La España real. Por Rafael Nieto

Lo único positivo que tienen las situaciones objetivas de crisis económica es que incluso los más ignorantes en la materia, aprenden en sus propias carnes esa «economía básica» que uno ve en la cola del supermercado o en el trabajo. La economía doméstica en la que las madres son catedráticas eméritas sin necesidad de haber pasado por ninguna facultad.

 

Hay un requisito previo, y es vivir con los pies en el suelo, tener contacto con la realidad. Vivir en el mundo. Confío en que queden en España varios millones de seres humanos así, que no estén en las Batuecas. Las personas que tienen contacto con la España real están viendo la tormenta perfecta que tenemos sobre nosotros, a punto de explotar del todo: un absoluto caos económico y social, con un Gobierno ilegítimo plagado de inútiles, y en medio de una crisis mundial de imprevisibles consecuencias finales.

 

Este Gobierno que dice estar al lado de los más débiles, de los pobres y trabajadores, de las clases medias…, nos está empujando de manera colectiva a una miseria que ya no es ni metafórica, ni exagerada, ni retórica. Es una miseria que tiene números concretos, caras de personas reales. Cada vez más familias abocadas a un jaque mate existencial del que no pueden escapar, porque el actual Gobierno nos aboca a un final trágico.

 

Si creen que exagero hagan la siguiente prueba: vayan a un supermercado, centro comercial, etc., y hagan la misma compra que hacían normalmente para una semana, hace un par de años. Aunque los propagandistas baratos del Ejecutivo de Pedro Sánchez digan que tenemos una inflación del 9%, ustedes, en la España real, verán que la inflación real de las cosas de comer, la de los artículos que necesita cualquier familia, es cercana al 30%. En algunos alimentos de primera necesidad, la inflación acumulada es del 40-50%. La comprobación, como digo, es sencilla: verán que lo que antes les costaba 50 ó 60 euros, ahora les cuesta 100.

 

Esto, obviamente, no lo saben los ministros y su ristra inacabable de enchufadetes, que nunca se bajan del coche oficial. Ellos viven en su mundo de mentiras, apariencias, chalaneos y miseria moral. Las familias de la España real sí saben lo que cuestan las cosas. Y saben que es totalmente insostenible que los precios sigan subiendo sin parar mientras los sueldos son cada vez más bajos y menos estables. Y con media Europa ardiendo en una guerra sin sentido, que no sabemos cuándo podrá terminar.

 

Como digo, hay quienes no quieren ver esta fotografía real de España. Y no solamente esos gobernantes traidores y sus medios de comunicación adeptos; también esa otra parte de los españoles que viven cegados por su ideología manipuladora y falsaria, la España de la paguita y la cerveza, del enchufismo, del mamoneo. Esos se dedican al agit prop, y a blanquear a esta banda de traidores que se están quedando con nuestra amada Patria.