21/11/2024 15:01
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Han arramblado con el sufrido esfuerzo de varias generaciones de españoles los sucesivos gobiernos habidos en España durante los últimos cuarenta y seis inútiles años, dejándonos instalados en la puerta de la ruina total y con una deuda de más de billón de euros como graciosa compensación. Eso es algo fácilmente demostrable.

Este sistema político incapaz de aportar riqueza vive del escándalo, utilizando como principal rasgo de su poderosa presencia,  el «sablazo» indiscriminado en forma de impuestos que establece a su caprichosa «neciosidad», decidiendo el momento de su creación y la cantidad que de ellos quiere recaudar.

¿Existe otra fórmula de gobierno? Debería. Al menos aquí, en España, si hubo un Gobierno que fue capaz de crear riqueza y de ayudar a crecer a la empresa privada para que ella también la pudiera crear. Así fue durante casi cuatro décadas.

El sentido común nos dice que hay que olvidarse de la nostalgia por bueno que sea el recuerdo que nos ofrezca,  pues ella  jamás podría ser quien nos proporcionara la mejor solución para los problemas. 

Hay que mirarse al espejo a la hora de peinarnos  y viendo nuestra cara, no recrearnos en la inutilidad de recordar la cara de hace un cuantos años; esa cara no la volvemos a ver reflejada en el azogue del vidrio. Pero eso si, hay que esforzarse en encontrar la mejor manera de que nuestra cara en el presente, y la que nos traiga diariamente el futuro, refleje amabilidad y buen talante. Y no ser para nosotros, y para los que nos vean, sobresaltantemente horrible. Algo similar a lo que nos parece este gobierno y todos cuantos de él chupan.

La principal peculiaridad de este sistema es la facilidad para abrirse de piernas permitiendo la  «penetración» hasta lo mas alto de la escala de su política, a cualquier gilipollas con clara desviación hacia sinvergüenza golforido -varón o hembra-, falto de la necesaria -no así en otros países- preparación, y de inexistente inteligencia, como estamos «jartos» de ver y escucharles diariamente por los medios de «dictadainformación sancheriz». Y así; con esas prendas vemos esa tropilla de gilipollas y tontos del culo, sin que haya quien lo evite,  llegando desenfrenadamente hasta asaltar el cajón de los decretos ¡hay que joderse! con los que nos flagelan. Siendo de tal pelaje los más «espabilaos», hagámonos cuenta de la categoría a la que pertenecen los y las que anidan  en los otros escalones, los que van bajando del PDC (Poder Democrático Chungo).

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Nadie sensato espera que el «día de la marmota» nos traiga de vuelta el régimen victorioso establecido el 1 de abril de 1939 pero lo que es indiscutible es que en 1975 la deuda española era del 10% del PIB: 114,8 miles de millones USD (dólares estadounidenses). Lo que nos dice que la deuda de España en 1975 alcanzaba la cifra de 11.480 millones de USD.

Hoy la deuda es de 1.42 billones de euros (los USD están a 0,93 respecto al euro) el 122% del PIB de este país. En 1975 en los bajos del Banco de España había 523,4 Toneladas de oro ahorrados por Franco, los rojos se llevaron hasta el aire. Ahora, dicen que hay 281 toneladas, que habría que contarlas. En 1975 la tasa de paro en España era de 3,7%; las ultimas cifras -maquilladas- del paro en España es del 13,65%. Entre 1975 y 2022 España por debajo de su potencial ha crecido un crecimiento del 1,5%. España entre 1950 y 1075 creció al 6,6%. Hay datos como que España e Irlanda en 1975 tenían la misma renta per cápita, hoy los españoles tenemos una renta 50% inferior que los irlandeses… ¿para que seguir?

Autor

Eloy R. Mirayo
Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en  las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.