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Este ingeniero y militar nació en Barcelona el 24 de septiembre de 1858. Pertenecía a una de las más antiguas familias tradicionalistas de Cataluña. Inició esta prestigiosa saga Teodoro de Mas i Solà, que luchó en la guerra de la Independencia; Joaquín de Mas y de Vedruna, intendente del ejército de Carlos María Isidro de Borbón en la I Guerra Carlista; Luis de Mas y Poudevida, que luchó en la III Guerra Carlista, fundó y presidió el Círculo Tradicionalista de la Alta Montaña en Vic. 

Teodoro de Mas i Solà se casó con Joaquina de Vedruna Vidal, con quien tuvo nueve hijos. El matrimonio se produjo cuando ella tenía 16 años. Con anterioridad quiso ingresar en un convento de Carmelitas Descalzas. Tenía doce años y la superiora no la admitió al entender que no tenía la madurez suficiente. Al quedar viuda fundó, en 1826, la Congregación de las Hermanas Carmelitas de la Caridad. Tuvo que huir a Francia, finalizada la I Guerra Carlista, al ser partidaria de Carlos María Isidro de Borbón. Regresó en 1843 y fundó 22 comunidades religiosas. Falleció de cólera el 28 de agosto de 1854. El Papa Pío XII la beatificó en 1940 y San Juan XXIII la canonizó en el 1959. Así pues, la bisabuela de nuestro protagonista es santa, siendo su festividad el 22 de mayo. El cuerpo incorrupto de Santa Joaquina de Vedruna se conserva en el oratorio del Colegio Mas Escorial de Vic.

Teodoro de Mas se alistó, a los 14 años, en el ejército carlista para participar en la III Guerra (1872-1876). Su padre también formaba parte de ese ejército. Este obtuvo el grado de comandante y fue agregado por Carlos VII al escuadrón de su Escolta Real. Nuestro protagonista, después de la batalla de Ripoll, fue ascendido a alférez. Participó en las acciones de Campdevànol, Berga, Sant Hilari Sacalm, Anglès, Prats de Llusanés, Olot, Seu d’Urgell y Bañolas. En estas operaciones estuvo al mando el infante Alfons Carlos de Borbón y su esposa Maria de las Nieves de Braganza. En ese momento fue destinado a una comisión de servicios en el Norte, al lado de Carlos VII, ingresando en la Escolta Real, donde ya estaba su padre. En la acción de Lumbier, 1875, obtuvo la cruz del Mérito Militar. Al terminar la guerra traspasó la frontera, al lado del pretendiente, destino a Francia. Al querer regresar a Cataluña, fue interceptado por la policía francesa y los internaron en Montauban.

Al regresar a Cataluña continuó con sus estudios de ingeniería. Su labor técnica fue de gran provecho y utilidad, confeccionó un proyecto de enorme envergadura para abastecer a Barcelona con las aguas del Noguera Pallaresa. En 1884, en Salamanca y en Saltos del Duero, y en 1887, realizó las obras de una carretera en Albacete. Al año siguiente pasó a Buenos Aires, donde dirigió las obras de varios ferrocarriles e instaló diversas e importantísimas industrias, como la fábrica de cerámica La Fe. Obra exclusiva suya y de su propiedad fue la construcción y funcionamiento de la central eléctrica en su finca Molino de Sau, para distribuir electricidad a Vic, con una línea de 15.000 V que llegaba hasta el Mas Escorial, desde donde se introducía en la ciudad con una línea de 500 V.

Su vida pública fue ejemplarísima en todos los momentos de su azarosa vida. Permaneció fiel en la brecha y luchando en primera línea, en la esfera legal, por la difusión de los ideales religioso-políticos que profesaba, habiendo ocupado cargos de relieve en la organización carlista. En 1916 el marqués de Cerralbo lo nombró jefe tradicionalista del distrito de Vic, como los de Jefe del Distrito de Vich y Vocal de la Junta Regional.

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Al producirse el conocido como cisma Mellista -por el cual Juan Vázquez de Mella, la voz de la Tradición, decidió separarse de los postulados de D. Jaime- Teodoro de Mas decidió seguirlo y abandonar la Comunión Tradicionalista. No fue el único destacado carlista que lo hizo. Muchos siguieron a Vázquez de Mella. Entre ellos debemos destacar al Jefe del Tradicionalismo en Cataluña. Manuel de Llanza y Pignatelli de Aragón, duque de Solferino. En 1920 Mas fue nombrado jefe regional del partido mellista -Partido Católico Tradicionalista- en Cataluña. Su manifiesto decía que “antes los principios que la persona del Rey”, la prensa jaimista agonizaba por la rebelión de Mas contra dos generaciones de sus antepasados. A finales de 1919 se convirtió en el líder catalán de los Mellistas; cofirmó un discurso al infante Alfonso Carlos de Borbón con la vana esperanza de atraerlo. En 1920-1921 se dedicó a la construcción de nuevas estructuras y la movilización del apoyo público; como “patriarca del tradicionalismo catalán” encabezó mítines en Barcelona o en otros lugares, coordinó la acción electoral, dio la bienvenida a Mella en Cataluña, y aclamó el “enorme entusiasmo” de los mellistas catalanes de hecho, los estudiosos señalan que Cataluña fue una de las regiones con más vehemente apoyo a la causa. Sin embargo, las estructuras partidistas fueron emergiendo lentamente y había una rivalidad creciente entre de Mella y su discípulo, Víctor Pradera. A finales de 1922, Mas copresidía la gran asamblea Mellista de Zaragoza, que estaba totalmente controlada por Pradera. En la década de los treinta del siglo pasado, cuando se reunificaron las tres ramas existentes en una -Comunión Tradicionalista- Teodoro de Mas participó en varios actos de propaganda contra la II República.

En aquella época, al proclamarse la república, Teodoro de Mas era un septuagenario viudo y políticamente tendía a la inactividad. Sin embargo, retomó su papel público tras la muerte de Don Jaime; a finales de 1931 declaró lealtad al nuevo pretendiente carlista Don Alfonso Carlos y reingresó a la Comunión Tradicionalista, que luego de 12 años de disidencia marcó su regreso al carlismo ortodoxo. No asumió ningún cargo en el partido y disfrutó más bien de la condición de patriarca tradicionalista; su papel consistía en aparecer ocasionalmente en mítines públicos, como en 1934, o donar dinero a la causa, como en 1936.

 

un escuadrón de asalto, dirigido por Vicenç Coma Cruells

En Galería de vicenses caídos por Dios y por España, 1946, dedicado a nuestro protagonista leemos lo siguiente con respecto a su traumático final, en manos de las turbas revolucionarias que recorrieron Vi y su comarca lo siguiente:

 

En efecto a primeras horas de la madrugada del día 7 de agosto de 1936, un numeroso grupo de milicianos rojos llamaba con estrépito, a las puertas del «Molino de Sau» (Vich), preguntando por el dueño. D. Teodoro hizo su propia presentación al grupo de los que llegaban, más bien armados por el número que por el valor personal, y les declaró su condición de católico y de carlista, su fe en Dios, su filial fidelidad a la Iglesia y su amor a la España monárquica.

– Ya sé a lo que venís, y no me dais miedo. Como hombre y como antiguo militar, si ahora tuviera veinte años menos, os invitaría a medir vuestras fuerzas y vuestra estrategia con las mías. ¡Vais a matarme, yo os perdono!

El jefe de aquellos cobardes sólo supo decir: «Podemos despacharlo aquí mismo».

A quinientos pasos del «Molino de Sau», impuso su voluntad de morir de frente. Una ensordecedora descarga cortó la oración que D. Teodoro tenía en los labios.

De uno de sus bolsillos salió un pequeño libro: era «La Imitación de Cristo», que D. Teodoro llevó siempre encima, y del que decía, era su consejero, su fortaleza y su consuelo en los diarios azares de su vida. El prócer carlista y ferviente católico que arrostró la muerte de cien combates campales, cruentísimos y gloriosos, supo morir con no menor denuedo y presencia de ánimo a los setenta y ocho años de edad. Con él fue detenido en el propio domicilio por los milicianos rojos, su yerno el culto abogado y gran orador D. Juan Travería, el cual cayó a su lado bajo el plomo asesino.

Los restos mortales de ambos fueron conducidos al Cementerio de Vich el día 10 de mayo de 1939, en ingente manifestación de duelo como no se haya visto otra en esta ciudad”.

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El jefe del escuadrón de asalto era Vicenç Coma Cruells (1911-2002). Coma fue fundamental para las operaciones del Comité Antifascista en Vic. Responsable de una serie de acciones represivas y ejecuciones en 1936. A mediados de 1937 fue detenido por su presunto compromiso en las Jornadas de Mayo de Barcelona y pasó unos meses en prisión, hasta que fue puesto en libertad en 1938. En 1939 huyó a Francia, participó activamente en la Resistencia y, después de 1945, participó en la guerra en Indochina y Argelia. A finales de la década de 1950 se instaló en Chile. Parece ser que regresó a Cataluña después de 1975.

El documento habla de su yerno. Para finalizar haremos una pincelada de su biografía. Juan Traveria Publil (1902-1936) fue un abogado y político tradicionalista. En 1933 se presentó a las elecciones generales en el Bloque Nacional de Derechas, sin conseguir el acta de diputado. En 1934 se presentó en la candidatura Unió de ciutadans. Esta formación estaba compuesta por tradicionalista y la Lliga Catalana de Francesc Cambó. Ganaron las elecciones y Juan Traveria fue elegido alcalde de Vic. Estuvo al frente de la alcaldía hasta mayo de 1935. En las elecciones generales de 1936 se presentó por el Front Català d’Ordre, sin conseguir acta de diputado. Estaba casado con Elvira de Mas y Bach, con la que tuvo dos hijos, Elvira y Juan.

Autor

César Alcalá