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Los soldados más valientes, que fueron a la guerra, contentos, alegres y con su guitarra española, como si fueran a un concierto, porque nunca les tuvieron miedo a los comunistas, ni a la muerte

Los halagos por los altos mandos alemanes, incluido Adolfo Hitler, fueron innumerables, así como las condecoraciones y medallas impuestas a muchos divisionarios.

En 1944, el régimen nazi encarga a la firma de joyeros Deschler de Munich la que sería la única condecoración oficial creada por el Tercer Reich para ser concedida a los componentes de una unidad compuesta por extranjeros. Esto nos da, a día de hoy, una idea del gran prestigio que tenían las tropas Españolas.

Era la conocida por todos como “Medalla Antibolchevique”, la Medalla para los Voluntarios Españoles en Rusia (en alemán, Errinerungsmedaille fur die Spanischen Freiwilligen in Kampf gegen Bolschewismus).

La medalla fue otorgada a los voluntarios que participaron en la Campaña de Este encuadrados en la División Azul.

Características de la Medalla Antibolchevique

La Errinerungsmedaille fur die Spanischen Freiwilligen in Kampf gegen Bolschewismus es una medalla de metal fabricada en zinc con un baño de cobre.

El acabado original era de color cobre dorado mate, aunque, en la actualidad, al perder ese baño, queda el zinc al descubierto, por lo que es habitual encontrarlas oxidadas y desgastadas.

La medalla, de estructura externa circular, muestra en el centro un casco alemán sobre dos escudos: el águila de la Wehrmacht y el yugo y las flechas de Falange.

Anverso:

Ambos escudos aparecen superpuestos a una espada horizontal.

Debajo de los escudos, una esvástica flanqueada por ramas con hojas de laurel.

Reverso:

En el reverso, aparece la leyenda “División Española de Voluntarios en Rusia” sobre unas ramas con hojas de laurel. En medio, una Cruz de Hierro.

Cinta:

La cinta de la Errinerungsmedaille fur die Spanischen Freiwilligen in Kampf gegen Bolschewismus es igual en su composición y colores a los de la Cruz de Hierro de segunda clase con la salvedad de que en el centro lleva una delgada amarilla, que compone los colores de la bandera de España sobre la franja central escarlata.

La cinta, de 30 milímetros de ancho, esta compuesta por 18 milímetros de escarlata, bordes blancos de 2 milímetros, bordes negros de 4 milímetros y la mencionada línea central amarilla de 3 milímetros.

Uno de nuestros Héroes: Juan Serrano enseña y explica las medallas que recibió durante y después de la guerra.

Medallas de guerra de Juan Serrano

Laureadas de San Fernando Ganadas por la División en Krasny Bor

Soldado Antonio Ponte Anido, del Batallón de Zapadores, por su heroísmo en la batalla de Krasny Bor. Caído en combate. Concesión oficial: 17-II-1944.
Capitán Manuel Ruíz de Huidobro, de la 3/I/262, por su papel en la batalla de Krasny Bor. Caído en combate. Concesión oficial: 16-XI-1945.
Capitán Teodoro Palacios Cueto, de la 5/II/262. Por su participación en la batalla de Krasny Bor. Pasó once años de cautiverio en Rusia. Concedida el 17-XI-1944. Fue la única de las otorgadas a divisionarios que no lo fue a título póstumo.

Las medallas militares más difíciles de ganar

La Laureada del Capitán Manuel Ruiz Huidobro

Este primer ataque fue rechazado brillantemente, con nutrido fuego de fusilería y armas automáticas. Un nuevo ataque, ejecutado capitanruiz huidobrocon mayor intensidad, es rechazado de igual modo; pero en el tercer asalto, apoyado por lanzallamas, el enemigo consiguió rebasar la linde del bosque, sin que por ello decaiga un momento el elevado espíritu del capitán Ruíz de Huidobro, quien transmite al jefe del Batallón otro mensaje.

LEER MÁS:  Los sitios de Gerona (1808-1809), primera parte. Por César Alcalá

Sale luego del observatorio y, con extraordinaria serenidad, recorre sus puestos, anima a la tropa con su ejemplo, arengándola enérgicamente. Este, se sube encima de la trinchera, no obstante el intensísimo fuego enemigo, para desde allí ordenar el despliegue necesario.Los soldados, comprendiendo lo indispensable que en aquellos momentos le era su capitán, le instaban a que bajase de la trinchera, pero él continuaba en el sitio elegido para dirigir tan tenaz defensa, electrizando a su gente con frases de aliento y patriotismo «¡Que somos españoles! ¡Esto no es nada…No han de pasar…» Los soldados le instan para que abandone lo alto de la trinchera e incluso el alférez Duque, de antitanques, se sube al parapeto para ello, logrando que el capitán baja al fin, tras mutuo forcejeo y empujones.

Inmediatamente se cubre el flanco y establecen los dos frentes cubriendo la rotura de la línea, mandando que ocupara el teniente Borque unas ruinas situadas frente al búnker de mando.

El capitán Huidobro cursó su último parte oficial:
«El enemigo continúa atacando en grandes masas; barrera de artillería delante de la posición. Moral elevada. Sin novedad.»

Al poco el capitán Manuel Ruíz de Huidobro y Alzurena caía herido mortalmente, empleando sus últimas palabras en alentar a la gente y exhortándoles a que se mantuviesen fuertes defendiendo la posición

Las Medallas del Tercer Reich de Hitler!!

La Lureada del soldado Antonio Ponte Anido

Antonio Ponte Anido pertenecía a la tercera compañía de Zapadores donde prestaba servicio como enlace a las órdenes directas de su jefe, el capitán Aramuburu Topete Cuando se encargaba de las actividades de enlace de compañía, vio que un carro de combate T34 que estaba haciendo fuego sobre una «isba» ( hospitalillo) utilizada como puesto de socorro. No dudó un segundo, el valiente guripa cogiendo una mina M42 de un campo de minas, lanzándose como si fuese un «kamikaze» debajo del carro, volando con él. Por esta acción le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando

La Laureada del capitán Teodoro Palacios Cueto

A las siete de la mañana del día 10 comenzó la preparación artillera, con una intensidad y violencia extraordinarias, que duró dos horas. A las 10:30 horas habían sido aniquilados el primer batallón…que ocupaba el flanco derecho de la 5ª Compañía. Del Batallón 250 sólo se conservó una posición a cuatro kilómetros de la que ocupaba el capitán Palacios que con los supervivientes de su Compañía quedó totalmente cercado por el enemigo.

En estas condiciones continuó resistiendo los incesantes ataques del enemigo, al que causó numerosísimas bajas y le impidió usar  capitan teodoro palaciosla carretera que desde Kolpino penetraba en la retaguardia hacia Krasny Bor, cuya utilización por el enemigo hubiera puesto en grave riesgo el frente propio. Los rusos atacaban una y otra vez, apoyados por carros de combate, artillería y aviación.

Durante el combate, el capitán Palacios utilizó todos los recursos de su ingenio y conocimientos para mantener la moral de sus tropas, siempre estuvo en los sitios de mayor peligro y demostró poseer un valor heroico y extraordinarias dotes de mando, que hicieron posible tan prolongada resistencia. A las 16:30 horas, agotadas las municiones hasta el último cartucho, tras haber causado un elevadísimo número de bajas al enemigo y después de nueve horas de combate, fue hecho prisionero con un pequeño grupo de supervivientes. Estuvo prisionero 11 años en los Gulags Estalinistas de Siberia, hasta su regreso a España, dando en todo momento ejemplo de las más altas virtudes castrenses. Fue la única laureada no concedida a título póstumo.

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Sin munición, con la mayoría de los supervivientes heridos y los indemnes, agotados, el final estaba próximo. A las tres de la tarde, un soldado entró al búnker: «De parte del capitán, que salgáis todos; estamos hechos prisioneros». Los 25 heridos salimos y encontramos a otros 18 hombres con las manos en alto con el capitán Palacios al frente. Nos mandaron formar e hicieron un simulacro de fusilamiento pero sólo se tiraron como fieras sobre nuestros relojes y todo lo que llevábamos.

El trayecto hasta Kolpino, en fila de a tres, fue entre una alfombra de cadáveres. No nos trataron mal gracias a un jefe de escolta mongol que no debió de haber otro mejor en toda la Unión Soviética. Los 30 detenidos de Oroquieta, con los que enlazamos, recibieron toda suerte de golpes. Al llegar a Kolpino, un enloquecido grupo de mujeres rusas trató de atacarnos, pero el mongol las rechazó a culatazos.

Enseguida empezaron los interrogatorios, con las traducciones de un español enrolado en el Ejército soviético. Todo el afán del coronel ruso era saber qué armamento usábamos, hablándonos incluso de un arma secreta de Hitler. «Dice el coronel que habéis causado más de 14.000 bajas, y eso es imposible con ametralladoras y fusiles maúser corrientes», nos informó el republicano español.


Luego vino un cautiverio en campos de concentración que se alargó hasta 1954.

Condecoraciones de la Wehrmacht a la División Azul

• 2 cruces de caballero de la cruz de hierro, una de ellas con hojas de roble
• 2 cruces de oro
• 2.497 cruces de hierro (138 de primera clase)
• 2.216 cruces del mérito militar con espadas (16 de primera clase)
• Una medalla específica de la división, ordenada por Hitler, distinción que ninguna otra unidad tuvo.

Condecoraciones de España la División Azul

• 8 Laureadas de san Fernando
• 44 medallas militares.

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.


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Hakenkreuz

El día 3 de octubre de 1942, toda Alemania escuchó de voz del Führer los elogios que éste dedicó a la bravura de los soldados españoles que defendían el frente del Voljov. Su alocución y las felicitaciones que dirigió al gran Agustín Muñoz Grandes en su bunker, tiran por tierra las estupideces que la perversa propaganda han atribuido según un diario de Goebbels que es pura invención de rojos y demócratas envenenados de mentiras y odio (véase el artículo del Volkischer Beobachter del 4 de marzo de 1939 que ese mismo ministro alemán firma en referencia a España y que leyeron todos los alemanes. Es imposible hallar hoy tal cantidad de verdades y elogios a España). La infidelidad con el amigo es propia de Judas Iscariote y los de su jaez.

Aliena

Un vecino y amigo de mi abuelo, militar como él aunque mucho mayor, había sido voluntario en la División Azul ( se le menciona en algún libro por haber salvado la vida de su teniente ) y le contaba a mi abuelo que los alemanes les había tratado como a camaradas, con respeto y absoluta dignidad, y que sólo torcían el gesto porque muchos españoles no tenían problema en confraternizar con las rusas que se prestaban a ello.

Última edición: 1 año hace por Aliena
Hakenkreuz

Mire, yo hablé personalmente con muchos militares que estuvieron en la División Azul de voluntarios. Y no hay que creer a veces los relatos cargados de emotividad (a la mayoría no les gusta recordar la acción de guerra, porque les trae remordimientos de conciencia. Muchos de esos divisionarios, ya ancianos, acudían todos las tardes a misa, así que uno se puede figurar hasta qué punto se puede tratar del asunto con ellos pero sin herir su más íntimo ser) y es preciso contrastar varias fuentes para obtener una visión precisa de lo que aquello fue, tan diferente a lo que la versión oficial demo-comunista nos ha querido mostrar, plagado de tantas mentiras que ni el demonio mismo hubiese construido una versión más embustera. Evidentemente hubo un recibimiento espectacular a los españoles en la propia Alemania, se les invitó a visitar Berlín y muchas ciudades alemanas (los españoles quedaron alucinados con el nivel de vida alemán) y se les elogió incluso por muchos militares alemanes tras innumerables batallas menores, pues la bravura española fue siempre elogiada y respetada por los alemanes. La Legión Azul incluso intervino con felicitaciones alemanas y condecorada generosamente en la batalla de Kursk, conscientes plenamente del peligro mundial del triunfo del comunismo.

Para empezar, allí fueron voluntarios. Solo en segundas y terceras remesas, mandó Franco a militares profesionales, principalmente oficiales debido a las bajas, pero nadie fue a Rusia obligado por mucho que se intente afirmar lo contrario. Y la División Azul pagó un tributo de sangre que evitó que España tuviera que pagar otro incomparablemente mayor en su territorio. Los divisionarios son héroes españoles, y merecerían monumentos en todas las ciudades de España. Fueron auténticos cristianos cruzados.
La tipología de soldados que fue allí es muy variada, pero lo que yo más escuché es el afán de aventura y, quizá, eso que tenemos los hombres cuando somos jóvenes, esos sueños, tal vez un tanto ingenuos, de gloria y de servir a Dios y a una buena causa, en este caso, toda una cruzada contra el comunismo, la mayor amenaza en cuerpo y alma para todo ser humano, y no es invención (léase lo que el mismo Jesucristo le reveló a Santa Faustina Kowalska en dic. de 1936 sobre Rusia, punto 818 de su Diario. Dios siempre tiene razón, y no hay discusión a eso). Y los españoles sabían más de comunismo que cualquier otro europeo por aquel entonces, pues no en vano no había familia que no lo hubiese padecido en todos o alguno de sus miembros en zona roja o previamente durante la revolución tras el golpe de estado de febrero de 1936 por parte del derrotado en urnas Frente Popular.

Rusia era un infierno sobre la tierra, un infierno para su propia población, ojo, desgraciadamente desconocido incluso hoy por la inmensa mayoría, desinteresada totalmente en reflexionar sobre ello, desgraciadamente, en un mundo de egoísmo y egolatría desorejada, donde solo se busca lo que a uno le conviene, le interesa o le alimenta su ego y vanidad. Y la expansión del comunismo por toda la tierra era un peligro real, tanto que ya está expandido por toda la tierra a día de hoy, algo que incluso desde Fátima se nos intentó advertir y se nos ofreció conjurar, pero quien tenía que actuar no lo hizo, demostrando que el demonio engaña incluso a los mismos elegidos de Dios (Mt 24, 24), que vieron en el socialismo soviético la «redención de los pobres, oprimidos y injustamente tratados», nada menos. No hay locura de engaño mayor, no hay Anticristo más evidente, pero por desgracia, tal engaño está tan extendido que solo Dios puede abrir los ojos a quien ha sido víctima antes de que sea demasiado tarde, haciendo triunfar su Sacratísimo Corazón y el Inmaculado Corazón de María (aunque los ateos no creen en absoluto esto, para su desgracia).

Volviendo a los años treinta y cuarenta del siglo pasado, téngase en cuenta que el objetivo de Lenin y Stalin no era otro que propagar el comunismo por toda la tierra provocando sangrientas revoluciones, guerras civiles revolucionarias (y España fue un ejemplo, pero no único. Pío Moa se ha atrevido a citar en sus libros otros, lo cual a buen seguro le ha costado hasta amenazas de muerte e intentos de agresión. La Verdad acarrea persecución en esta vida, incluso martirio, pero gloria en la venidera), persecución a los fieles católicos y su Santa Iglesia Católica, la verdadera oposición a los planes de satanás, creando frentes populares en las democracias no marxistas, multiplicando la propaganda embustera hasta el infinito (fíjese que ya en Mein Kampf, Hitler afirma, y los periódicos de la época lo corroboran, que los nazis, entonces apenas unos cientos de afiliados, eso sí, muy militarizados y decididos, se dedicaron «a exterminar pacíficos obreros de Coburg (Alemania)» en su congreso de octubre de 1922. Si ya entonces les acusaban de exterminadores de «pacíficos» «obreros» (en realidad delincuentes y sanguinarios matones comunistas piquetes que venían a hacerles escraches y salían con brazos, piernas y cabezas rotas, individuos similares a los podemitas de hoy en España, aunque éstos no tienen oposición), qué acusación no recaería después sobre ellos) y todo otro tipo de perversas estratagemas (la de echar la culpa siempre a los demás de las desgracias que ellos mismos provocaban. No hay mayores sembradores de cizaña que los marxistas). Y a la cabeza de la izquierda, de los partidos marxistas ariete de los bolcheviques en toda Europa, había una legión de líderes y cabecillas políticos predominantemente judíos, es tal cual. Eso llevó a Hitler a particularizar en ese grupo social su furibundo antimarxismo. Pero el racismo estaba extendido por todo el mundo, más debido al engaño de Darwin y la eugenesia que a otro tipo de cuestiones, luego no puede ser esgrimido como argumento para luchar contra los nazis, salvo por los que no saben exhibir otra cosa que la judía hipocresía farisea.
Los nazis, pecadores como lo somos todos, eran anticomunistas, antimarxistas, patriotas probados (es decir, se jugaban la vida y derramaban su sangre por Alemania y su unidad, no su disgregación, querida por los extranjeros y enemigos, como hoy en España), militaristas (esta es característica esencial para tratarse de un movimiento de ultra extrema derecha, su carácter militar, de armas tomar, no de mili profesional solo para quien quiera una nómina y que nos defienda el mercenario de turno, eso no. Los nazis entendían la vida como milicia), antidemócratas o antiparlamentaristas (pero los nazis no se conformaban con no ir a votar, rechazando así la mentira y el engaño continuo, sino que intentaron siempre demoler la democracia, sistema de engaño y prostitución generalizado), antijudeo-masones (de los judíos nadie mejor para describirlos que los propios evangelistas Juan y Mateo. Léase el capítulo 8 del Evangelio de San Juan, nada más condenatorio sobre ellos hasta hoy) y tradicionalistas (amantes de los grandes hechos históricos de su patria, Alemania, enemigos de su división, especialmente entre Prusia y Baviera y del ultramontanismo entre católicos y protestantes, aunque siempre fueron mucho más favorables a los primero y persiguieron muchísimo más a los segundos). Y como ellos eran millones de otros hombres y mujeres en sus respectivos países, Franco y su España nacional y católica, sin ir más lejos. ¿Fueron realmente idólatras de la patria como se les acusaba por parte del papa Pío XI? Esa es quizá la principal razón de sospecha que recae sobre ellos, pero no se olvide que la inmensa mayoría de los nazis (más de el 50% de ellos), eran católicos apostólicos como los somos hoy, que el propio Hitler, así como Himmler, Goebbels y otros muchos líderes y militares alemanes, estaban bautizados por la Iglesia Católica, la defendieron violentamente contra los comunistas alemanes de la Liga Espartaquista, abrieron templos al culto mayoritariamente católico en las tierras invadidas de la URSS (con gran alborozo de la población soviética rural), después de más de dos décadas de ateísmo y persecución exterminadora de todo fiel, incluso de la secta ortodoxa por parte de los bolcheviques ateos cerriles, y ayudaron a los católicos españoles en nuestra Cruzada suministrando armas, munición, ayuda diplomática y soldados y voluntarios nazis, que no solo alemanes, para el triunfo de Franco y su ejército, frente a los rojos esclavos del genocida Stalin. Como nos enseña el Señor, quien no está contra nosotros, está por nosotros. El hombre no es lo que dice ser, sino lo que hace. Al árbol se le conoce por su fruto y no se puede juzgar por las apariencias, sino con la Verdad en la mano.
Que los nazis cometieron errores y crímenes, que se dejaron llevar por la venganza ante los bombardeos aliados asesinando en masa mujeres, ancianos y niños alemanes en retaguardia, que cometieron crímenes de lesa humanidad… ¿y en qué guerra no? Una guerra no es una situación normal de convivencia. Hasta la Constitución Española de 1978 señala que la pena de muerte queda abolida salvo lo que dispongan las autoridades militares en tiempo de guerra. Eso lo dice todo. Si hasta se puede llegar a formar consejo de guerra a un desertor propio y fusilarle, ¿qué pueden esperar los prisioneros y enemigos?
¿Tuvieron los nazis la culpa de la Segunda Guerra Mundial o nos tenemos mejor que fiar del mensaje de Fátima que solo alude a Rusia y a los hechos de la revolución bolchevique y sus intentos de llevarla a todo el mundo, unido a la sed de rédito e interés de las potencias angloparlantes? Esa es la clave.
Por lo demás, ¿que podría esperarse de cualquier español o española normal que perdiese un pariente amadísimo en un bombardeo sobre su ciudad o pueblo en respuesta a una nación que apoyase a los antiespañoles vascos y catalanes en una guerra contra el resto de españoles por la destrucción de la unidad de España, no querida por la mayoría de los nacidos en las provincias vascas y catalanas, hoy lamentablemente vendidos y abandonados por los demócratas? Por eso hay que tener mucho cuidado cuando se condena el mal llamado «nacionalsocialismo» o el «nacionalsindicalismo» en España, el de la Falange, especialmente si se cree que el Juez es Dios, no los demás.

antonio parra galindo

CRUZ GAMADA YOU TALK A LOT OF BULLSHIT< GTHE BLOODY NAZIS LOST THAR WAR. FULL STOP

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