20/09/2024 21:33
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Hace meses que un sueño repetido inexorablemente, me   impide el reposo y la necesaria restauración de mis reducidas y estragadas facultades; observo con pasmo y desconcierto a mis conciudadanos luciendo “bozales” que se sujetan a sus rostros con recios anclajes, y de sus espaldas pingan unos monigotes de papel donde se puede leer “ Recuerdo del gobierno socio-comunista” o “Hecho en Moncloa”

Despierto, compruebo que el día no corresponde con el de los “Santos Inocentes”, salgo a la calle y constato que mis compatriotas siguen adornándose con similares adminículos, por tanto, llego a la conclusión de que la redundante pesadilla nocturna es el trágico y diario augurio de la realidad.

“Contabilizados uno a uno”, con lápiz y papel,– como antaño se hacía cuando nuestros representantes políticos tenían como prioridad el bien común, la honradez, el orden y la estabilidad social,– los muertos se elevan a la dramática cantidad de 125.000 muertos; extremo que el insaciable Leviatán propagandístico gubernamental ha ocultado a la opinión pública, despreciando a los fallecidos y humillando a sus familiares, en definitiva, al conjunto de la sociedad.

En esencia, esta es la Gran Burla del Gobierno de Sánchez y sus socios, los delincuentes independentistas catalanes y los proetarras vascos, contando con la sutil tergiversación de los contenidos informativos por parte de la mayoría de los pringados y subvencionados  medios de comunicación, tan huérfanos de moral y profesionalidad como ávidos de dinero e influencia social.

La enumeración de las criminales negligencias del Gobierno socio-comunista son múltiples, he aquí algunas de ellas: atropellos contra la libertad; sospechosas e irregulares compras de material sanitario; reiteradas y perversas mentiras; falsas bondades de sus decisiones; aireados y tramposos éxitos de control de la pandemia; irresponsable y delictiva manifestación de la existencia de un grupo de científicos que asesoraba al Ministerio de Sanidad, y que con posterioridad se negó; no conveniencia ni exigencia del uso de las mascarillas para evitar la propagación, al no disponer de ellas;  ausencia de material sanitario en las primeras semanas y manifiesta  incompetencia para proveerse con urgencia y oportunidad del mismo; haber nombrado y mantenido como portavoz de esta tragedia a un “mindundi” incapaz y sin entidad personal ni científica; haber permitido y alentado la manifestación del 8 de Marzo cuando ya se había dado la alerta por diversos organismos internacionales; ………..y por fin, como guinda de este lúgubre pastel, apartarse cobardemente y ceder los trastos de la erradicación y control de la pandemia a las Comunidades Autónomas y al Poder Judicial.

Ya en Marzo de 2020, escribía, refiriéndome al Gobierno: “Cambiarán los muertos por la propaganda” y no sería de extrañar que se descolgara con otra de sus perversas consignas y anatemas dirigidos a la oposición: “ Disfrutad de vuestros muertos”

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Los españoles tenemos suficientes argumentos y datos para discernir sobre la gestión del “publicista” Sánchez y sus incompetentes ministros, cuyas actuaciones han sido presididas por la ineficacia, la mentira y el recochineo, así como,  por la engañosa propaganda tan necesaria para que el PSOE no enseñe sus miserias y vergüenzas.

Sánchez y su Gobierno, como buenos y disciplinados materialistas, creen y fundamentan el ejercicio gubernamental en la propaganda; cuando una “utopía”, en esencia distópica entra en contacto con la vida, es para machacarla y conducirla a la tragedia colectiva.

La embriaguez de omnipotencia de Sánchez y todo su arsenal de mentiras es el actual tributo del Partido Socialista a su teórica ideología socialdemócrata; la felonía revolucionaria emprendida por él, es lo que satisface su hiper narcisismo y su voluntad de conservar el Poder por todos los medios.

El PSOE, no es más que el instrumento histórico de Sánchez que le permite adueñarse y conservar el Poder, aplicando el axioma imperativo y totalitario: “Ninguno de nosotros puede ni quiere tener razón contra su partido”, y en este momento, el Partido es él, y sus correligionarios han permitido que se haya modificado la naturaleza de la organización socialista.

Es llegada la hora de que este Gobierno Transgénico modificado mediante la adición de valores exógenos que se compadecen con la traición,  el totalitarismo revolucionario y la imperiosa y enfermiza necesidad de detentar el Poder, sea descabalgado y arrumbado a lugares de profunda reflexión y exigida contrición.

Presidente, no ceje en su empeño de la cuenta atrás, de los días que faltan para la llamada inmunización de rebaño; ¡quizá! y ¡ojalá! que coincida con el día de su San Martín.

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REDACCIÓN