La maldición de una herencia envenenada. Por Miguel Sánchez

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Son muchas, quizás demasiadas, pero quizás insuficientes, que he escrito sobre la designación en su día, por el General Invicto en vida, para entregar toda su herencia, sus prestigio, su lucha encarnizada, una Nación próspera y en paz, a un monarca, que nunca dejó aparte, su ADN de vividor, de miserable y de traidor.

Alguna vez, el monárquico Caudillo, pensó que su obligación era la de resucitar una corona, bien abatida por el rojerío republicanista, pero nada le obligaba, salvo su amor a una monarquía, en la que él vio la huida, la traición de un rey que cuando fue amenazado huyó como lo que son: Unos auténticos cobardes.

También, creyó que iba a ser correspondido en el cariño que desde un principio depositó en ese muchachito de 9 años, que vino a España, con la traición bajo el brazo, pero a pesar de considerarlo su hijo político y algo más, nunca le fue correspondido, pues solo se sirvió de él, ya que bajo el brazo trajo la traición propia de esa maldita infernal Dinastía

Y ahí empezó y se gestó, con esos cimientos falsos, despóticos y perjuros, la maldición que caería a nuestra Patria, una vez fallecido su mentor.

Podemos hablar, de que el pueblo español aprobó por unanimidad la designación a título de rey, de su amado “hijo”, nunca correspondido, pero el pueblo español estaba tan agradecido a su Caudillo, que hubiera propuesto lo que hubiera querido, hubiera votado a su favor. De ese muchachito venerado y amado por un buenista e incauto Franco, sabía bastante y mucho el gran almirante, Presidente del Gobierno y mano derecha del Caudillo, D. Luis Carrero Blanco y precisamente eso le costó su asesinato.

Se dice, se machaca, se insinúa continuamente que el español es muy difícil de gobernar y yo contesto: ¡MENTIRA! El español ha demostrado su docilidad, su sumisión, su…, ha acatado todo cuanto le han impuesto, ha tragado todos los sapos, que bien aderezados ha tragado.

No culpemos al comunismo, que está a pleno rendimiento e imponiendo sus Leyes y Decretos comunistas, masónicos, …, con herejías incluidas. Ellos se están sirviendo de un Panfleto, que de por sí, era antipatriótico y lo han convertido en papel mojado en sangre.

Cuando se habla del Reino de España, se miente y se engaña al ciudadano, una vez tras otra, porque está muy claro que en la actualidad hay, un comunismo criminal gobernando, que se sirve de una monarquía falaz, hereje, vividora y traidora, ya no solo para esa mal llamada “Carta Magna”, sino que la utiliza y dispone de ella, para que todas sus Leyes y Decretos sean firmados sin rechistar.

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La Partitocracia de Partidos, tiene eso, la consecución de recoger el máximo capital, en beneficio de sus Partidos y en el de cada uno de sus componentes, lo demás les trae al pairo.

A través de esta demoniaca “Democracia”, se ha visto y comprobado, que da igual el Partido que se proclame vencedor, porque ese mismo Partido, impondrá su Ley, ya no solo como Ejecutivo, sino que aglutinará y dispondrá de las otras dos patas de la mesa, el Poder Judicial y el Poder Legislativo.

Los españoles, estos pobres ciudadanos que van balando en manada, por la senda que les marcan, no han aprendido, ni aprenderán, que da igual al Partido que votes, porque su consigna es solo una: ROBAR

España está en un callejón, que día a día se estrecha más y más. Nos han taponado la salida, pero no tenemos reaños, ni virilidad, para dar la media vuelta y atacar a los opresores y defender nuestros derechos, defender nuestra religión, defender nuestra Patria y como no; Defender nuestra Historia, contra la inventada, la impuesta, para lavar los crímenes de sus padres y abuelos, porque este comunismo criminal, amparado en la docilidad y esclavitud de un pueblo, sin principios, sin virilidad, sin dignidad, sabe y es conocedor, que impunemente puede cometer cuantos delitos considere oportunos, para desgarrar la Patria, trocearla, destruirla y dársela a los enemigos, como hizo un día un Borbón, un tal Juan Carlos, entregando nuestro Sahara Occidental al vecino, nuestro enemigo de siempre y que día a día pide más y más, porque sabe que si pide Ceuta, se le dará, si pide Melilla, se le dará y si pide las Islas Canarias, se le darán, pues enfrente no hay nadie que defienda la unidad de España, porque los juramentos y promesas, se han convertido en meras entelequias, que quedan muy bien a ojos de los ciudadanos, pero que no hacen nada por defender ni a Dios, ni a la Patria.

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¿Tendrá que salir un Capitán, un gran Capitán, que cumpla y haga cumplir tales juramentos, que están en vías del perjurio, sino se ha cometido ya?

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún. Aficionado a la escritura y a la historia de España.

Caballero Legionario que fue del IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.

Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas

Luchador nato por el Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.

Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.