La Ley de Servicios Digitales, que entra en vigor el 25 de agosto en la Unión Europea, consolida la censura en las redes. Por Luys Coleto

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Thierry Breton, Comisario de la UE de Mercado Interior y Servicios ha anunciado que a partir del 25 de Agosto, las redes sociales ( Twitter, TikTok, YouTube, Instagram, LinkedIn, Pinterest, Snapchat, Amazon, Apple, Google, Meta y Microsoft, bajo el alcance de la DSA, Digital Services Act), al caprichoso albur del poder político, incluyendo permitir el acceso a los algoritmos de todas las plataformas. Y agreguen la estadounidense Ley RESTRICT Act (S-686), vuelta de tuerca a la liberticida Patriot Act.

Censura…

«Cuando hay contenido de incitación al odio o contenido que llama, por ejemplo, a la revuelta como en Francia, que también llama a matar y quemar coches, se pedirá que se elimine el contenido de inmediato», explica Breton. A raíz de la citada DSA, las grandes plataformas estarán «obligadas a retirar esos mensajes al momento».

«Si no lo hacen, serán sancionadas de inmediato. Tenemos equipos que pueden intervenir de inmediato. Si no actúan de inmediato, entonces sí, en ese momento podremos no solo imponer una multa sino también prohibir la operación de las plataformas en nuestro territorio»

…bajo cualquier burdo pretexto

Un numerosos ejercito de conspicuos y tenebrosos censores vigilará los contenidos. Censura, sanciones, raudos cierres. Prohibir, nada más, todo aquello que se salga de sus totalitarios y falsarios dogmas ( «víricos», bélicos, género, «climáticos»…). Chapando, dizque, «contenidos de odio», «violentos» o «que llamen a la revuelta». Excusas, sin más. La lucha contra la «desinformación» en internet será una «obligación legal». Sic. «Nuestros equipos estarán listos para la aplicación», sostiene el comisionado. Y, desde luego, lo intentarán con Telegram. Y con lo que les plazca.

Autor

Luys Coleto: Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.

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