Anfac y Sernauto piden un plan de choque para la industria de automoción

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La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) han solicitado de forma conjunta este plan de choque en el marco de la celebración de la junta directiva de Sernauto.

En el acto, ambas organizaciones han puesto de manifiesto la «compleja y delicada situación» por la que atraviesa el sector en España, con motivo de la pandemia, la crisis de los microchips, el alza de las materias primas, la invasión de Ucrania o el encarecimiento de la energía.

Por estos motivos, tanto Anfac como Sernauto demandaron la implementación de un plan de choque que permita a España mantenerse como segundo productor europeo de vehículos en el proceso de transformación de la movilidad.

«Para mantener este puesto en la nueva movilidad, hay que aprovechar que la transformación hacia el vehículo eléctrico y la eliminación de la huella de carbono suponen una oportunidad de relocalizar en España piezas, productos y servicios neutros en dióxido de carbono (CO2) desde su producción hasta su distribución y comercialización«, añadieron.

Bonificaciones fiscales de proyectos industriales

Al mismo tiempo, las asociaciones solicitaron la existencia de «mayores garantías en la disponibilidad de financiación para fortalecer el capital circulante«, principalmente para las pymes, y aumentar las bonificaciones fiscales para los proyectos de desarrollo industrial.

Además, abogaron por transitar hacia la nueva movilidad garantizando la neutralidad tecnológica para consolidar la posición de España como segundo productor de vehículos a nivel europeo. Por ello, reclamaron medidas como la exención de la tributación en el IRPF de las subvenciones, las bonificaciones fiscales a la renovación de flotas por vehículos electrificados o la articulación de mecanismos para un Plan Moves III más eficiente.

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Desde Anfac y Sernauto apuntaron que se atraerá más inversión en España de las empresas del sector a medida que vaya incrementando la penetración del vehículo electrificado en el territorio nacional, una situación a la que beneficiaría «una reforma fiscal del automóvil ligada al uso del vehículo y no a su compra».