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En la empresa como en la política, las negociaciones no se basan en el estándar de un supuesto para conseguir los resultados deseados, sino en unas condiciones y un posicionamiento que ofrecen ventajas para alcanzar logros distintos según lo que se pueda ofrecer a cambio. La posición negociadora será más ventajosa cuanto más poder de influencia se ponga sobre una mesa acuerdos para sacar el mejor partido pactado. Las circunstancias de una negociación atienden a particulares maneras de acometerla y varían los factores que dan más o menos ventaja en esa posición negociadora. Como casos particulares son las negociaciones exitosas en Valencia donde el Partido Popular de Mazón gobernará la Comunidad con ayuda de VOX en posición negociadora óptima, frente al caso de Murcia con un López Miras pactando con el PSOE por no ceder en las exigencias que VOX propone estando los populares a dos escaños de la mayoría absoluta. Los casos y los factores incidentales de una negociación política son muy distintos y por tanto no comparables en la consecución de los logros, porque VOX debe distinguir el potencial de pactos al no ser iguales los resultados electorales que pueden facilitar o dificultar una investidura .
El nudo gordiano de Murcia debe ser cortado pr VOX y ofrecer así una intención pública de colaboración dado que los dos escaños para la mayoría del Partido Popular no son comparables con los necesarios en Valencia para cerrar los acuerdos. No debe forzarse la situación de un desacuerdo que obligue a que los murcianos regresen a las urnas, con el riesgo de que VOX no mejore los resultados ante una previsible mayoría absoluta en detrimento de los resultados del 28-M.
Quizá no sea mala estrategia. Lejos de ser un inoportuno escollo debería contemplarse la oportunidad de ceder en Murcia para afianzar otro tipo de pactos municipales y autonómicos como ejemplo previo a las alianzas que podrían conformarse con mayor facilidad tras las Elecciones Generales del 23-J, con una previa delineación de acuerdos lógicos y necesarios según la voluntad de las electores de ambos partidos frente al objetivo común de expulsar al desgobierno Frankenstein con Sánchez a la cabeza.
A veces para ganar mayores beneficios es necesario ceder en los menores y la situación en Murcia para VOX aconseja mesura y generosidad en la decisión de que se facilite la investidura evitando los pactos del PP con el PSOE. No es momento de regatear con posiciones negociadoras que en Murcia resultaron ser insuficientes y en Valencia son perfecta y necesariamente factibles. Ceder ahora puede brindar oportunidades después y, con mayor potencial de éxito negociador, resultar un buen ejemplo para limar las futuras asperezas de un VOX y un Partido Popular abocados a entenderse.
Autor
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Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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Yo voté a VOX para que pusieran en su sitio al PP, pues no me fíaba, y sigo sin fiarme, de ellos…
Desde luego, no para que regalaran nuestro apoyo al PP, a cambio de nada.
Si los votantes de Vox quisieran PP, habrían votado a los peperos.
Supongo que en el Régimen ahora toca hacer voladura controlada de Vox, como se ha hecho con Podemos. Ya han obtenido sus pensiones vitalicias, así que no va a pasar nada.
Pero qué familiar, qué familiar, suena todo esto… Quizá porque lo hemos visto en Castilla-León, porque lo vimos en Madrid ( donde Monasterio la cubana ingrata estuvo callada como una difunta hasta que llegó el año electoral ) o en Andalucía. Y los mismos señores de las ondas berreando un día: «VOX no va a apoyar al PP o le va a poner líneas rojos». Al día siguiente: «VOX apoya al PP porque el electorado no entendería que no lo hiciera». Y al siguiente: «¡El PP pone líneas rojas a VOX!» A otro perro con ese hueso.
Por algo ambos partidos se fundaron prácticamente a la vez, con un mes de diferencia.