22/11/2024 09:21
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No veo casi nunca la televisión, pues me parece una pérdida de tiempo, pero ayer quise ver Eurovisión, fundamentalmente por apoyar a nuestra Patria, en ese concurso amañado…

Confieso que solo aguante hasta la intervención de España, en décimo lugar, pues lo que vi confirmó que hacía bien no perdiendo el tiempo, cuando hay tantas cosas que hacer, escribir, leer, pasear, meditar, rezar, etc.

Solo aguante hasta la décima intervención, que era la nuestra, pero lo que vi me pareció deplorable…

Esas diez intervenciones fueron lamentables, con unos tipos y tipas -no me atrevo a llamarles señores y señoras-, más con aspecto de payasos, que otra cosa.

¡Menos mal que no son realmente representativos de los nacionales de sus países de origen, espero!

Algunos sin camisa, otros con disfraces satánicos, hipersexualizados, etc., dando una deplorable opinión de sus países

Pero lo que ya rizó el rizo, fue la intervención de Chanel, la cantante española.

Dijeron que había nacido en Cuba, y que desde pequeña, vivía en Cataluña, es decir, es una cubana catalana, y no sé qué es peor…

Es posible que yo no sepa español, o que no tenga capacidad de comprender lo que otros hablan en español (que no castellano), pero la realidad es que no entendí nada de lo que decía, o quería decir.

Eso sí, y a falta de “lolas” (tetas), hizo una clara demostración de su “cola” (culo), como dicen los argentinos, pues hay que ver como lo exhibía, ad nauseam.

Este tipo de artistas, a las que no se entienda nada, por lo visto son las que triunfan hoy en día, a diferencia de los cantantes que sabes y entiendes lo que dicen.

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Por cierto que ayer dijeron en televisión que se cumplía el no sé qué aniversario del lamentable fallecimiento de Nino Bravo, en un desgraciado accidente de tráfico.

Este  señor, muerto a los 28 años, sí que era un gran cantante, y al que, encima, se le entendía todo lo que decía.

¿Será que nos estamos haciendo viejos –ahora dicen mayores-, o es que el mundo de la música, como todo en general, está degenerando…?

Y, por supuesto, ganó Ucrania, como estaba previsto y ordenado.

El Nuevo Orden Mundial, NOM, ha demostrado, una vez más, quien manda aquí.

 

Autor

Ramiro Grau Morancho