La social democracia, el mayor error del PP. Por Salvador Ruso Pacheco

Robert Green en su tratado “Las 48 leyes del poder”, que seguramente ha servido como libro de consulta al igual que “los cuadernos de la cárcel” de Gramsci a los ideólogos de la izquierda, que solo siguiendo los pasos señalados en esos manuales de manipulación y engaño y aplicándolos al pie de la letra se consigue ganar el poder y mantenerlo.

            De todas las ideas de Green, quiero destacar la que llama la ley número 15, que tienen por objetivo aplastar totalmente al enemigo: “Todos los grandes líderes desde Moisés sabían que los enemigos temibles debían ser aplastados por completo. Si se deja un ascua encendida, no importa lo apagada que esté, al final estallará el fuego. Se pierde más deteniéndose a medio camino que con la aniquilación total: el enemigo se recuperará y querrá venganza. Hay que aplastarle con contundencia, física y espiritualmente”.

            Y esta Ley número 15 está siendo aplicada de forma contundente por el partido socialista contra VOX tanto si está en la oposición, como en el gobierno. Entendiendo que VOX es su “temible enemigo”

            Estas lecciones bien aprendidas por el actual gobierno social comunista e impulsadas por Pedro Sánchez dentro de su partido, con sus socios y sobre todo dirigidas contra el PP, y con más saña contra VOX.                                      Durante los dos gobiernos largos del PP, en lugar de ocuparse exclusivamente de la maltrecha economía que siempre dejan los socialistas, debió además haber aplicado algo de la gramática parda que la Historia y la política enseñan a los que consiguen el poder, para alejar al contrario de las tentaciones de aplicar las estrategias más oscuras para conseguirlo y una vez conseguido demonizar al adversario.

            ¡Cuántas cosas podían haberse hecho en el Ministerio del Interior durante la segunda legislatura de Aznar que no se hicieron! ¡Cuántos ceses debieron producirse y no se llevaron a cabo por miedos y complejos! ¡Y cuántas depuraciones quedaron pendientes entre los corruptos del gobierno anterior a la llegada del PP, en aplicación de una actitud seráfica al actuar siempre con prudencia y mesura!

            La pérdida del poder a la que condujo el Once de Marzo y caer en el más absoluto de los ridículos, cuando dicho poder fue arrebatado por las malas artes del adversario, tanto en la masacre de Atocha, como en la moción de censura de Pedro Sánchez a un Rajoy acobardado en una cafetería próxima al palacio de las Cortes. Las consecuencias de esta actitud melindrosa, debería haber hecho reflexionar al PP y en lugar de acercarse a los socialistas, ser consecuente con las ideas liberales que alguna vez formaron parte de su ideología, ya que cuanto más se acerque al socialismo peor parado saldrá.

             Es el destino que le espera a un partido cuando simpatiza con sus enemigos, cuando la piedad, la esperanza de la reconciliación o el perdón por haber cometido el error de ser “poco progre”, y para remediarlo se hace perdonar en lugar de tomar la decisión de colocar al socialismo en el lugar que la Historia les  depara. Con esa actitud solo se consigue que aumente su desprecio y su odio al que los respeta, ya que cada vez que los ciudadanos colocan al socialismo en la oposición, en lugar de aprender de esa derrota y corregir errores, se alimenta un resentimiento y una venganza que no tardará en llegar cuando vuelvan a engañar al electorado, con mentiras y falsas promesas.

            El PP nunca supo tomar las riendas de la Historia y cumplir con la responsabilidad que supone situar a España fuera de los corrillos tercermundistas en los que los social comunistas nos quieren colocar.

            Cada vez lo va a tener peor, ya que en lugar de promover al ala liberal que siempre existió en el PP, y que sería la única capaz de presentar batalla ideológica a la izquierda, desde hace años esta ha sido laminada o expulsada del partido, pretendiendo transformar al PP liberal conservador, que la mayoría de sus votantes esperan que sea en un partido socialdemócrata al estilo de Felipe González, al intentar disputarle ese espacio al PSOE. Solo es cuestión de tiempo que su electorado se de cuenta de este engaño., y también les diga “que te vote Chapote”

            Tal como afirmaba Napoleón Bonaparte, para obtener la victoria final hay que ser implacable, y esto es lo que en estos momentos el PSOE hace con el PP, aunque sea socialdemócrata, ya que le disputa ese electorado de centroizquierda; o con VOX, su “temible enemigo” por ser liberal y el único que le puede plantar cara y presentar batalla ideológica, y  combatirá con saña  cualquier propuesta política que no sea nacionalista o de extrema izquierda, y en ello debe pensar con calma el PP, si le merece la pena sufrir rendido las iras del PSOE por disputarle el espacio de izquierda moderada o de una vez disputarle el poder situándose en las antípodas ideológicas, tal como VOX ha hecho desde el primer día de su fundación.

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Salvador Ruso Pacheco

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