unión europea fracasada con las vacunas. Cuando el mafioso Feijoo («hablar castellano es de incultos»), cuando Isabel Diaz Ayuso (lo menos malo del PP) o cuando Emiliano Garcia Page (el del falso «PSOE bueno») reclaman al gobierno de Sánchez que «lideres» las medidas contra el Covid o la vacunación se les escapa algo: ellos, caciques regionales, son autonomistas; ellos defienden el sistema de las 17 Taifas para que nada funcione bien y todo sea un fracaso; y ellos son europeístas entusiastas ergo defensores de la catástrofe en la adquisición y distribución de las vacunas.

Ya basta de hipocresías y falsedades. Las estructuras político-administrativas de las que PP PSOE Podemos Separatas C´s se benefician rompiendo España, así como su adorada Unión europea a la que entregaron nuestra soberanía, son un fracaso. No todo -y no sólo- es culpa del inepto y maldito Pedro Sánchez.

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Jose Miguel Pérez