Ábalos no ha cantado la traviata y ha servido en bandeja un nuevo ataque del número 1 contra los jueces. Seguramente asesorado por los cientos de múltiples estafadores que le ayudan a salir airoso de sus múltiples tramas delictivas-ergo asesores- Pedro Sánchez ha aprovechado los posible pactos secretos con Ábalos para no ser delatado, arremetiendo contra la Justicia imparcial que investiga las tramas, achacándola sectarismo en connivencia con el Partido Popular, como dijo el miércoles ante la prensa.
Por contra, la Presidenta del Poder Judicial y del Tribunal Supremo le ha desmentido de inmediato. Isabel Perelló ha dejado clara la manipulación de Sánchez y el modo torticero de emponzoñar las legítimas investigaciones de los jueces instructores dando un ataque de atención al uso marrullero de la causa abierta.
Así las cosas, Isabel Perelló, presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, ha emitido un comunicado en el que rechaza que se atribuyan «sesgos políticos» a los jueces. Esto ocurre después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmara que el PP juega con cartas marcadas gracias a la colaboración de algunos jueces.
En ese sentido, ha señalado que, si bien «la crítica de las actuaciones de los poderes públicos es inherente a la democracia y es, además, un modo en que las instituciones pueden mejorar su funcionamiento», por lo que «la labor de los jueces y magistrados puede, y en su caso debe, ser criticada», «lo que no cabe es cuestionarla de forma generalizada y permanente, atribuyendo a los integrantes del Poder Judicial sesgos políticos, pues tal forma de proceder menoscaba la confianza de los ciudadanos en la Justicia, causando con ello un grave daño institucional».
Perelló también ha recordado, durante el evento del premio Fórum Europa 2024 que se le otorgó a Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, que «entre esos valores se encuentra el de la independencia judicial, que constituye uno de los pilares básicos del Estado de Derecho». «El Estado de Derecho requiere que los jueces y tribunales puedan ejercer sus funciones atendiendo únicamente al imperio de la ley, sin presiones directas ni indirectas de ningún grupo de poder, público o privado», ha dicho.
En concreto, ha enfatizado que «es precisamente esa independencia lo que garantiza que la potestad jurisdiccional y la política discurran por caminos separados».
Pedro Sánchez intenta intoxicar, tal y como haría cualquier criminal con influencia, para evitar su futurible imputación.
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