Análisis a vuelapluma: El último y climático cáncer ideológico. Por Hernán Pérez Ramos

1- ¿Recordáis cuando los coches diésel eran los menos contaminantes? Pues ha salido un importantísimo estudio, publicado en la revista Food Additives and Contaminants, que demuestra que las pajitas absorbentes de papel que han sustituido a las de plástico (prohibidas por la mafia ecologista-comunista), llevan químicos extremadamente nocivos para la salud humana y son mucho más contaminantes para el medio ambiente que el plástico. Y no es solo eso: toda la cubertería desechable, que antes se hacía de plástico, ahora se hace de papel, cartón y madera, desforestando anualmente para ello decenas de miles de hectáreas de selvas tropicales.

2- Un negocio muy rentable. Si es verdad que la actividad del hombre genera el cambio climático, como claramente acabamos de ver, quienes dicen luchar contra el «calentamiento global», lo que hacen es acrecentarlo y multiplicarlo; porque es un negocio que deja pingües beneficios a multinacionales ligadas al social- ecologismo imperante en el mundo; empresas sin escrúpulos que se enriquecen vendiéndonos cubertería desechable, coches eléctricos, productos supuestamente no contaminantes, alimentos ecológicos y energías renovables, sabiendo que lo que producen contamina mucho más que los productos que han venido  a sustituir. Y lo más vergonzoso de todo es que al mismo tiempo los gobiernos sandía (verdes del ecologismo por fuera, pero rojos del comunismo por dentro), que apoyan y promocionan a estas multinacionales «ecológicas», se lucran a base de esquilmar los bolsillos de los ciudadanos europeos con decenas y decenas de impuestos medioambientales, mientras que China, Rusia, USA, India, Pakistán y otros países en desarrollo, responsables de más del 70% de la contaminación del planeta, ni hacen ni van a hacer absolutamente nada para reducir sus emisiones.

Conclusión: amigos, el ecologismo destruye el planeta y fulmina el bienestar de las personas; el falso ecologismo es el último modelo de cáncer ideológico al que tiene que hacer frente el género humano y tenemos que erradicarlo para siempre de España y de Europa, porque de ello depende el futuro de los españoles del mañana.