Pedro Sánchez o el perro de Alcibíades. Por Julio Merino

Señores, viendo lo que estamos viendo a plena luz estos meses de verano y cómo se las apaña el ambicioso don Pedro Sánchez para hacer olvidar el escándalo de su señora esposa, doña Begoña Gómez, la imputada mayor del Reino (de momento, solo imputada) y la traición de Cataluña y el concierto económico con el que amenaza y todo lo que estamos viendo, a mí se me vino a la cabeza aquella teoría que pude leer en una de las obra de Plutarco. Teoría o leyenda una cosa está clara, que lo que hizo aquel Rey de Atenas que había llevado a Grecia al abismo y que ya no sabía cómo salir del callejón sin salida en el que se había metido, es lo más parecido a lo que está haciendo el Presidente Sánchez… y si no lean ustedes:

“Alcibíades, rico aristócrata, paseaba por Atenas con un magnífico perro por el que había pagado sesenta minas, todos pudieron admirar el porte sublime del can, así como su espléndida cola. Un día ordenó que se la cortaran. Aquello provocó entre amigos y conocidos toda suerte de comentarios y condenas. No entendían por qué había tomado tal decisión. Todo el mundo le criticaba, pero él, muy tranquilo y risueño, les respondió que mientras los atenienses se ocupaban del rabo de su perro no se fijaban en su mal gobierno.”

O sea, amigos míos, que este pillo que “okupa” la Moncloa y que está dispuesto a vender a su madre antes de salir (si no es para “okupar la Zarzuela) ha debido conocer también la leyenda del perro de Alcibíades. Así que, queridos columnistas, si ya sabemos que su talón de Aquiles es su señora doña Begoña, no caigáis en comentar por qué le ha cortado el rabo a su perro. Lo de Begoña, sus relaciones con “Javierito” Hidalgo y los créditos de casi 1.000 millones para “Globalia” y “Air Europa” vale más políticamente que los escándalos de Puigdemont, ya que lo que puede conseguirse si la justicia llega al fondo de los créditos concedidos al joven Hidalgo y las subvenciones a su otro amigo Barrabés es que el “vendedor de España” salga de la Moncloa (y no con los pies por delante, como salió su Franco de “El Pardo”)

LEER MÁS: Israel, el avispero de los intereses mundiales. Por Galo Dabouza

¡¡Santiago y cierra España!!… ¡¡Aur… Aur!! ¡¡Desperta ferro!!

Julio Merino

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.