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El 6 de mayo de 1937 el LZ 129 Hindenburg, tipo Zeppelin, después de haber cruzado el Atlántico, estaba esperando aterrizar en la estaciona aeronaval de Lakehurst (Nueva Jersey). A las 19:25 horas se produjo la catástrofe. ¿Qué ocurrió?

Antes de contestar a esta pregunta debemos detallar qué era el Zeppelin Hindenburg. Se trataba de un dirigible construido de duraluminio. Tenía 245 metros de largo, 41 metros de diámetro, 14 bolsas de hidrógeno y dos de aire, con una capacidad de 200.000 m3 de gas. Llevaba 4 motores diésel Daimler-Benz DB 602 de 1.200cv, lo que le permitía alcanzar una velocidad máxima de 135 km/h. Había 61 personas de tripulación y 72 pasajeros. Era una aerolínea que unía Alemania con los Estados Unidos y Brasil.

Teniendo en cuenta el alto riesgo que sufría de incendiarse, no era uno de los medios de transporte más seguro. Sin embargo, durante 1936 -año de la inauguración de la aerolínea- cruzó 17 veces el Atlántico, recorrió 308.323Km. y transportó 2.798 personas. En ningún momento sufrió ningún contratiempo. Hasta que llegó el fatídico 6 de mayo de 1937.

Tuvo que esperarse varias horas a que una tormenta amainara y pudiera hacer las maniobras oportunas para amarrarlo. Recordemos que no era fácil la maniobra. No por la tormenta, sino por las dimensiones del Hindenburg, la aeronave más grande que sobrevolaba el cielo. Al cabo de dos horas decidieron empezar la maniobra. En aquel momento, desde popa se observó un destello de fuego de San Telmo. Es decir, una descarga de efecto corona electroluminiscente provocada por la ionización del aire dentro del fuerte campo eléctrico que originan las tormentas eléctricas.

Acto seguido la parte superior de popa se incendió y por un efecto dominó, por el hidrógeno y el aire, el Hindenburg se incendió completamente. En aquel momento se encontraba a una altura de 15 metros de altura. La estructura se hundió, cayendo sobre la parte habitada por los pasajeros y la tripulación de la nave. Toda la estructura quedó destruida en tan solo 32 segundos.

A pesar de la espectacularidad del incendio y que varios de los viajeros, por mido, decidieron lanzarse del dirigible al suelo. De las 97 personas que hicieron aquel trayecto desde Alemania, murieron 13 pasajeros y 22 tripulantes. Muchos de los que consiguieron salvarse fue porque se rompieron los depósitos de agua. Esta cayó sobre ellos y los salvó del fuego.

A pesar del fuego de San Telmo, circuló la teoría que el Hindenburg se incendió como consecuencia de un sabotaje. En aquel momento Hitler estaba en el poder. El FBI culpabilizo al ingeniero Eric Spehl y al acróbata Joseph Spa. El primero tenía unan ovia comunista. El sabotaje lo llevaron a cabo al no simpatizar con el régimen nazi. Existe otra teoría vinculada con un suicidio. Parece ser que un pasajero se suicidó o intentó suicidarse. Al disparar provocó el incendio. En los restos del dirigible se encontró una pistola Luger, a la cual le faltaba una bala.

Aquel fue el final de los dirigibles. Hitler ordenó cancelar los vuelos comerciales del LZ 127 Graf Zeppelin, idéntico al LZ 129 Hindenburg. El LZ127 fue desguazado. Sólo quedó en servicio el LZ 130 Graf Zeppelin II, que lo utilizaron como arma secreta para investigar los sistemas de radar ingleses. Como anécdota decir que el 12 de enero de 1969 el grupo británico Led Zeppelin publicó su primer álbum de estudio, utilizando la fotografía del dirigible incendiado.

Autor

César Alcalá