23/11/2024 11:23
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Santiago González-Varas Ibáñez es catedrático de Derecho y autor de numerosos libros de Derecho y de literatura (de esto último unos 20 libros de ensayo, relato y poesía). Cuenta con varios premios y tres doctorados. Es un analista atento de nuestra sociedad. Destacamos, en lo jurídico, su Tratado de derecho administrativo de 4 amplios tomos, acaso la obra más completa y autorizada en la materia (Editorial Civitas).

Y de su vertiente literaria, los ensayos «El Estado de la Cultura», o también «El sensacionismo» (edit. Vitruvio). O el libro de poesía «Tedio estético», o el libro «La sensación de sinsabor y el placer estético» (editorial Abada).

¿Por qué un libro sobre el tedio y su valor estético-estático-extático?

En mi libro «Tedio estético» (editorial SND) el mundo contemplado bajo el prisma del aburrimiento puede ser interesante. El aburrimiento puede ser un bello estado poético para hacer más rica la realidad. Ya que el tedio sobreviene, usémoslo para crear belleza, me dije.

La sucesión de términos «estético-estático-extático» introduce al lector en el carácter de la obra, creando musicalidad mediante la sucesión de las palabras. Es algo que ya cultivé, en especial, en mi libro de poesía anterior «Compuestos y descompuestos» (editorial Vitruvio).

¿Puede haber valor estético en el tedio?

El aburrimiento nos invade. El tedio está presente en nuestras sociedades. Yo he querido sacar provecho del aburrimiento como recurso estético que aporta grandes posibilidades a la estética. La prolongación o alargamiento de la frase, el ambiente somnoliento, la relación mística o contemplativa…

¿Por qué en su caso busca la estética como objeto de los textos poéticos?

La sociedad pop actual me aburre. Y el mundo actual de las oficinas también. Para mi la realidad actual se define como una gran oficina. Este es el nuevo Zeitgeist. No reconocemos el tedio porque daríamos imagen negativa de nuestra vida, que nadie quiere. Mediante una determinada estética supero el aburrimiento de la cultura pop y consigo salir de un cierto entorno de trabajo.

Por tanto, en cierta manera le interesa más como se cuentan las cosas y su valor estético que lo que se cuenta…

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En efecto, en el presente libro «Tedio estético» o en muchos libros anteriores, está muy presente la estética o belleza: interesa más la sensación que producen las cosas, que el relato de las mismas. Observemos que muchas veces lo que ocurre es menos interesante que la sensación que eso mismo nos provoca. Lo que ocurre es anodino, la sensación que nos provoca es lo que interesa. Pero, claro, el fin ha de ser estético para que tenga interés.

¿No exagera en afirmar que el valor estético se halla principalmente en la música?

Desde que era niño, me llamó la atención qué es esa sensación que producía la música en nuestro interior. Estoy más seguro de la realidad de esa sensación interior que produce la música, que de la realidad misma. Los objetos que nos rodean generalmente no dicen nada, la mayor parte de las cosas son intrascendentes. En cambio, de la sensación que produce la música interiormente no puedo dudar. Este hecho supone un punto de partida distinto para apreciar después el mundo.

¿Dónde queda por tanto la belleza del silencio?

El silencio es algo inherente al sonido. Este juega con el silencio. Aquel no podría darse sin el silencio. Me interesan las sensaciones que se traducen en silencios. La belleza del silencio es parte fundamental de una realidad contemplada en clave de sonidos (me remito a mi libro Sonidos de sensaciones, edit.Vitruvio).

Aunque puede haber cierta belleza en el tedio…¿Como podemos escapar de él?

Mediante el placer estético. Aunque sea difícil, lo bonito es procurar que este aparezca más en nuestras vidas. Lo bonito es recrearnos en él. Hacerlo más presente. Educarnos en el placer estético, cultivarlo, rodearlo de rica cultura. Hacer de él en la medida de lo posible un lugar real donde poder incluso habitar.

Un santo dijo que la atracción de la carne es por aburrimiento de lo divino…

Yo estoy más con sacar aprovechamiento a todo tipo de estética, la divina y la propiamente artística. Lo divino es un componente importante de la realidad estética.

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¿Qué es el sensacionismo y cómo está presente en el libro?

Primero, sirve para calificar la sociedad actual como sensacionista. Se trata del sensacionismo pop, la gente lo que quiere son experiencias o sensaciones, como nueva ratio. Pero, segundo, aquel nos ofrece la solución para salir del problema: sensaciones de calidad, cultivadas, recreadas en la cultura y el placer estético, guiadas por esa sensación que produce el mundo musicalmente, para salir de aquello otro.

¿Como ayuda el libro a combatir el vacío existencial de la modernidad?

El libro «Tedio estético» reconoce la presencia del aburrimiento. Y lo convierte en estética. No sólo salimos del tedio sino que sacamos partido del mismo. Así queda vencido, partiendo de él y no negándolo. El vacío es algo propio de la sociedad pero especialmente de poetas o intelectuales.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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