La Primavera dentro de casa es posible

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Hemos seleccionado 5 joyas del mundo de los bulbos para celebrar el comienzo de la primavera:
narcisos, nazarenos, tulipanes, jacintos y fritillarias que florecerán rápido en cuanto las pongamos en el interior de nuestras casas. ¡Toma muy buena nota y verás cómo tu casa cambio de color!

Origen

Los bulbos de primavera tienen diversidad de orígenes. Los tulipanes son originarios de Turquía. Los jacintos vienen del Mediterráneo oriental (Líbano, Siria, Irán e Iraq). Los narcisos se extienden por todo el suroeste europeo y las fritillarias son nativas de Europa y del este de Asia.

Elige los tuyos

Los tulipanes en maceta están disponibles en un rango que se extiende desde especies botánicas concretas, los cuales se mantienen pequeños y cortitos, hasta fabulosos cultivares con diversas formas de flor, simples o dobles. Pueden ser de un solo color liso, multicolor, flameadas o a rayas.

Los jacintos están disponibles en los colores clásicos como el rosa, el blanco o el azul, pero también novedosos tonos como el morado, el salmón o el amarillo pálido. Cuantos más botones florales tenga el tallo, podremos gozar de una mayor floración.
Los narcisos en maceta se ofrecen en sus variedades más comunes perfumadas y con la forma de trompeta clásica, así como variedades con flores dobles. Los colores más comunes son amarillo y blanco, mientras que los narcisos bicolor salmón y naranja se están extendiendo cada vez más.

Los nazarenos pueden encontrarse en colores blanco, lila, morado y rosa. Sus famosos bulbos en maceta desprenden una agradable fragancia, la cual se refleja en su nombre científico, muscari.

La fritillaria en maceta tiene bonitas flores que cuelgan de los tallos. La Fritillaria persica tiene mayor envergadura, con multitud de flores moradas en lo alto. Las Crown Imperials (Fritillaria imperialis) tiene largos tallos coronados con fuertes y aromáticas flores colgantes.

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Cuidados básicos

• Los bulbos de primavera florecerán durante más tiempo si les buscamos en casa el lugar más fresco posible.
• Regarlas regularmente ayuda al bulbo a florecer, aunque demasiada agua puede favorecer la podredumbre.
• No hay necesidad de abonarlos, pues los nutrientes ya se encuentran en el bulbo, lo que hace que los bulbos de primavera sean fáciles de cuidar.