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Nuestros insignes soldados, después de 3 años de intensa lucha, pasando hambre y todo tipo de penalidades, aún le quedaron ganas, fuerza física y mental, para ir a exterminar al comunismo criminal a sus propias cuevas.
Iban con tanto arrojo, cantando y alegres, que parecía que iban a ir a una fiesta, aunque sabían que se encontrarían en un terreno hostil, ya no por el enemigo, sino por una climatología extrema, con 40º o 50º bajo cero, cuando en España, era 30º a 40º sobre cero. La diferencia además de abismal, era brutal.
Parecería mentira, si no se viera por fotos, videos y documentos, que los españoles vencedores de una atroz Guerra de Liberación, consumidos y exhaustos, cogieran la mochila, la foto de la amada, la guitarra y con alegría, que siempre ha caracterizado al militar español, fueran en multitud, a luchar contra el comunismo criminal de la URSS
DOCUMENTAL de la DIVISIÓN AZUL (COMPLETO)
Había un cupo de voluntarios, para acudir a luchar contra los criminales soviéticos, en su propio terreno y pronto tuvieron que cerrar el libro de los alistados, porque todos querían ir, pero Franco puso un límite, porque se necesitaban aquí, para reconstruir la Patria desolada, por una guerra, nunca fratricida, nunca entre hermanos, contra el enemigo de la fe y de la Patria
Una cosa sí dejó clara, que tenían que ser Voluntarios, nunca enviados por el Estado, para seguir siendo neutrales como Nación.
Cuando las autoridades militares hitlerianas los vieron tan alegres y con sus guitarras, sus botas rotas y ropa no adecuada, pensaron si eran extraterrestres. Y no solo eso, sino que cayeron hasta en el insulto y el desprecio. Luego tendrían que cambiar su pensamiento, cuando vieron que eran los soldados más valientes, arraigados y sin temor al enemigo, pues apenas se cubrían.
Toda la mala sensación que creo en los alemanes e incluso en el “Führer”, luego éste tuvo que recular, una vez vista la fortaleza mental, la valentía y la fiereza en el combate.
Tanto fue así, que pronunció la famosa frase de:
“Con mando alemán y soldados españoles, me haría el amo del mundo”
“Si en el frente os encontráis a un soldado mal afeitado, sucio, con las otas rotas y el uniforme desabrochado, cuadraos ante él, es un héroe, es un español” General de Artillería Jürgens, Comandante General del XXXVIII Cuerpo del Ejército de la Wehrmacht.
1942 La División Azul
La División Azul nació en el hotel Ritz. Dionisio Ridruejo y Mora Figueroa cenaron allí con el ministro de Exteriores Serrano Suñer y le expusieron la idea de llevar un contingente de falangistas a Alemania. Saben que la invasión de la Unión Soviética está al caer y era conveniente estar posicionados. Desde mayo del 41, la Falange ha perdido influencia en el régimen franquista, están perdiendo la batalla con católicos y militares y desean destacar, pero el Ministerio del Ejército exige participar y después de dos días de consejo de ministros Franco llega a una solución salomónica: una unidad mixta donde los mandos salen del ejército y las academias y la Falange se ocupa de los banderines de enganche reclutando voluntarios.
La División Azul (1941-1943)
En la primera expedición, 18.000 hombres que salen en julio del 41, la gran mayoría lo son. Hasta un 25% eran militantes falangistas, muchos que no pudieron luchar en la Guerra Civil y querían hacer méritos. Otros tenían cuentas pendientes o creían que había que continuar la guerra en otro escenario. En siguientes expediciones o donde no se cubría el cupo, se presionó indirectamente. Si un oficial hace formar a la compañía en el patio y ordena que dé un paso al frente el que no esté dispuesto a ir a Rusia, a ver quién es el guapo. A menudo influía el afán de aventura, nada despreciable, el culto a la masculinidad o el deseo de hacer carrera de oficiales anticomunistas que admiraban a la Wehrmacht, aunque también hubo oficiales que deshacían bajo la mesa los reclutamientos más o menos forzosos. Y hubo un componente económico, por la doble paga. Entre un tercio y la mitad iban ideológicamente convencidos por falangismo, por anticomunismo y por profundo catolicismo.
Los divisionarios pensaban, que el alemán no era un ejército tan moderno ni tan admirable. Tienen que ir a pie desde Sudauen, Prusia Oriental hasta Vítebsk, Bielorrusia, dos meses de marcha a bajo cero en la que empiezan a conocer la realidad: bajas, prisioneros en estado lamentable, segregación de judíos y maltratos, represalias colectivas contra pueblos acusados de ocultar partisanos. El frente nevado no era el de una guerra relámpago sino estático y no llegaba el correo. El subteniente Arenales escribió en una carta «esto es Somosierra, pero mucho más frío». Mantuvieron la cohesión de la tropa por el núcleo duro falangista y porque muchos se conocían. Los estudiantes del CEU de Valencia aparecían en los lugares más recónditos.
La División Azul Españoles en el Frente Ruso 1943
Los combatientes españoles a los que Hitler admiró
En los partes consta que eran valerosos y su «disposición a la heroicidad».
Con los soldados alemanes de a pie hubo muchos roces por cuestiones de chicas y los mandos no entendían que los oficiales tuviesen asistente y cocinero, impensable, y había quejas por indisciplinas e informes de españoles en la retaguardia mercadeando e incluso armas, pero estaban muy bien considerados como soldados, muy fiables.
Y la opinión personal de Hitler era mejor aún que la de sus generales en Rusia. En sus conversaciones privadas sobre los divisionarios cita a un general prusiano que había estado en las Guerras Carlistas, August Karl von Göben, y le da la razón, los califica de románticos, idealistas, aunque critica que los oficiales, «una panda de cerdos», se quedan con la mayor ración.
Como soldados los admira, habla de maestros en el arte de la guerrilla y decía:
«Nuestros soldados están seguros, cuando están al lado de los españoles».
Además Hitler estaba especialmente fascinado por Muñoz Grandes, en el que llegó a ver un deseable relevo para Franco, al que percibía dominado por la Iglesia y los terratenientes. Creía que la Falange tenía que ganarse a las masas obreras en lugar de reprimirlas y en Muñoz Grandes veía la persona idónea.
No debemos olvidar, que desde el encuentro con el Caudillo en Hendaya, por la actitud fuerte y constante de nuestro Generalísimo, por la que el dueño del mundo, no pudo convencer para su inclusión, a su lado, en la Gran Guerra, ya le cogió un asco y desprecio terrible.
Tanto era así, que pensó incluso asesinarle, para poner al General Muñoz Grandes, al frente de la Nación española.
Mientras Franco era firme en sus ideas e ideales, el gran General Muñoz Grandes, era asequible para el Führer
Pieza de Informe Semanal con motivo del rodaje de la película «Sangre en la Nieve», sobre la División Azul. Los voluntarios españoles en la II Guerra Mundial. Año 2011.
ArchivoEOC. La División Azul. Los voluntarios españoles en la II Guerra Mundial
Autor
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Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún. Aficionado a la escritura y a la historia de España.
Caballero Legionario que fue del IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.
Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas
Luchador nato por el Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.
Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.
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¿De donde se ha sacado esa propaganda bolchevique embustera, de que Hitler quería «asesinar» a Franco y poner en su lugar a Agustín Muñoz Grandes? (Algo que no hizo, por cierto, en Hendaya, aunque Franco le irritó como nadie al exigirle invadir UK como condición previa para que España entrase en la guerra a su lado, como también lo esperaba el impaciente y temerario ensoberbecido Mussolini).
Hitler envió a España ayuda militar inestimable en el momento preciso, tras la sublevación, cuando los conservadores huían cobardemente para salvar su dinero y sus vidas y las de los suyos: aviones de guerra, cazas Messerschmidt BF 109 (los mejores del mundo entre 1937 y 1945), pilotos de la Luftwaffe, muchos de ellos ases con muchas victorias, bombarderos Heinkel 111, aviones Junkers de transporte de tropas, Stukas, cañones antiaéreos de 88 mm., insuperables durante la guerra mundial, camiones, vehículos blindados, carros de combate Pz I y II, artillería diversa, munición en abundancia, fusiles, ametralladoras y varios miles de voluntarios nacionalsocialistas, no solo alemanes, a luchar en el bando nacional católico acaudillado por Franco, en favor de millones de católicos patriotas verdaderos, nuestros abuelos, contribuyendo a que la Santa Iglesia Católica Apostólica siguiese existiendo en España y no fuera exterminada no ya solo en sus sacerdotes, frailes y monjas, más de 8000 de ellos asesinados por los rojos, sino en el 60% de españoles, más de 15 millones, que solían acudir a misa al menos los domingos y fiestas de guardar, algo sumamente odioso y extremadamente antidemocrático y no digamos ya antimarxista. Así pues, Hitler, con gran peligro de entrar en guerra mundial con la URSS, con Francia y con UK ya aquí en España, derramó la sangre de sus militares para evitar que España cayera en manos del comunismo infernal en el que Stalin intentó sumir a una república soviética del frente popular ya desde mucho antes de la guerra (véase mensaje de Fátima y de Vilna a Santa Faustina Kowalska), como lo haría en muchas otras naciones europeas, incluida la propia Alemania durante los años treinta. Y esto es así y va al Juicio Final, se pongan como se pongan, clamen como clamen, ladren como ladren y rujan como rujan en todas las naciones de la tierra, incluido el Vaticano y las conferencias espiscopales del planeta, fieles al Señor o apóstatas como Lucifer. Ya el Señor advirtió a sus apóstoles y discípulos que quien no estaba contra nosotros, está con nosotros.
La División Azul, formada por verdaderos cruzados católicos fieles a Cristo en su inmensa mayoría y no solo de palabra, formó parte de un frente de millones de anticomunistas y antidemócratas patriotas y mayoritariamente también católicos que lucharon contra la infernal Rusia que, por desgracia para la humanidad y como castigo de Dios al mundo por no corregirse a pesar de sus advertencias, acabó extendiendo sus errores, persecuciones a la Iglesia, guerras, revoluciones, terror, miseria y muerte, con martirio de los mejores, por todo el planeta con la complicidad plena de las prostituidas democracias angloparlantes, co responsables de la barbarie que ayudaron a imponer desde 1945 en Europa y desde 1976 en España. Solo Dios nos puede librar de tan apabullante mal.
Mañana, 22 de junio, se cumple el 82 aniversario del inevitable inicio de hostilidades entre el Eje y la infernal URSS, en un frente de más de 3000 kilómetros entre el Oceáno Ártico y el Mar Negro. Millones de militares, principalmente alemanes, austríacos, checos, eslovacos, rumanos, húngaros, finlandeses, a los que luego se unirían voluntarios de más de 20 naciones del mundo (incluidos los de la División Azul), plantaron cara al satánico comunismo derramando su sangre y conteniendo para Europa y el mundo entero, la mayor amenaza en cuerpo y alma que ha sufrido la humanidad hasta la fecha, el comunismo, amenaza de la que ya se nos advirtió desde el Cielo por la Santísima Virgen María y por el mismo Señor Jesucristo, pero que no fue atendida entonces y que, incluso hoy, en buena parte, sigue sin atenderse respecto a China, la bestia renacida. Millones de hombres y mujeres valientes y generosos, como los mártires de nuestra cruzada previa, independientemente de los medios más o menos criminales que llevaran a cabo en un contexto de guerra, que no de paz, se enfrentaron a una amenaza que solo Dios podía detener por intercesión del Inmaculado Corazón de María, tal como nos fue revelado en Fátima y que cuatro papas, nada menos, junto con sus respectivos obispos, no quisieron o no supieron atender para mal de cientos de millones de almas por las que tendrán que responder ante Dios, que no juzga según los criterios del mundo, que no juzga con propaganda y mentiras sin término, sino que juzga con la Verdad, de la que Jesucristo fue Testigo hasta la Cruz a la que le condenaron los judíos.
Aunque ni una sola misa sea ofrecida mañana por esos millones de hombres y mujeres que lucharon contra el satánico comunismo, que Dios, Infinitamente Misericordioso, les haya perdonado sus pecados, por muy abyectos que fueran y mitigue las penas de los que aún se encuentren en el purgatorio. Porque de bien nacidos es ser agradecido.
«Si un oficial hace formar a la compañía en el patio y ordena que dé un paso al frente el que no esté dispuesto a ir a Rusia, a ver quién es el guapo»
Nunca hizo falta hacer eso
Un ejemplo, cuando el coronel Ricardo Villalba Rubio, el mando de las tropas y los voluntarios que defendieron el Alcazar por orden de Moscardo se alisto a la Division azul para gobernar el regimiento 263 una buena cantidad de militares y falangistas que habian defendido el Alcazar a sus ordenes se presentaron voluntarios para ir a Rusia con gran entusiasmo y como estos toledanos lo hicieron en otras provincias miles de magníficos españoles .