22/11/2024 11:13
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VIENE DE UN ARTÍCULO PREVIO.

 

VAINA

Su vaina, realizada en oro, tiene en la parte superior de una de sus caras, una inscripción que dice: «el buen rey, poseedor de un gran valor, Kheperunebre, da vida». Bajo ésta se aprecia una línea de espirales, realizada en filigrana, seguida de dos palmetas, una a cada lado, y de una decoración zoomorfa en relieve que representa una escena de caza entre leones, antílopes, guepardos y perros, terminando, en el extremo inferior, una palmeta.

En la otra cara se observa una decoración, también en relieve, de pequeñas plumas de pájaro, que es una decoración frecuente en la joyería egipcia, como podemos ver en la espada de bronce con empuñadura en forma de halcón, hallada en Tanis, y con una decoración en relieve a base de plumas de halcón.

Hay una cabeza de chacal o perro en el extremo inferior. La parte superior de esta vaina lleva dos anillas de sujeción a modo de flor esquemática. La longitud de la pieza es de 31,9 cms. 

 

 

CONCLUSIONES:

En los datos aportados se afirma que: Los elementos decorativos que se encuentran en las dos dagas de Tutankamón se encontraban en la artesanía del Oriente Próximo de la época. 

El trabajo del metal ha sido tan importante en el desarrollo de la civilización que los historiadores dividen las épocas antiguas en edades de los metales, según hubiesen desarrollado tecnología para trabajar el cobre, bronce o hierro.

Esta división no era hermética, sino permeable, ya que algunos objetos de hierro datan del Imperio Antiguo, de hacia el 3200 a. C.

En realidad ha habido un uso esporádico del hierro en el Mediterráneo Oriental desde finales del Neolítico hasta la Edad del Bronce, aunque el hierro no se encuentra en estado libre en la naturaleza y su metalurgia es compleja, por lo que, en realidad, aún no tenían tecnología para obtenerlo, así que usaban el caído del cielo.

 

Veamos: Afirman que algunos objetos de hierro datan del imperio antiguo, 3200 a. C. Pero estaríamos hablando de la edad de piedra, según la cronología oficialista. ¿Cómo es posible que entren en semejante contradicción? Lo que ocurre es que la egiptología y en general la ciencia ortodoxa no se equivoca nunca y están en posesión de la verdad absoluta desde las primeras versiones que dieron de la historia. Y antes de rectificar este dato se inventan que el hierro que se utilizaba en esa época era el caído del espacio exterior. Esto es algo muy difícil de aceptar ya que aunque cada cierto tiempo pueda caer un meteorito, es algo que pasa desapercibido incluso en el improbable hecho de que alguien lo vea caer. He incluso en el más improbable hecho de que alguien lo vea caer del cielo; no va a exclamar en la edad de piedra — ¡Anda! Esto me viene muy bien para hacerme un puñal —

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Y para reforzar más esta afirmación aseguran que por eso los egipcios y los asirios llamaron al hierro «metal del cielo», los sumerios y los hititas como «fuego del cielo» y los griegos como «síderos», relacionado con los astros.

 

También en los datos aportados se afirma que: Es interesante ver como los documentos diplomáticos de los archivos reales egipcios del siglo XIV a. C. mencionan los obsequios reales hechos de hierro en el período inmediatamente anterior al reinado de Tutankamón. Los meteoritos metálicos son sólidos extremadamente compactos, muy difíciles de trabajar.

La alta calidad de fabricación de la hoja de la daga de Tutankamón, en comparación con otros artefactos de hierro meteoríticos anteriores, sugiere un dominio importante del trabajo del hierro en su época, además de un trabajo esmerado porque los antiguos egipcios atribuían un gran valor al hierro meteorítico. 

Veamos: Como es posible que afirmen que: los documentos diplomáticos de los archivos reales egipcios del siglo XIV a. C. mencionan los obsequios reales hechos de hierro en el período inmediatamente anterior al reinado de Tutankamón. ¡Teniendo en cuenta que los jeroglíficos egipcios no están traducidos!

Veamos una vez más: Como sabemos según la egiptología los jeroglíficos egipcios los tradujo  Jean-François Champollion en 1822, junto con el erudito inglés Thomas Yaung; 100 años antes que se descubriese la tumba de Tutankamón.

Champollion vio en 1822 copias de las breves inscripciones jeroglíficas y griegas del obelisco de Filé, en el que el aventurero y egiptólogo británico William John Bankes, había “señalado tentativamente” los nombres «Ptolomeo» y «Kleopatra» en ambos idiomas, a partir de lo cual Champollion identificó los caracteres fonéticos «k l e o p a t r a».

¡Es decir! El aventurero y egiptólogo británico William John Bankes, “señalado tentativamente” los nombres «Ptolomeo» y «Kleopatra» cuando no estaban traducidos los jeroglíficos egipcios. O lo que es lo mismo; este señor no podía tener ni puñetera idea de lo que ponía en ese obelisco. Y el supuesto griego de ese obelisco, así como el de la piedra roseta es tan indescifrable como el jeroglífico ya que esa piedra tiene 12.500 años. Aunque con esas letras hoy en día se escriba el griego, el castellano, el francés, el inglés, el ruso, el alemán etc., por no hablar de los dialectos.

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A partir de lo cual Champollion identificó los caracteres fonéticos «k l e o p a t r a». O lo que es lo mismo: Champollión dio por bueno este “dato” aportado por William John Bankes, a sabiendas que este no podía saber lo que ponía en ese obelisco, cometiendo un fraude monumental.

Uno no puede dejar de preguntarse ¿Cómo es posible que la egiptología no se dé cuenta de este detalle? Lo que nos da una idea de la credibilidad de este colectivo. De ahí que los historiadores no puedan saber que pone en los documentos diplomáticos de los archivos reales egipcios del siglo XIV a. C. mencionan los obsequios reales hechos de hierro en el período inmediatamente anterior al reinado de Tutankamón.

¡Pero es que además! Tal y como hemos visto en todas las evidencias analizadas en anteriores capítulos, todos los templos y pirámides egipcias se estaban construyendo al mismo tiempo y jamás fueron terminadas de construir. Incluso como sabemos fueron inutilizadas de diversas maneras.

Y además esas construcciones enigmáticas no pudieron ser construidas por ninguna civilización anterior a nosotros ya que se construyeron con esa tecnología de ablandamiento de rocas y generación de formas que hemos visto en anteriores capítulos. Por lo que difícilmente hubo distintas dinastías de faraones en Egipto relacionadas con esas construcciones, y por tanto todos los datos que nos da la egiptología a cerca de la vida y milagros de los distintos faraones es pura invención para incorporar esas construcciones a su historia.

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