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Cuentan que en una ocasión, le preguntaron al actual Papa que si los animales iban al cielo… “A un lugar especial”, respondió. Y es que el ser animal, ser viviente ahora, aporta notables beneficios a la conducta humana. Por eso y, en su pleno reconocimiento a la labor que desempeñan, como uno más, se han concedido los VI premios Bienestar Animal que otorga, cada año, el Ilustre Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema).
Repartidos en tres categorías: Premio Institución, animal y persona comprometida, estos galardones adquieren cada vez más notoriedad social y vienen a reconocer e incentivar la labor de personas e instituciones, o empresas, en el fomento y desarrollo en pro de la calidad de vida de los animales.
En el discurso inaugural, el presidente del colegio, Felipe Vilas, agradeció la labor de algunos de los asistentes como Rafael Laguens al frente de la Asociación Mundial Veterinaria o la labor de la Facultad en la formación y profesión veterinaria como es el caso de la Complutense, con presencia de su decana, al igual que, Isabel Rodríguez, de la Universidad Alfonso X El Sabio, junto a otros numerosos asistentes vinculados al sector.
Emotivo, sin duda el primero de los premios por lo que ello implicaba. El notable esfuerzo y dedicación prestada por el Colegio del Veterinarios de La Palma, por su incondicional apoyo en el rescate de más de 2.000 animales, tiempo antes incluso del desastre de la erupción ocasionada por el volcán Cumbre Vieja. Una distinción que recogió, muy emocionada, la presidenta del colegio canario, María Luisa Fernández Miguel.
Una historia que dio paso a otra que deja enmudecido, la de Alberto Villalba , de Teruel y sin duda, su gran protagonista, Xabat. Premio Animal Comprometido. Su fiel can y amigo, prolongación ahora de su vida, truncada hacia tiempo por un fatídico accidente, pero que vuelve a estar llena, acompañada de vida y valor gracias a su perro apoyo. El auténtico y paciente artífice premiado que ahora guía sus pasos en esta senda de obstáculos.
Y qué decir de una labor sin precedentes a lo largo de los años, como la que viene desarrollando el Padre Ángel, flamante ganador del reconocimiento, al unísono, de Persona comprometida. Gracias a las acciones, múltiples, que realiza a favor de los más desfavorecidos desde su sede la Iglesia de San Antón, casa también como señalo, de estos seres “que no hablan, pero si saben escuchar”, pacientes, que despliegan todo su cariño con aquellos que les rodean, combatiendo situaciones no deseadas como la aciaga soledad y hacen de la vida de la personas un mundo mejor en convivencia.
La profesión veterinaria tiene un neto “carácter científico”, como señala Laguens. Se debe profundizar en la salud y bienestar animal para tener un mayor conocimiento y desarrollo social. “No soy capaz de imaginar un mundo sin animales, eso sí que sería soledad”, afirmo el presidente de la Asociación Mundial Veterinaria antes del broche sonoro de esta emotiva edición a cargo del Coro de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense (UCM) en Clave de mu, quien armonizó con sus piezas los oídos presentes, no solo humanos.
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