España víctima de pactos infames. Por Francisco Bendala Ayuso

El año que viene se cumplirán 50 años, ¡medio siglo ya!, del fallecimiento del Caudillo Francisco Franco. La indescriptible situación por la que atraviesa España tiene múltiples causas. Entre ellas creo las más importante los múltiples pactos infames (y secretos) que se han llevado a cabo durante ese período; pactos tan infames como aquel “de San Sebastián” de 1930 o el del Frente Popular de febrero de 1936. Sin pretender una relación exhaustiva, los más determinantes han sido:

• El del entonces Príncipe, durante su viaje a EEUU en 1971, con el globalismo unipolar a cambio de su apoyo para consolidarse en el trono.

• El de Juan Carlos, como jefe interino del Estado y de las FFAA, con los altos mandos militares en el Sahara en octubre de 1975.

• Los “pactos de Madrid” de noviembre de 1975 con los EEUU y Marruecos.

• Los pactos para destruir el régimen anterior y con la excusa de la reforma política legalizar al PSOE (UGT), PCE (CCOO), PNV y ERC, a pesar de sus manifiestos antecedentes criminales y antinacionales.

• El pacto en la UCD para imponer la actual ley electoral que imponía el bipartidismo y la alternancia, además siempre dependiente de la necesidad de pactar, a su vez, con los grupos secesionistas.

• El gran pacto que desembocó en la aprobación de la Constitución en Diciembre de 1978 que es la madre, pilar y compendio de todos los pactos infames que han venido después.

• El pacto entre derecha, izquierda y secesionistas para no combatir ni destruir a ETA, sino para buscar un fin negociado entre partes iguales, utilizando como moneda de cambio a víctimas y presos, respectivamente, siempre con la liberación de estos últimos en el futuro.

• El pacto del 23-F por el que Juan Carlos I y los jefes de los partidos políticos mayoritarios, todos los cuales estaban en la “lista Armada”, pretendieron acelerar la llegada al poder de la izquierda inaugurando el bipartidismo y la alternancia pactada con anterioridad.

• El pacto de Juan Carlos, Sabino y los jefes de los partidos con el Gral. Armada, para que éste y las FFAA asumieran el sambenito del golpe una vez que Tejero dio al traste con el plan original ya citado.

• El pacto de la legalización y consolidación del aborto: “eso ya se pactó” (Cospedal dixit).

• El pacto de la Corona, el PSOE y PP para “tapar” la corrupción, tanto la ya entonces galopante de los partidos como, por supuesto, la del propio rey, según sabemos hoy por las cintas de Bárbara Rey.

• El pacto para aprobar el PSOE y consolidar AP/PP la reforma de la elección del Consejo del Poder Judicial de 1985 para la politización de la Justicia.

• El pacto de Felipe González y Aznar para NO “tirar de la manta” cuando el PP tomó el relevo del PSOE, relevo a su vez pactado, porque “yo no soy un ángel vengador” (Aznar dixit).

• El “pacto del Majestic” entre Aznar y Jorge Pujol por el que, entre otras cosas como múltiples transferencias económico-financieras, se dio carta de naturaleza a la persecución del español en Cataluña; extensible a otras regiones con posterioridad.

• El pacto del 2002 por el cual tenía que ser el PP (Aznar) quien promoviera la condena del 18 de Julio en el Parlamento abriendo definitivamente la caja de Pandora para las leyes de memoria.

• El pacto por el cual tenía que ser el PP quien acabara con el servicio militar.

• El pacto del 11-M con Marruecos para que la izquierda volviera al poder de forma “natural” ante el empecinamiento de Aznar en seguir en el poder rompiendo el pacto de la “alternancia”.

• El pacto con el PP para que Rodríguez Zapatero creara la UME desvirtuando aún más a las FFAA.

• El pacto para la aprobación por el PSOE y consolidación por el PP de la Ley de Memoria Histórica.

• El pacto para que ante la enloquecida situación económica que amenazaba con socavar la “estabilidad”, bien que ficticia, del “estado de bienestar” (¿?) y protestas descontroladas, el PSOE diera paso al PP.

• El pacto con el PP, o tal vez sólo con Rajoy (se fue al bar), para que la moción de censura devolviera el poder a la izquierda conforme a la “alternancia” pactada.

• El pacto, no fue “error”, entre la izquierda y el PP, y ahora ya también VOX, para dejar en libertad a los últimos asesinos de ETA, tal y como se había pactado en su día.

• El pacto final entre izquierda y derecha para destruir (“recalificar” le llaman) el Valle de los Caídos, último emblema de la etapa de gobierno del Generalísimo y de la reconciliación verdadera tras la guerra.

• El pacto para consolidar la verdadera forma, cara y esencias del Régimen del 78 que es la actual, la de una dictadura socialista; con un Partido Popular como el de Feijóo que le dote de una apariencia de “democracia”, aunque se trata de una partitocracia, es decir, de una dictadura de partidos, de dos partidos, junto con algunos satélites bien controlados, para mejor disimular, engañar y confundir al personal.

• El último pacto que queda por llevar a la práctica, y que está en marcha acelerada, es el de transformar España en una “Confederación Republicana de Comunidades Autónomas y Nacionales”, en lo que la Corona está de acuerdo pues, en definitiva, sabe que tal hecho ya se ha realizado quedando sólo la formalidad final de su abdicación definitiva.

Como se puede ver por sus frutos, los pactos citados, aunque les puedan parecer producto de un alucinado, fueron reales y ciertos en cada instante, porque de otra forma la historia de España de este último medio siglo no se explica plenamente.

En la actualidad, sólo el empeño de Sánchez en ir por libre, en acelerar demasiado en la fase final, en querer ser él quien se ponga la medalla, es lo que preocupa a los mullidores de los pactos infames (y secretos). De ahí el revuelo y temor a que la ambición desmedida de tan repugnante personaje pueda dar al traste con todo lo logrado.

PD.- Hubo un pacto, el del 18 de Julio de 1936, que lo fue por España. El cual se mantuvo desde el 1º de Abril de 1939 hasta el 20 de Noviembre de 1975, con los incalculables e incuestionables beneficios que conocemos, sólo y exclusivamente gracias a la figura providencial de Francisco Franco; porque si llega a ser por los demás, por todos los demás, unos y otros, otro mal gallo, muy malo, nos habría cantado, no lo duden.

Autor

Francisco Bendala Ayuso

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