21/11/2024 18:48
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Chiste que define la repugnante oposición de la derecha española durante los meses de la falsa pandemia. Jaimito: «Voy a inventarme una mentira para conseguir mi objetivo».  Pepito: «En vez de denunciar que Jaimito se ha inventado una mentira para conseguir su objetivo, voy a agrandar espectacularmente la mentira para conseguir mi objetivo».  Jaimito es el gobierno de España. Pepito la oposición. Ambos, colosal basura.

Derecha española, vómito

Presagiaban el día anterior una asistencia de un millón de personas (sic, resic). Finalmente, la mani convocada por la Plataforma Pedro Sánchez dimisión que circuló ayer por las céntricas rúas matritenses acopió, en los momentos de mayor aglomeración, a poco más de 3.000 personas para oponerse a lo que estiman como «nefasta gestión» del gobierno durante la falsa pandemia  del coronavirus. Otro – otro más- cómico ridículo de la derecha social española. Y cuánto me alegro.

Una manifa antiplandemia y todos encantados con sus putos bozales con la rojigualda. Las contradicciones. En pocos meses, todo prohibido.  Piropos y requiebros a mujeres. Apretones de manos entre hombres. Abrazos entre abuelos y nietos. Respiración de oxígeno. Tradiciones y festejos y verbenas. Comercio tradicional. Gestiones no digitales. Ahora ni el codo, la mano en el corazón. La descojonación. Se llama digitalización y progreso y covid. Nos cambian el mundo. Y la derecha española, calladita. Como puta. Cebando más la mentira coronavírica. Las dos «derechas». La derechita cobarde. Y la «valiente». Solo ansía un vulgar trueque de cromos. Sietemachos y CierraEspaña por Cum Fraude. 

Derecha española, liberticida

Y luego las egolatrías de toda la vida. Las cabezas de ratones y las colas de leones. TÚpatria, el grupo escindido de Vox que ha montado su propio chiringuito. Así los delimita Carlota Sales, militante voxera. «Son un puñado de payasos resentidos y trepas, de gente frustrada que aspiraban a ganar dinero rápido y fácil en Vox. Como por su gran incultura no han sacado nada y fueron expulsados, han constituido un minigrupo satélite». Y añade. «Esto es lo que pasa con la gente cobarde y trepa, que se mete en política para rascar y que luego no tienen el coraje de salir a la calle». Ay, los egos.

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Absoluta degeneración ideológica y moral que sufre la derecha social española. El sábado en Colón, lastimoso espectáculo. Patrioteros, jamás patriotas. Grima dais, oportunistas. Con vuestros mantras patrioteros. Y las puñeteras pulseritas. Y llevando un símbolo de opresión y sumisión, como la mordaza, vinculándolo a la enseña nacional. Os queda oposición para lustros, si antes no os ilegalizan. Y, cobardeando, callaréis si lo hacen, como lo hacéis ahora, ante todas las injusticias, y la feroz aniquilación de libertades básicas que se está perpetrando. Y vosotros, mudez.

Ante un gobierno de tintes genocidas, me quedé sin oposición. Políticamente huérfano. Y eso, por mi parte, jamás se lo perdonaré a la basurienta derecha española, parlamentaria. O extraparlamentaria. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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