“Chiringuitos”, no, “chiringuitos”, no, “chiringuitos”, sí. Por Julio Merino

Getting your Trinity Audio player ready...

Para los andaluces

“Chiringuitos”, no

Pues “chiringuitos”, sí

La pura verdad. Pues el tema de los “chiringuitos” es capital para cambiar Andalucía, ya que cada día se descubre que los “chiringuitos” se llevan la parte del león de los presupuestos anuales. Miles de “chiringuitos” siguen “chupando” de la teta oficial sin que sirvan de algo para el Estado del Bienestar. Puesto que los “chiringuitos” solo se montan, se consolidan, se subvencionan cuando los solicitantes son amigos, militantes del Partido que tengan la llave de la caja y la mayoría en el Parlamento. Y, al parecer, este tema ha sido capital en estas elecciones. Tal vez porque el PP sabía que si VOX entraba en el Gobierno esa iba a ser su principal reclamación: acabar, dar carpetazo, cortar sin compasión las ayudas y las subvenciones a los “chiringuitos” y eso era jugar demasiado fuerte, pues fuerte es, muy fuerte, el Imperio del arcoíris (tan fuerte que ese es uno de los puntos negros que todavía tiene por resolver la valiente Presidenta de Madrid, doña Isabel Díaz Ayuso)… y es que un Imperio que ya agrupa al 10% de la población mundial (8 mil millones de seres humanos) y participa en las multinacionales más importantes de todos los sectores económicos y se gasta miles de millones en publicidad en el mundo, es demasiado Poder para una simple Comunidad Autónoma o incluso una pequeña Nación como es España. Por tanto, VOX ya debe saber quién ha cambiado su trayectoria y quién va a tener siempre enfrente. Y de esto es de lo que no quieren ni hablar los señores del PP.

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.