10/05/2024 15:53

A toro pasado, comienzo este artículo adentrado este mes de enero, afectado por un pequeño incidente familiar que se une al mal humor subyacente que vengo arrastrando. No tengo reparo en confesarles, que ya he tenido días mejores en cuanto a mi respeto por el organismo uniformado. Personalmente, creo que el que antaño fue nuestro ejército se siente más confortado considerándose encuadrado en los efectivos de la OTAN. Los argumentos son evidentes: Más prestigio mundial, riqueza de medios, altos mandos más capacitados, tecnificación de su trabajo y ¡cómo no! mejores emolumentos. En fin, ¡qué se le va a hacer! ¡Y yo que siempre creí que estábamos defendidos! Una vez más, al pueblo español le corresponde pagar sus sueldos y cumplir con las responsabilidades morales no asumidas.

Pese a todo, se celebra la Pascua militar. Gran ocasión para vestirse de gala y confraternizar con sus compañeros políticos y ¡cómo no! rendir pleitesía a la monarquía.

Ya ha pasado el día de los inocentes, y recuerdo de niño cuando España era menos opulenta, pero más auténtica. Era costumbre el recortar unos muñecos de papel y, en un acto humorístico, no falto de mala fe, colocárselo en el abrigo a algún incauto(a), que lo lucía en su paseo matinal despertando las sonrisas cómplices de los viandantes. Todo ello como una trastada infantil que no iba en demérito del inocente afectado, y, como todo se envilece y manipula hoy, la vieja dama, que conocemos como España, no ha podido permanecer al margen por el respeto que genera su larga vida y honor. Resulta que un traidor, escoltado por una corte de oportunistas sin más móvil que el odio y la ambición, protagonizó la hazaña colocando, en la espalda de nuestra patria, un recortable inane sujetado por una navaja cabritera propia de un delincuente, ya que el puñal es más propio de canallas de altos vuelos, pero no de chusma barriobajera, y es así, como la noble dama se pasea inocente con su muñeco coronado en la espalda, sufriendo, en su decadencia, las risotadas de toda la gentuza universal y la mirada compasiva de la gente seria, que tiene como norma en la vida el respetar y hacerse respetar ¡Pobre España! ¡Qué bajo has caído! y contigo, todos aquellos que te amamos y con gusto daríamos la vida para vengar tu vergüenza. En fin, no nos queda más que rememorar aquello de “llora como mujer, lo que no supiste defender como hombre”, aunque felizmente, hoy tenemos, entre nosotros, mujeres bravas que dan ejemplo de cordura y patriotismo ¡Benditas sean!

Resumiendo, lo de siempre: Un rey marioneta, un canalla, una corte de hijos de puta, un clero olvidadizo y desagradecido y, por si esto fuera poco, un contingente de la OTAN acantonado en un territorio sin nombre que antaño se llamó España.

No quiero cerrar este artículo, sin desear a mis dos destacados personajes preferidos de la política, y haciendo uso de mi derecho a ejercer como español bilingüe (español-gallego), una feliz entrada de ano. Y, en un gesto de generosidad, ofrecerles una modesta muestra de mi humilde intelecto invitándoles a constituir una corriente crítica dentro del partido, que se agruparía bajo el lema: Por detrás me gusta más. Y según esto, sigo esperanzado a la espera de un carguito bien remunerado o, en su defecto, un puestito de responsabilidad en algún organismo encargado de la tutela de menores, que yo rentabilizaría creando una red de prostitución juvenil, con cuyos ingresos podría redondear mis modestos emolumentos como mamporrero de manifestaciones espontáneas y así vivir, como un socialista de pro, como corresponde a mi probada fidelidad al partido…

Y adiós.

Suscríbete
Avisáme de
guest
0 comentarios
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
0
Deja tu comentariox