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Director de la cátedra de Historia, Memoria e Identidad. Profesor titular de Historia Contemporánea de la Universidad San Pablo CEU, en Madrid. Doctor en Historia por Deusto y en Derecho por la UNED. Historiador de la Edad contemporánea, especializado en pensamiento político en España y Europa central. Egresado de la Universidad de Deusto, tiene trabajos sobre la pluralidad política vasca actual. Otra línea dominante de su trabajo de investigación es el catolicismo social, principalmente en la primera mitad del siglo XX, centrándose en el corporativismo. Actualmente trabaja en comparativas del XX entre Polonia y España. También sobre los populismos identitarios postindustriales que cobran fuerza en Europa como nueva fuerza emergente. Autor de múltiples artículos y más de 20 libros de historia publicados.
¿Por qué un libro sobre un tema tan controvertido como la historia del fascismo?
El centenario sobre la Marcha sobre Roma daba la oportunidad de conocer de forma académica que fue el fascismo, un término que por el propio uso popular tiene en la actualidad más de insulto despectivo que definitorio de un movimiento político, y que se usa para describir a partidos políticos que no guardan ninguna afinidad con lo que fue el discurso fascista
¿Qué aporta su obra en relación a todo lo que se había escrito hasta ahora?
Una visión analítica de conjunto que se asienta en los trabajos iniciados por Juan J. Linz, Stanley Payne, Roger Griffin, Emilio Gentile, Renzo de Felice, Ernst Nolte, o Zeev Sternhell, superando recelos políticos y profundizando el estudio académico y la diferenciación con otras familias políticas como la extrema derecha, con la que se confunde habitualmente.
¿Qué es realmente el fascismo y cuáles son sus notas características?
Es un movimiento palingénico, nacionalista, de intensa reivindicación social, al aunar a todas las clases sociales, que después de la Primera Guerra Mundial, cuyas consecuencias sociales barrieron el modo de entender de un mundo nacido en la revolución francesa, que había dado el poder a las elites enriquecidas por el capitalismo industrial y agrario. Un movimiento revolucionario ecléctico al cual se podía llegar desde la izquierda, cómo de la derecha.
¿Cómo supo aprovechar el descontento de todo un país con una potente mezcla de nacionalismo y populismo para expandirse con fuerza?
La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra moderna donde se necesitó de una movilización total de recursos materiales y humanos, lo que dio conciencia a los sectores populares de su fuerza y promovió su protagonismo político de forma activa. Después del conflicto vendrá el sufragio universal y la concesión del voto a la mujer en muchos países, dando la oportunidad a los nuevos movimientos de masas (comunismo, catolicismo social y fascismo) a costa de los partidos liberales, que estaban asentados en la compra del voto, el clientelismo y el reparto pactado del poder entre las elites gobernantes.
¿Cómo contribuyó su atractivo estético?
La imagen de ruptura, novedad y conexión con las nuevas generaciones convirtió al fascismo en el portavoz político de las nuevas vanguardias culturales, rupturistas con un academicismo encorsetado en viejas normas. El futurismo, uno de los más destacados y con presencia en diversas ramas del arte se visualizará como uno de los movimientos que más influya en la estética moderna del fascismo.
Igualmente ayudó a su expansión una excelente propaganda…
Absolutamente, el fascismo será pionero en el uso propagandístico de muchos elementos que hasta entonces nunca habían sido utilizados para hacer política. El cine, en el que habían sido pioneros los bolcheviques en Rusia, fue un elemento de masas determinante para el adoctrinamiento ideológico de capas populares con niveles bajos de alfabetización. La fuerza posterior del cine italiano proviene del fuerte impulso que tuvo a nivel propagandístico. El deporte, hasta entonces uso exclusivo de las elites, se convirtió en un elemento socializado unido a la imagen de regeneración social que los fascistas pretendían representar.
¿Cuáles fueron por tanto las mejores herramientas de Mussolini para tomar el poder?
La conexión con la juventud universitaria y estudiantil de la clase media a través del nacionalismo, y con los trabajadores al asumir sus reivindicaciones sociales y profesionales. El fascismo supo aunar en un programa intereses dispares en un momento de intenso nacionalismo y poniendo las bases de un proceso de modernización social y técnico, únicamente posible al aumento del protagonismo del Estado .
¿Cuáles fueron sus momentos de esplendor y por qué vino su decadencia?
El momento dorado son claramente los años del “ventennio”, un fascismo institucionalizado en el poder, donde la convergencia con muchos equipos humanos tránsfugas de las demás familias políticas, proporcionan los especialistas necesarios para iniciar una profunda transformación del país a través de numerosas obras públicas que ayudarán a combatir el amplio desempleo creado por el hundimiento de la economía internacional con el crack de 1929. Un programa que influirá en el New Deal que se aplicó en los EEUU por los demócratas. La eliminación de la mafia, encargada del clientelismo de los partidos liberales, hizo pensar a muchos italianos que los males de la unificación podían ser combatidos y eliminados. Los éxitos deportivos, cinematográficos y la presencia en África hizo a muchos enorgullecerse de ser italianos, al ver a su país como una potencia media, similar a otras naciones de su entorno.
Por el contrario, la aplicación de las leyes raciales por influencia del nazismo germano, enajenó muchas voluntades que habían apoyado la renovación del país, y la posterior entrada en la guerra, con amplias deficiencias armamentísticas y energéticas que causarán graves derrotas y una pobre imagen del soldado italiano, hundirán el prestigio de Italia y arrastrará al régimen fascista con él.
¿Por qué ha sido una ideología demonizada y atacada en todo el mundo mientras se ha blanqueado los crímenes de sus enemigos?
El fascismo fue un movimiento político que desapareció por la derrota bélica y quedará prohibido constitucionalmente después de ser ocupado por las potencias enemigas. Los crímenes de sus enemigos, como los causados por los comunistas, no serán condenados al ser partícipes de la victoria y creadores del contexto idealizado de un antifascismo resistente que combatió al fascismo, a sus aliados alemanes y ayudó a traer un régimen democrático a Italia.
¿El fascismo propiamente desapareció o sigue existiendo en cierta manera?
El fascismo es un movimiento que pertenece a la historia. Si ya es difícil describirlo, porque su eclecticismo por los diferentes componentes, varía según los países, poniéndonos a los investigadores en una imposibilidad formal de sacar rasgos comunes a diferentes movimientos de la época. En el presente, los movimientos populistas postindustriales, aunque tienen semejanzas pertenecen a contextos diferentes, y las respuestas son distintas. En el caso italiano, el fascismo sociológico se refugió en el MSI (Movimiento Social Italiano) un partido en el cual también se integraron monárquicos y conservadores, elaborando un discurso derechista, su sucesor, el actual partido gubernamental de los Fratelli d´Italia es un movimiento conservador que difícilmente se puede relacionar con el fascismo. Del mismo modo, otros movimientos afines al fascismo, en el pasado, con el tiempo, han ido evolucionando a posiciones de izquierda radical, como el Movimiento al Socialismo del boliviano Evo Morales, procedente de una escisión del falangismo boliviano.
Autor
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Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.
Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.
Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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Interesante , suena bien lo que dice ; espero que con el mismo método escrutador escriba una Historia del Falangismo.
«el fascismo, un término que por el propio uso popular tiene en la actualidad más de insulto despectivo que definitorio de un movimiento político, y que se usa para describir a partidos políticos que no guardan ninguna afinidad con lo que fue el discurso fascista»
Esa es la historia del fascimo actual.
Una pena porque el Fascismo es la oposicion a ese mundo internacionalista y globalista que promueve la masoneria.