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Esta misma frase del titular es la que ha usado como núcleo argumental, y fundamento de sus declaraciones, el movimiento político Oficio Hispánico (para la Unidad y Regeneración Católica Hispánicas, basada en nuestra Tradición Hispánica, frente al llamado Nuevo Orden Mundial) en el momento en que supimos de esta noticia:
El pasado martes día 20 de septiembre, Dia de San Eustaquio Mártir (primer legionario y General de los ejércitos romanos martirizado junto a su familia y camaradas en tiempos del Emperador Trajano, el hispano) fue también el 102° Aniversario de la Legión Española.
A primera hora de la mañana de ese día era ya conocido por algunos de nosotros un hecho del que se tenía seguridad se iba a producir más pronto que tarde:
Francisco había aceptado formalmente la renuncia a la Administración Pastoral de la Diócesis de Alcalá de Henares de Monseñor D. Juan Antonio Reig Pla, que canónicamente había tenido que presentar el pasado mes de julio de 2022 al cumplir los 75 años.
Este hecho es habitual por diversos motivos de salud e incluso eclesiales, y no sería noticia, salvo por lo que hay implicado, por el fondo y las formas:
– La extrema presteza, que sólo ha tenido en consideración las vacaciones de la Curia Vaticana y la imposibilidad de realizar determinados trámites jurídico-burocráticos, para confirmar la petición de renuncia canónica al cumplir los 75 años de Mons. Reig.
– Francisco, no sólo no ha esperado más tiempo (hecho habitual en el que destacan en la actualidad el Cardenal Cañizares en Valencia y el propio Osoro en Madrid con casi 2 años de prórroga) sino que para sustituir a D. Juan Antonio no ha nombrado a otro obispo titular, ha impuesto un Administrador Apostólico plenamente servil (como ya hizo con la Orden Soberana de Malta, El Santuario de Lourdes, Los Heraldos del Evangelio, y Comunión y Liberación, entre otros) servil a él y a Osoro, de hecho es Obispo Auxiliar de Madrid: Mons. D. Jesús Vidal.
– Este reproche deshonroso y carente de la más mínima caridad, que hemos presentado en los dos puntos anteriores, era de esperar por los que admiramos a Mons. Reig y lo consideramos un verdadero pastor de la Iglesia en estos tiempos de traición, tibieza y, en otro lado, de rigorismo farisaico con apariencia de tradicionalismo y ortodoxia, pero carente del Espíritu.

– Aunque no es desconocido por nuestros lectores y muchos otros (incluso por el enemigo) recordemos los motivos del »martirio en vida» de Monseñor, de D. Juan Antonio, como un legionario de Cristo:
– Haciendo referencia a las Sagradas Escrituras y al Magisterio Sagrado de la Iglesia Católica, así como a la Tradición Patrística, señaló y nos recordó que los homosexuales (sodomitas) están expuestos a las penas del Infierno.
Idolatría, Sodomía y Usura han sido, por más de 1500 años, los pecados más graves de la Santa Madre Iglesia.
– Señaló, también, recordando el mismo Magisterio y haciendo referencia a diversos médicos, psiquiatras y psicólogos, que la homosexualidad o sodomía es curable como lo son otros pecados o enfermedades del espíritu y las patologías registradas en los manuales de psiquiatría hace menos de 40 años.
– La lealtad y fidelidad por años al Magisterio de la Iglesia, en estos aspectos y en otros relativos a la Tradición Litúrgica y a la Teología Moral y Dogmática, han hecho que Mons. Reig sea querido por muchos sacerdotes, religiosos y laicos en su diócesis y en otras diócesis hispanas.
El movimiento político Oficio Hispánico tampoco lo olvida y nos recuerda que, nacido el 7 de julio, San Fermín, de 1947 en Cocentaina, Alicante, realizó estudios eclesiásticos en el Seminario Metropolitano de Valencia, en la Universidad Pontificia de Salamanca (Licenciatura en Sagrada Teología, 1973) en la Academia Alfonsiana de Roma y en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma (Doctorado en Teología Moral, 1978). En 1970 es Ordenado Diácono y al año siguiente Presbítero, el 8 de julio, después de San Fermín y de su nacimiento según la carne. El 22 de febrero de 1996 es elegido por Juan Pablo II Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón. En 2005 Prelado de Cartagena-Murcia y en 2009 de Alcalá de Henares, la primigenia diócesis madrileña.
Como conclusión, y volviendo a la frase del titular:
Los obispos nunca son eméritos de sus tareas y dones pastorales sino de unas tareas administrativas o canónicas que son transitorias. El pastor y el maestro jamás cesan pues el Pastor, el Maestro y el Rey Verdadero y Eterno, Jesucristo, los selló para esto como Obispos y sucesores apostólicos por siempre.
Desde El Correo de España, desde Oficio Hispánico y yo mismo besamos su mano episcopal y nos ponemos a su disposición por el bien de la Iglesia y de Hispania, de la que somos parte.
A.M.D.G.

Autor

Daniel Ponce Alegre
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