20/09/2024 00:15
Getting your Trinity Audio player ready...

“Si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie” (El Gatopardo).

Venga, venga, que te lo pongo todo en mayúscula, «patriota» covidiota. Pero  como en la PLANDEMIA, te siguen engañando. Y, lo que es peor, te dejas engañar. Y lo peor de lo peor: continúas sin admitir que se estén riendo de ti delante de tu puta jeta. Cuando dentro de no demasiadas calendas lagrimees por cómo fuiste abducido por el colosal fraude voxero, mejor. Lo que llores, no lo mearás.

Vox, atando y consolidando la mierda del 78

Con el solo hecho de aproximarte a una urna e introducir un papelucho ya eres vil e inequívoco cómplice esta mierda de narcocleptocracia pedófila del 78. Un recuerdo, decena de meses escasos: parte del facherío, siempre con sus febriles y delirantes eructos imperiales (hogaño parangonando al candidato voxero, en la leonesa Castilla, Juan García Gallardo, con El Cid, la descojonación), pero votando a la liberal/falangera, a fuer de plandémica carcelera “buena”, Díaz Ayuso: un subidón.

Un régimen, te recuerdo, el del 78, pues, tan liberticida como el anterior («democracia orgánica», juas) que tanto te mola, pero con quien guarda tantas continuidades (y discontinuidades, obvio, los tiempos vuelan o los hacen volar). De ida y vuelta. Memento. «Atado y bien atado». Juas. Continuidades, tan palmarias. Yo, desde luego, no escogí al aciago y satánico Rey Elefante. Sus sazonados serrallos. Y, lo infinitamente peor, negocietes. Por lo legal e ilegal.

Siempre de rositas, el coronado Perínclito con sus servicios secretos siempre prestos para proteger el harén del Eclipsado emiratí. Y, como todos en Bozalistán, tan dolorosamente real, completa impunidad para todos los malos: la basura etarra, el criminal zurderío, la purria fachosa. Amnistía del 77, Leteo vincit. El Rey Elefante (o su retoño) no iba a ser menos. «Sucesor a título de Rey». Rejuas. Me despollo y no paro ni he parar. Ains, el certero espía Ramón Francisco Arnáu de la Nuez, dejando las cosas suficientemente claras (aunque sean tan oscurísimas).

Voxero, no te autoengañes tanto

De los yonquirulos yonkarras del voxero Yunque ya te he hablado en innúmeras ocasiones. Rebotados peperos, recién nacido, el bebé ya tan echado a perder. El partido o la partida de Mengele/Mairanovski Steegmann, con eso ya está dicho casi todo. Heil Fachascal, mein Schatz Cabrascal..y cierra Bozalistán…

LEER MÁS:  En defensa de Don Pedro Varela. Por Pablo Gasco de la Rocha

…»Luys, ya verás, en cuanto tomemos el poder». Joder, qué mal me suena lo de falangera toma del poder con mi chocita campestre presidida por un NI MANDAR NI OBEDECER (no olvides nunca al olvidado y grandioso poeta, natural de Lindos, Cleóbulo).

…»Luys, ya verás, cuando gobernemos». Vale, vale, pero no me hace falta esperar. Te lo cuento. Memento tu Sacra Némesis, Potemos. De hecho, tú eres PodeVox: la misma morralla de iracundos antibipartidistas fabricada ad hoc para afianzar y ahormar y “conformar” el sórdido bipartidismo hispano (Ciudagramos, ídem, con la Bozalistán dizque morigerada).

Voxero, no seas tan gilipollas y aprende de Podemos

Potemos, tu imagen especular. De Potemos a Vox, fasciocomunistoides en vena. Ya en el poder. Nacional. Y grábatelo a fuego: ni en la práctica, ni en los programas políticos de los aciagos morados, encontraremos jamás medidas genuinamente revolucionarias (o de hondísimas reformas) que hagan sacudir los cimientos del repugnante statu quo presente. Celebérrima cita de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, memento: cambiando todo, todo acontece gemelo.

Ejemplos a vuela teclado. La nueva Ley Mordaza devendrá, salvo cosmético retoque, tan liberticida como la pepera. La reforma de las dos ciberpoligoneras, FMI mediante: la de la Yoli, la nieta perdida de Doña Rogelia, es casi idéntica bazofia que la de La Fati( Báñez): arrasa la patronal, triturados los derechos laborales.

Con Potemos en la (presunta) púrpura, grosso modo, ni se alterará el corruptísimo funcionamiento de los maderos ni de los milikitos ni de los carceleros en de las prisiones ni de los matasanos en los hospitales. Ni se cuestionará de raíz nuestro atroz modelo económico, ni el cruel sistema de explotación ganadera. Y tantos ejemplos tan razonables y tan caros a los zurderos…

Voxero, escarmienta en cabeza ajena

Y Vox, si llega a cogobernar (lo máximo que le van a consentir: ancilar muleta del Partido Putrefacto), ídem: las totalitarias leyes feminazis/femibolches y/o la demente paranoia elegetebeí, no se tocan, son cosas de “mayores”. Como el turbio asunto de la inmigración masiva e ilegal. Todo lo que afecte al núcleo duro del satánico sistema (reducción poblacional, sustitución étnica, mutación antropológica…), intocado, excepto un levísimo afeite para que todo prosigue inalterado.

LEER MÁS:  Ratas en Madrid. Por Jose R. Barrios

En el siniestro Retablo, no precisamente de las cervantinas maravillas, los actores de la porquería del 78 podrán ser sustituidos, pero el sistema perdurará (y lo mismo sucederá con quien ose cuestionar la macabra y genocida joya de la corona, letal y controladora 5G: nuestro presente transhumanista…y futuro posthumano). Actores políticos, pues: títeres, marionetas, monigotes, figurillas, peleles, bufones, guiñoles, polichinelas. Eternamente…

¿Sin trabuco no hay paraíso?

…¿Salida del demoniaco dédalo, con la PLANDEMIA (y pufos «climáticos» plurales por venir), acelerando y precipitando y cristalizando agendas que no se pueden tocar, siquiera rozar cuando se alcanza un presunto poder? Lo dicho, palabra de persona pacífica, muy pacífica, doy fe, yo: desobediencia e insurrección. Autodefensa. Tuya y de los tuyos. La camionera canadiense no está nada mal, la verdad. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.