20/09/2024 06:43
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Entrevista de Breizh-Info con Volodomir Kabachenko, diputado ucraniano del partido Batkivshchyna (Patria) – una formación que adscrita como observadora al Partido Popular Europeo, durante un viaje humanitario a Ucrania con la asociación Urgence humanitaire.

Con su barba bien recortada y su raya al lado, Volodomir Kabachenko parece el yerno ideal. Su posición política en el Parlamento encaja perfectamente con esta imagen. Desde el centro-derecha, está a medio camino entre la oposición y el partido gubernamental. Sin embargo, algunas de sus declaraciones, matizadas y francas, están un poco fuera de lugar en un conflicto en el que la guerra mediática y la propaganda hacen estragos al menos tanto como las armas.

En primer lugar, me gustaría hacerle una pregunta un poco provocadora, pero que un cierto número de occidentales que observan la guerra en Ucrania se plantean; ¿tienen realmente la intención de recuperar las regiones separatistas? ¿Es esto razonable si se quiere hacer la paz con Rusia?

Ucrania tiene 45 millones de habitantes. Han votado y elegido un parlamento que refleja su posición; las regiones escindidas pertenecen a Ucrania. Tenemos la intención de devolverlas al redil nacional.

El presidente Zelensky habló de resolver el problema mediante un referéndum…

¡Sí, pero cuando estas regiones sean liberadas! ¿Cómo podemos organizar un referéndum fiable cuando estas regiones están ocupadas, cuando millones de exiliados han huido del país y cuando los soldados están en el frente? Para que el referéndum sea justo, las regiones separatistas deben poder votar; de lo contrario, demasiados ciudadanos del Oeste tendrían la tentación de abandonar el Este para tener paz.

Las negociaciones entre Ucrania y Rusia son muy opacas. Para no asumir la responsabilidad, Zelensky anuncia que quiere pedir la opinión del pueblo, lo cual es positivo, pero técnicamente imposible por el momento.

La reanudación de la guerra ha supuesto la creación de una legión internacional. Los medios de comunicación occidentales proponen una cifra de 20.000 voluntarios basada en las afirmaciones de los ucranianos; ¿qué hay de cierto en eso?

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Efectivamente, hubo muchas peticiones. Pero en realidad, hay 400-500 voluntarios internacionales. Los requisitos han servido de filtro: hay que hablar bien inglés y tener experiencia militar. Pero hay gente de todo el mundo: Taiwán, Finlandia, Brasil, el mundo anglosajón, etc.

¿Cómo responde usted a las acusaciones de nazismo formuladas por Rusia como causa de la invasión?

Son inanes. ¿De qué nazis estás hablando?

Azov por ejemplo…

Seamos claros; con el inicio de la guerra en 2014, todos nos convertimos en nacionalistas. Todos nosotros. Y cuando habla de desnazificación, Putin se refiere a todos los nacionalistas, no sólo a los «nazis». ¡Pero ahora todos los ucranianos son nacionalistas!

En cuanto a Azov, es una minoría. Se le reprocha a Ucrania que no los mantenga fuera, pero le hablaré con franqueza: los hombres del batallón Azov son extremadamente profesionales, muy eficientes y, digámoslo así, heroicos. Por eso se han unido a ellos miles de personas que no comparten necesariamente todas sus ideas políticas. En tiempos normales, para mí serían enemigos políticos; pero estamos en un periodo de guerra, ¡la consigna es la Unión Sagrada!

¡El Batallón Azov es agitado por los rusos para asustar a la gente! Como el regimiento Wagner o los chechenos del lado occidental; todo es propaganda mediática.

Usted alaba las cualidades de los combatientes de Azov, pero ¿por qué no se les envía apoyo en Mariupol?

Sólo tenemos 100.000 soldados ucranianos contra 400.000 soldados rusos. Cada día los rusos avanzan y envían más soldados; por desgracia, no podemos defender todas nuestras ciudades por igual.

¿No es la OTAN la responsable de la escalada de violencia?

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Sí, por supuesto. Además, no entiendo por qué la OTAN nos envía aparentemente armas pero se niega a asegurar el espacio aéreo. La OTAN parece utilizar a Ucrania como escudo para debilitar a Rusia. Pero tenemos nuestra propia responsabilidad; deberíamos haber reforzado nuestra defensa para garantizar nuestra independencia. Putin tiene miedo de la OTAN y sin la OTAN tendremos dificultades para ganar.

La pertenencia a la OTAN está inscrita en la constitución de 2014, esto ha enfurecido a Rusia y Occidente finge estar sorprendido; en realidad no nos engañamos con el doble juego que se está llevando a cabo. Pero estamos obligados a acercarnos a Occidente para resistir a los rusos. ¿Qué les diríamos a nuestros hijos en caso de una victoria rusa?

¿No sería posible observar una posición de neutralidad?

Para que tengamos un estatus neutral, tendríamos que tener suficiente fuerza militar para resistir a las potencias hegemónicas. Esto fue posible cuando tuvimos material nuclear en los años 90 tras la caída de la URSS. En el Memorándum de Budapest, los rusos nos dijeron «si nos dan sus cabezas nucleares, prometemos no invadirlos nunca». Les hemos creído y ahora nos invaden. ¿Cómo pueden ser creíbles hoy en día cuando se quejan de las mentiras y los avances de la OTAN? Hacen lo mismo.

Además, estoy dispuesto a apostar que, sea cual sea el resultado de la guerra, los rusos intentarán mantener bases militares en Ucrania. Es decir, hacer lo mismo de lo que culpan a la OTAN…

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REDACCIÓN