28/11/2024 14:23

A falta de confirmación

EL PRESIDENTE DEL PP

SE SUICIDA

TRAS RECONOCER EL ERROR GARRAFAL DE PRESENTAR UNA “MOCIÓN DE CENSURA” SI LE APOYAN PUIGDEMONT, JUNQUERAS Y OTEGI…

y no aceptar los votos de VOX

Al parecer los miembros del Comité Nacional del Partido se están movilizando para pedirle a don Alberto Núñez Feijóo que dimita y poder nombrar presidenta provisional a doña Isabel Díaz Ayuso y hasta que se celebren unas Elecciones Primarias

Y es que no puede sorprender que el gallego esté compungido y el Partido más ante el disparate que ha sido ofrecer una “Moción de Censura” si la apoyan los socios que hicieron Presidente a Pedro Sánchez.

Pero ¿es que este hombre se ha vuelto loco o ha perdido el juicio o quiere volverse a Galicia?… de lo contrario no se explica. Sobre todo cuando haciendo números sin la presencia de los votos de VOX las cuentas no salen ni con calzador. La suma lo demuestra: el PP actual tiene 137 votos, JUNTS y ERC 7 (o sea 14), BILDU 6, el PNV 5, el BNG 1 y CCa 1. Esto sin contar con los 33 de VOX, y sin los votos de VOX no tendría la Mayoría Absoluta. Con VOX y sus 33 sí. Pero, como Abascal jamás estaría en ese pacto con los independentistas catalanes y vascos la cifra no cuadra.

Sin embargo, quiero recordarle dos cosas que debiera conocer o que debe conocer, si no está al tanto:

Primero, el discurso de Felipe González cuando presentó su “Moción de Censura” para el entonces seguro en la Presidencia, Adolfo Suárez. Dijo el socialista Felipe:

SEÑOR FEIJÓO LEA LO QUE DIJO FELIPE GONZÁLEZ, SIENDO JEFE DE LA OPOSICIÓN, AL PRESENTAR SU MOCIÓN DE CENSURA EN 1980

Sé de antemano que la tengo perdida, porque los números son los números, pero es una Obligación Moral de la Oposición decirle a usted que su Gobierno no gobierna ni sabe gobernar y devolverle la esperanza al pueblo español”

Y por si no le fuesen suficientes las palabras de Felipe González le reproduzco las que Miguel de Unamuno dijo tras las elecciones de febrero de 1936

– Mire, general, y que conste que hablo de esto porque usted me ha preguntado… verá, cuando los monárquicos trajeron la República y la República me trajo a mí, yo viví como una cierta esperanza, creí entonces, ¡iluso de mí!, que por fin había llegado la hora de España … ¡Era todo tan bonito!, un pueblo que se echa a la calle y que cantando arroja por la borda a una Monarquía de siglos, ¡era todo un acontecimiento!… una ocasión histórica… Pero no. La República se suicidó recién nacida, quizá porque la «comadrona» fue el resentimiento. Ya saben que su mentor, el señor Azaña, como dije en su momento, era un escritor sin lectores capaz de hacer la revolución para que le leyeran… No, y me di cuenta en cuanto me hicieron diputado y entré en las Cortes… aquello no era un lugar de encuentro, aquello fue desde el primer día el paraíso del desencuentro, una Torre de Babel a lo pobre. Ortega lo denunció enseguida con su «¡No es esto, no es esto!» famoso, pero yo preferí retirarme 

a mi Salamanca y seguir predicando en el desierto… 

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¿Y ahora? 

Ahora, aquella mi esperanza del comienzo es ya un túnel sin salida. Mejor dicho, con una única salida: la del enfrentamiento, la del exterminio, la de siempre… o tú o yo. ¡No, no me gustan como van las cosas!… LAS IZQUIERDAS, O ESO QUE LLAMAN IZQUIERDAS, SE HAN VUELTO LOCAS, Y LAS DERECHAS, O ESO QUE LLAMAN DERECHAS, ESTÁN CIEGAS… O SEA, QUE ESTAMOS ENTRE LOCOS Y CIEGOS… ¡Y ESTO NO PUEDE TERMINAR BIEN! 

– ¿Y qué se puede hacer? 

La verdad es que no lo sé. A veces pienso que habría que hacer una evangelización nacional para convencer a estos y aquellos de que la República, como la Monarquía, son meros accidentes en el tiempo y que lo importante, lo trascendente, es España… pero, los hechos diferenciales pueblerinos han hecho imposible esa vía. Otras veces pienso que lo que esta España necesita es fundirla, refundirla y recrearla… Habría que acabar con eso de las izquierdas y las derechas y convencer, que no vencer, a todos que sólo un movimiento unificador de pasiones y ambiciones puede salvarnos. ¡Y educación, mucha educación, política y de la otra!” 

Y si no tiene suficiente le reproduzco la carta que le dediqué creo que a los 100 días de su estreno como Presidente del PP. Aunque si absurdas eran sus infinitas promesas, más lo están siendo las querellas o las preguntas del Congreso, sabiendo, o debiera saber ya, que usted para Pedro Sánchez es solo “un payaso”. Así, al parecer, le llaman en los pasillos de la Moncloa.

Y “payaso” le están viendo hoy sus propios militantes y sus posibles votantes. Pero ¿cómo el Jefe de la Oposición y como tal Presidente de las Derechas españolas puede rebajarse a pedir el voto de los independentistas y están sosteniendo como Presidente al señor Sánchez?

¡¡¡Otro igual!!! ¡¡¡Otro igual!!! ¡¡¡Otro igual!!! Es la voz que está corriendo entre los suyos.

Porque por lo que se ve usted tiene la misma aspiración que tiene Sánchez: sentarse en la Moncloa. Pues, no se olvide que la UCD de don Adolfo Suárez llegó al Gobierno en las elecciones de 1979 con 166 diputados y en las siguientes de 1982 solo obtuvo 12 diputados… ¡no le vaya a pasar otro tanto!

Y no lo olvide: en el PP de hoy solo tiene CARISMA doña Isabel Díaz Ayuso.

LAS PROMESAS

DE NÚÑEZ FEIJÓO

YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,YO PROMETO, YO PROMETO, YO PROMETO,

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Y así lleva el día a día don Alberto Núñez Feijóo desde que se hizo cargo de la Presidencia del PP. Dos promesas diarias (aquello de Suárez de “Puedo prometer y prometo” se queda corto). Así que a este ritmo tendrá que decir 756 promesas más. Seguro que llegará un día, incluso, a prometer sembrar en los jardines de la Moncloa (si algún día llega) el árbol de la ciencia del bien y del mal del paraíso. Sin darse cuenta que mientras él hace promesas el sibilino Pedro Sánchez le está desmontando el Estado y, probablemente, hasta conseguirá que no haya urnas en 2023 o si las hubiere serían para ratificar su permanencia en la Moncloa.

Yo que sigo la actividad diaria de hunos y de hotros ya me levanto por las mañanas preguntándome qué promesas hará ese día don Alberto… y queriendo o sin querer más de una mañana se me viene a la cabeza el chiste que circulaba por mi pueblo durante mi infancia.

Había un viejo que se pasaba el día en los bares diciendo: “cuando yo era … cuando yo era… cuando yo era… cuando yo era… cuando yo era”… hasta que un día un vecino se le enfrentó y con mucha socarronería le espetó a su cara: “pues, ¿sabes lo que te digo? Que no hace falta que nos cuentes lo que tú eras, porque nos basta con ver lo que eres ahora” “Ya lo sé, pero no hace falta que me lo digas, UN MIERDA”… “Hombre, yo no quería decir tanto”.

Por tanto, deje usted de hacer promesas y haga lo que tiene que hacer: ceder la antorcha a doña Isabel, que es la que, ciertamente, puede desbancar a don Pedro y ocupar la Moncloa.”

Julio Merino

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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